El doctor Alejandro Junger esta convencido de que el mayor desafío que enfrentan las personas al diagramar o pensar un “mapa” que conduzca hacia la vida saludable, son sus propias creencias.
“Que es demasiado drástico, incómodo, peligroso, que no voy a tener el poder de voluntad...”, enumera a Infobae Junger, el creador de un masterplan que se basa en desintoxicar el cuerpo a través de una combinación de nutrición, suplementos y prácticas de estilo de vida.
Varias celebridades en el mundo han adoptado y promovido su programa llamado Clean. Tanto Gwyneth Paltrow, Demi Moore, Meghan Merkle, Noami Campbel como Donna Karan lo han llevado a cabo y han elogiado los beneficios de este enfoque que, según remarca el experto, no se trata de una desintoxicación, sino de una detoxificación.
Más allá de la sintaxis, está claro que la alimentación saludable que propone, el ejercicio físico y el correcto descanso (que también recomienda), son parte del poderoso tridente de la tan anhelada longevidad.
Cada vez son más los científicos y médicos —a los que hoy muchos llaman gurús— quienes manifiestan que estos “mandamientos” son una posible llave no solo para vivir más años, sino para alcanzar una edad avanzada sin enfermedades. Nunca hubo tanta información. Y allí, entre redes sociales y retiros donde él participa para dar sus enseñanzas, pero también con la rica experiencia que le ha dado viajar por el mundo, Junger irrumpe en la escena como un apóstol del bienestar.
Y lo hace con una premisa directa: llevar una dieta equilibrada y limpia, libre de alimentos procesados y toxinas.
Pero para ser parte de una población centenaria —o como graficará más adelante, para vivir en esas zonas del mundo donde la gente pasa los 100 años cortando leña— propone un paso más dentro un esquema integral: recomienda el uso de suplementos naturales para apoyar el proceso y suma prácticas de estilo de vida como la meditación, el ejercicio regular y una correcta higiene del sueño para promover la salud integral.
Las propias creencias. Por ahí empezaba este médico uruguayo, especializado en medicina cardiovascular y funcional. Junger refiere a las metas, esos objetivos que escuchamos más de una vez en alguna conversación de oficina con un compañero de trabajo, en nuestra casa o conversando frente a un amigo a la hora de elegir qué comer en un restaurante. El médico postula: “Los desafíos grandes son dejar el café, el alcohol, el azúcar, los lácteos, las harinas y los granos”.
—¿Todo al mismo tiempo? No es lo más fácil de llevar a cabo.
—Esta es otra creencia: todos al mismo tiempo. Que dejar uno es difícil y todos es imposible. La realidad es que es más fácil dejarlos todos a la vez, porque esas son nuestras formas de automedicarnos. Café y azúcar para despertar, gluten y alcohol para relajarse y dormir. Una necesita a la otra y después viceversa.
—Suena fácil como lo dice. El tema es llevarlo a la práctica
—Es que sacás todo y es más fácil. Lo vi en miles de personas. Y si enseguida les mostrás formas de obtener estados como con el café y el alcohol, pero de forma natural, uno puede crear el hábito. Y la idea de que no tenemos tiempo: esta reunión, ese evento... Yo lo que he observado es que cuando la gente toma una decisión, desde el deseo de hacer algo, todos estos obstáculos son papita para el loro como quien dice.
El camino de la detoxificacion
Los beneficios del programa que propone este médico son múltiples. Entre ellos se destacan una mayor energía y vitalidad, reducción de la inflamación, pérdida de peso de manera saludable, mejora la digestión y la salud intestinal, así como da una mayor claridad mental y bienestar emocional.
Además de la práctica médica, Junger ha compartido su conocimiento a través de 7 libros que son Best Sellers mundiales. “Mi programa fue diseñado por mí mismo después de años de buscar soluciones reales para mis problemas de salud serios”, cuenta Junger, quien con su método se unió en Argentina a Casa Red, un club que es refugio para el equilibrio físico, mental y espiritual de la persona, con el objetivo de expandir en el mundo una conciencia profunda y holística de la salud.
Nacida en una casona histórica de San Isidro, se ha convertido en un centro de crecimiento personal, cultura y bienestar, pensado para mujeres apasionadas por el arte, la belleza y el desarrollo integral.
Pero, ¿qué diferencia el método de este doctor de otros enfoques de detoxificación que existen? “Ya siendo médico y de mente abierta, probé y encontré cosas que me sanaron completamente, —dice—. Algunas de las cosas que encontré las puedo explicar en detalle en términos e ideas de la medicina moderna. Entiendo hasta el nivel de las moléculas necesarias para que el hígado fabrique las enzimas de detoxificación, esenciales para la detoxificación de moléculas tóxicas. Y hay algunas cosas que no son temas en las facultades de medicina. Pero soy testigo viviente de los poderes sanadores de ciertas hierbas, otras plantas, medicina ayurvédica, medicina china, y a veces simplemente la presencia de ciertas personas”.
