El gesto habitual tras un impacto en la cabeza que podría ser signo de conmoción cerebral

Ese movimiento luego de un golpe, hasta ahora considerado normal, se perfila como posible alerta en medicina deportiva

SHAAKE, un movimiento brusco de cabeza tras un golpe, podría ser indicador de conmociones cerebrales, según el estudio reciente (Imagen Ilustrativa Infobae)

Años de imágenes en caricaturas y películas han popularizado un gesto aparentemente normal: un personaje que, tras un fuerte golpe, se sacude la cabeza como si intentara despejarla. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Diagnostics sugiere que este movimiento, denominado por los investigadores como “Sacudida Espontánea de Cabeza tras un Evento Cinético” (SHAAKE, por sus siglas en inglés), podría ser una señal de alerta de conmoción cerebral. La investigación apunta a que este gesto tan común podría indicar una respuesta involuntaria del cerebro al trauma y, de ser incluido en los protocolos médicos, ayudaría a identificar rápidamente a personas afectadas por lesiones cerebrales.

La investigación, liderada por especialistas del Concussion Legacy Foundation y el hospital Mass General Brigham, se centra en la experiencia de jóvenes atletas que, tras recibir un golpe, realizan este tipo de movimiento espontáneo de cabeza. Los resultados del estudio sugieren que una amplia mayoría de estos atletas asocia la sacudida con síntomas típicos de conmoción, como desorientación, visión borrosa y pérdida momentánea del equilibrio.

Según el doctor Daniel Daneshvar, coautor del estudio, “es algo que todos hemos visto, pero que hasta ahora no habíamos documentado formalmente como un posible signo de conmoción cerebral”.

Investigadores han señalado la sacudida de cabeza como un signo no documentado previamente que podría alertar sobre impactos cerebrales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para el equipo detrás del estudio, SHAAKE representa un avance en la identificación de lesiones cerebrales, particularmente en deportes de alto contacto donde muchas conmociones pasan desapercibidas. Incluir esta sacudida en las evaluaciones médicas podría ayudar a identificar casos que de otro modo quedarían sin diagnóstico, afectando la salud a largo plazo de los atletas. “Nuestra comprensión de cómo lucen las conmociones está en evolución”, sostiene Daneshvar, subrayando la importancia de incorporar indicadores visibles en los protocolos deportivos.

Un gesto familiar que podría salvar vidas

La sacudida de cabeza espontánea tras un impacto es un gesto involuntario que se ha observado en diferentes contextos y deportes. En el estudio, los investigadores utilizaron el término SHAAKE para describir este movimiento, caracterizado por una sacudida rápida de la cabeza hacia los lados, con una frecuencia de entre dos y ocho movimientos por segundo. Esta reacción se produce segundos después del impacto y parece reflejar una forma en que el cerebro intenta lidiar con el trauma reciente. Aunque puede aparecer en diferentes situaciones, el estudio destaca que su presencia está altamente correlacionada con síntomas de conmoción cerebral.

Este tipo de movimientos, presentado en medios de entretenimiento como una especie de estereotipo tras un golpe, no había sido estudiado en un contexto clínico. Ahora, con esta investigación, los autores buscan darle una base médica a la relación entre SHAAKE y las conmociones, con la esperanza de que en el futuro se integre formalmente como un signo de evaluación médica. “Es algo que conocemos desde siempre en el ámbito popular, pero que por razones desconocidas no se había formalizado en la literatura médica ni en los protocolos”, añade Daneshvar.

Más del 90% de atletas encuestados confirmaron experimentar la sacudida tras impactos, indicando su alta correlación con síntomas de conmoción (Shutterstock)

Para comprender mejor la frecuencia y las causas de este movimiento, los investigadores encuestaron a 347 atletas que han participado en deportes de contacto en la escuela secundaria, universidad y niveles semiprofesionales. La mayoría de los encuestados reportó haber experimentado este gesto en alguna ocasión tras un impacto fuerte, y en el 75% de los casos los atletas manifestaron que el movimiento coincidió con síntomas asociados a una conmoción cerebral. Estos hallazgos sugieren que podría ser un indicador de fácil identificación que permitiría intervenir a tiempo en el diagnóstico de lesiones cerebrales.