Junger ha viajado, estudiando, observando y probando varias herramientas, según relata. “Las comidas y los suplementos no son como son, porque es simplemente comida sana y vitaminas de moda. Hay otros programas buenos. Como el de mi hermano Facundo Pereyra o el de Néstor Palmetti, un maestro. Todos son similares y diferentes. De todas formas, el mejor de todos es individual. Si uno de estos programas te ayuda a sanar, ese es el mejor para vos”.
—La inflamación es un problema común que toca muy de cerca a mucha gente. ¿Qué es lo que hay que hacer para reducir este mal?
—Creo que lo mejor es entender de dónde viene o cómo empieza. Lo que hay que hacer es obvio al entender eso. La inflamación no es un problema que nos ‘aparece’ por genética o mala suerte. Es una respuesta muy inteligente del cuerpo para adaptarse y sobrevivir a algo. Lo que tu cuerpo está tratando de sobrevivir es a tu vida moderna.
—La vida moderna es una cuestión inevitable. ¿Qué hacemos?
—Es inevitable en el mundo moderno estar expuestos a moléculas químicas tóxicas y para muchos en forma de producto comestible ultraprocesado. El estrés. Y el resultado es que alteran la microbiota y causan lastimaduras en la piel de la pared intestinal. Se rompe la ‘unión estrecha’ entre las células de la pared intestinal. Y quedan como agujeritos en la pared en donde se encuentra el sistema inmune que obviamente va a responder. Esa es la chispa de la inflamación. De ahí se enciende el fuego que empieza con el incendio metabólico. No lo hace para hacerte mal. Lo hace para salvarte la vida. Imaginate ahora, que esa pared cuyas células tienen que estar estrechamente unidas, tiene una superficie mayor que una cancha de tenis. Si realmente querés evitar el daño de tener un sistema inflamatorio prendido todo el tiempo, tenes que cambiar lo que comés, de alguna manera reducir el estrés.
—Celebridades como Gwyneth Paltrow y Demi Moore, por mencionar dos casos, han adoptado su método. ¿Tiene alguna anécdota con algunas de ellas?
—Gwyneth tiene una mente muy abierta. Es también muy inteligente. Una vez la fui a visitar unos días antes de una operación de rodilla que había coordinado. Yo estaba con un amigo que tenía un don de sanación increíble. Él lo hacía a través de Su Jok, un tipo de acupuntura coreana. Pero lo de él era mágico. Gwyneth tenía la rodilla vendada. Con agujas y fuego le intervino en ciertos puntos en la mano. Enseguida le dijo que pruebe doblar la rodilla. Ella decía que era muy doloroso y por eso estaba vendada. Él le pidió que se saque la venda y pruebe. Y cuando dobló la rodilla, los ojos casi se le salieron de las órbitas. La siguió doblando y se puso a caminar. Esperó unos días y canceló la cirugía. Tenemos otras historias de ese tipo que son difíciles de creer. Es una mujer profunda. Y es buena amiga.
—¿Qué importancia tienen las prácticas de estilo de vida como la meditación y la higiene del sueño para lograr el bienestar?
—La ciencia moderna ya ha comprobado ampliamente los beneficios del sueño y la meditación. El sueño es tan necesario como el oxígeno, solo que sin oxígeno vas a durar menos. Si lo que estás buscando es sanar de cualquier síntoma o enfermedad, vas a tener que entrar en el ritmo donde el sueño ocurre. Si querés mejorar un estado relativamente bueno, una de las cosas que podés alterar, es dormir más. Y solo eso te puede llevar a un estado de bienestar mayor. La meditación es otra cosa. Hay muchas formas de verlo. Si incorporas la meditación como un ansiolítico, cuando te sentís ansioso, está bueno y funciona. Y eventualmente te va a dar algo mucho mejor, presencia. Ese es el estado más sanador y lo que yo creo que estamos buscando todos.
—¿Qué resultados suelen experimentar las personas durante y después de los retiros que usted propone?
—Cuando se crean las condiciones más óptimas para la sanación, lo que pasa es sorprendente. La sanación no es solo reparar el intestino. Eso es esencial pero es un ingrediente. Hay otros ingredientes. Yoga, meditación, exposición al calor y frío, danza, constelaciones. Y sucede en comunidad. Todos unidos y ahí con una intención en común: sanar. La piel rejuvenece, brilla, el blanco de los ojos vuelve, el pelo se fortalece y se suaviza. Las nanas desaparecen. Síntomas más serios mejoran y es un primer paso, o un paso en el medio para sanarse. De cuerpo, mente y alma. La gente pierde peso, se deshincha, duerme mejor, siente más energía, mejora la capacidad de enfocar la mente, se aclaran muchas cosas.