El estudio publicado en Diagnostics señala que el SHAAKE podría incorporarse en los protocolos de diagnóstico de conmociones cerebrales en deportes de alto riesgo, como el fútbol americano. A diferencia de otros signos menos evidentes de una conmoción, la sacudida espontánea de cabeza es visible y fácil de reconocer para entrenadores, médicos y espectadores. Esto sería especialmente valioso en deportes donde los jugadores, conscientes de las consecuencias que una lesión podría tener para su carrera, suelen evitar reportar síntomas de conmoción cerebral.

Un ejemplo de las consecuencias de un protocolo de diagnóstico insuficiente se evidenció en 2022, cuando el jugador de la NFL Tua Tagovailoa sufrió un fuerte golpe en la cabeza durante un partido. En ese momento, Tagovailoa mostró signos de desequilibrio y realizó una sacudida de cabeza. Sin embargo, los médicos lo atribuyeron a una lesión previa en la espalda y el jugador volvió al campo. Días después, Tagovailoa fue hospitalizado por una conmoción cerebral. Según los autores del estudio, un reconocimiento formal del movimiento podría haber cambiado la interpretación de sus síntomas en el diagnóstico inicial.

Ejemplos recientes en la NFL demostraron los riesgos de no identificar correctamente señales de conmoción tras impactantes lesiones en el campo (AP Photo/Steven Senne)

Este caso, que generó gran controversia en la NFL, resalta el potencial de SHAAKE para llenar vacíos en la identificación de lesiones cerebrales. En palabras de Daneshvar, quien también es jefe de rehabilitación en lesiones cerebrales en Spaulding Rehabilitation y profesor en la Harvard Medical School, “al igual que otros signos de conmoción como la pérdida de equilibrio o el agarrarse la cabeza después de un impacto, SHAAKE podría indicar que se requiere una evaluación adicional en el campo”.

Resultados y recomendaciones del estudio

La investigación apunta a que SHAAKE tiene una alta capacidad de predicción para detectar conmociones. Según el estudio, el gesto mostró una sensibilidad del 50% y un valor predictivo positivo del 72% para diagnósticos de conmoción cerebral en los diferentes deportes. En el caso específico del fútbol americano, la sensibilidad de SHAAKE subió al 52%, con una especificidad estimada de hasta el 99,9%. Esto sugiere que en el contexto de un juego de alto contacto como el fútbol americano, SHAAKE podría ser una señal confiable de conmoción cerebral, similar a la pérdida de conciencia o las convulsiones, que ya se incluyen en las listas de signos de alarma de la NFL y otras ligas.

Para los autores, incluir SHAAKE en los protocolos de diagnóstico de conmociones no solo mejoraría la seguridad de los atletas, sino que también brindaría a los profesionales médicos una nueva herramienta para tomar decisiones de forma rápida y precisa. Aunque no necesariamente implicaría la retirada inmediata de un jugador, sí justificaría una evaluación adicional. “Pedir una evaluación adicional es una medida simple, pero no hacerlo puede tener consecuencias catastróficas para el atleta, su carrera y su vida”, puntualiza el doctor Daneshvar.

Así como la pérdida de equilibrio, SHAAKE podría incorporarse como señal formal en evaluaciones médicas de traumas deportivos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Con más del 90% de los encuestados experimentando SHAAKE asociado a síntomas de conmoción, el estudio sugiere que esta señal visible debería formar parte de las evaluaciones clínicas y deportivas para diagnosticar lesiones cerebrales. Actualmente, muchas conmociones quedan sin diagnosticar debido a la falta de signos observables claros y a la renuencia de algunos atletas a reportar síntomas. “Esto les da a los clínicos una razón más para retirar al atleta del campo y permite que los jugadores reconozcan que puede estar vinculado a una conmoción”, apunta la doctora Julie Stamm, profesora asistente en la Universidad de Wisconsin-Madison.

Al incorporar SHAAKE en los protocolos de evaluación, los investigadores esperan reducir la cantidad de conmociones sin detectar y mejorar la seguridad de los jugadores. La investigación, que aún requiere estudios adicionales y verificación en contextos reales, desafía los protocolos actuales y su capacidad de proteger a los atletas en deportes de alto contacto.