—Con más de siete libros publicados, ¿cuál diría que es la idea principal que desea transmitir sobre la salud y el bienestar?
—Yo quiero ayudar. Ando por el mundo por cuestiones de familia y trabajo. Por donde voy ayudo a quien puedo. Antes tenía un consultorio. Ayudaba a 5 o 6 personas por día y algunas pocas por el mundo. Ahora no tengo consultorio porque el mundo es mi consultorio. Con los que me encuentro en la vida diaria.
—¿Qué papel real juegan las terapias complementarias, como el yoga, la medicina de plantas y la acupuntura, en el proceso de detoxificación y reparación intestinal?
—El papel de ser una herramienta más de sanación. No todo funciona para todos. No son obligatorios. Pero a veces al que más le tenés resistencia es el que te transforma. Me acuerdo de una persona que se perdió en el bosque en un retiro buscando la carpa de yoga y terminó hablando con otra participante. Esa conversación fue muy sanadora para ella. Mientras reparamos el intestino, que es para lo que yo voy. Todo es importante en la reparación intestinal. La comida y suplementos ayudan, pero hay otras cosas como la que te acabo de mencionar.
—¿Cómo ve el crecimiento de enfermedades autoinmunes y crónicas en la sociedad, y qué rol cree que juega la salud intestinal en esta tendencia?
—El origen de las enfermedades crónicas del mundo moderno está entendido y científicamente aceptado que es la inflamación sistemática crónica. Mi mensaje es que la inflamación ya es una consecuencia. No el origen. Bioquímicamente, celularmente, inmunológicamente hablando, la inflamación para todos comienza o está empeorada por la híper permeabilidad intestinal. Pero para que eso suceda tiene que haber una razón o varias.
—Se habla mucho hoy de la longevidad. ¿Será cada vez más común vivir más de 100 años?
—Mi opinión es que el ser humano podría vivir mucho más del promedio actual, siempre y cuando haya una vuelta a lo natural. A comer comidas reales, sin productos químicos, mantenerse activos, exponerse al sol, vivir en comunidad y sentirse parte de. Divertirse, comer lo que hay en estación. Y comer animales que vivieron de manera natural. Ya hay registros de zonas el mundo donde la gente pasa los 100 cortando leña. La posibilidad de mucha más longevidad está debajo de nuestras narices. Lo que se necesita es un cambio radical en la forma en que vivimos. Y en ese proceso estamos. No solo por nuestra longevidad, sino también la del planeta y toda la vida adentro.
—¿Qué consejos podría ofrecer para mantener un equilibrio saludable entre cuerpo, mente y espíritu durante las épocas estresantes que se viene ahora con el fin año?
—Otra vez te cuento lo que me ayudó a mí de una manera contundente durante mi última época estresante: la comunidad, mis amigos. Y más que nada mis hijos. Siendo cuidado. Hay que dejarse cuidar por otros. Cuanto más sano esté tu intestino, mejor van a ser las experiencias. Y las malas experiencias se manejan mejor. Más claridad mental. Mejor capacidad de enfocar la mente, producción de neurotransmisores de bienestar, no de adaptación y sobrevivencia. Algo que mencionan muchas madres es que se vuelven más pacientes con sus hijos o hijas. Empezaron de repente para solucionar ronchas en la piel. Terminaron sin ronchas y una conexión de familia más profunda. En el caso de las enfermedades crónicas, la medicina no ayuda a sanar. Ayuda sí con los síntomas. Pero no a resolver la razón por la que el cuerpo reaccionó de esa manera. Eso es lo que hace la medicina funcional. Ver sistemas en lugar de órganos aislados, y la interconexión entre todo. Y como todo lo que está mal con nosotros, los humanos comienza con el daño a la pared intestinal al exponernos y comer toxinas y no estar presentes.
—¿Estamos aprendiendo algo?
—Si bien es difícil cambiar todo el diseño y la estructura de la vida moderna, hay cambios positivos. Y uno no tiene por qué esperar al cambio de toda la humanidad para implementar cambios en la vida. Hoy en día es un tema de vida o muerte , o de qué calidad de vida sea la que sea. Si no sabes por dónde empezar, o si querés mantener o mejorar un estado de bienestar ya bueno, los programas de reparación intestinal, desde un punto de vista de la medicina funcional, son una herramienta poderosísima.
Fotos: Carolina Blaquier