Los entusiastas de la longevidad apuestan a una píldora del antienvejecimiento para extender la vida

La rapamicina suele recetarse como inmunosupresor pero investigadores creen que podría retrasar el envejecimiento, una hipótesis que ha sido alimentada por estudios en animales pero no en humanos

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Robert Berger, de 69 años,
Robert Berger, de 69 años, recurre a la rapamicina con la esperanza de extender sus años de vida sin enfermedades graves (Imagen Ilustrativa Infobae)

A sus 69 años, Robert Berger decidió seguir el camino de lo que llama una “mejor vida a través de la química”. Una vez por semana, Berger ingiere una pequeña dosis de rapamicina, un fármaco que normalmente se receta a pacientes de trasplante de órganos para suprimir el sistema inmunológico. Sin embargo, Berger no está luchando contra el rechazo de un órgano. Está buscando prolongar su “health span”, es decir, los años que podría vivir sin enfermedades graves. Aunque admite no haber experimentado cambios drásticos, señala que ha notado una mejora en su energía diaria: “Es difícil saber si es real o un placebo”, confesó en su testimonio publicado en The New York Times.

La rapamicina, descubierta originalmente en la Isla de Pascua, ha despertado interés más allá de su uso clínico habitual. Científicos y buscadores de longevidad creen que este fármaco podría tener el poder de retrasar el envejecimiento, una hipótesis fue alimentada por estudios en animales. En investigaciones realizadas en ratones, la rapamicina demostró extender su vida hasta en un 12%, lo que llevó a que personalidades influyentes la consideren como el “estándar de oro” en la búsqueda de la longevidad. Sin embargo, la evidencia en humanos aún es insuficiente y los riesgos a largo plazo siguen siendo inciertos.

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La rapamicina, descubierta en la Isla de Pascua, ha capturado el interés de quienes buscan longevidad (Imagen Ilustrativa Infobae)

Mientras la comunidad científica continúa estudiando los posibles beneficios de la rapamicina, hay quienes como Berger ya han adoptado el fármaco, buscando lo que hasta ahora la medicina no puede ofrecer: más tiempo.

El potencial de la rapamicina en la longevidad: de ratones a marmosets

En su artículo para The New York Times, Dana G. Smith destaca que el primer gran avance ocurrió en 2006, cuando un estudio reveló que el fármaco podía extender la vida útil de la levadura. Tres años después, estudios adicionales en ratones mostraron que aquellos que recibieron rapamicina vivieron aproximadamente un 12% más que los del grupo de control.

La longevidad de los adultos
La longevidad de los adultos mayores ha aumentado gracias a los avances médicos y científicos en las últimas décadas (Imagen ilustrativa Infobae)

Este hallazgo desencadenó una serie de investigaciones en gusanos, moscas de la fruta y más ratones, que reforzaron la idea de que la rapamicina puede aumentar la longevidad en una amplia gama de especies. Según el Dr. Dean Kellogg Jr., profesor de medicina y geriatría en la Universidad de Texas, fue la primera vez que un fármaco logró mejorar tanto la longevidad como la salud en ambos sexos de ratones, lo que lo convierte en un fuerte candidato para el estudio del envejecimiento humano.

Los datos más recientes provienen de un estudio preliminar presentado en la American Aging Association este año, que mostró que la rapamicina también podría funcionar en parientes cercanos a los humanos: los marmosets. En este experimento, los primates tratados con rapamicina presentaron un aumento del 10% en su expectativa de vida. Si bien el estudio aún no ha concluido, el investigador principal, Adam Salmon, destacó que cinco de los seis marmosets que aún viven recibieron rapamicina, mientras que solo uno pertenece al grupo placebo. Aunque este dato es alentador, aún se necesitan estudios de largo plazo para confirmar su eficacia en humanos.

Programas de salud pública están
Programas de salud pública están enfocándose en promover una vejez activa y saludable en la población (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Vemos personas que se benefician mucho, pero otras no ven ningún beneficio”, asegur´po a NYT la Dra. Stefanie Morgan, vicepresidenta de investigación en AgelessRx, una farmacia online que vende dosis bajas de rapamicina. La realidad, como señalan los expertos, es que el efecto del fármaco puede variar considerablemente entre individuos.

Entre la ciencia y la percepción: los testimonios de los usuarios de rapamicina

A pesar de la falta de estudios concluyentes en humanos, la rapamicina ha sido recibida con optimismo por quienes buscan extender su vida y su salud. El NYT explora los testimonios de algunos de estos usuarios, quienes, aunque cautelosos, reportan mejoras leves en su bienestar. Berger, por ejemplo, afirma que su dentista notó que sus encías estaban más saludables desde que comenzó a tomar rapamicina. Otros usuarios mencionan beneficios como la pérdida de peso, la disminución de dolores y, en algunos casos, la recuperación del color oscuro del cabello después de haber encanecido.

La influencia de personalidades públicas ha sido clave para aumentar la popularidad de la rapamicina en la comunidad longeva. Personas como Peter Attia y Bryan Johnson, ambos promotores de la longevidad, han declarado públicamente que llevan años consumiendo el fármaco, lo que ha generado un fuerte interés en sus millones de seguidores. A través de redes sociales y podcasts, estos “influencers” aseguran que los estudios en animales, que muestran una mejora significativa en la longevidad, podrían replicarse eventualmente en humanos.

Estudios recientes sugieren que ciertos
Estudios recientes sugieren que ciertos hábitos de vida, como una dieta equilibrada y ejercicio regular, pueden retrasar el envejecimiento (Imagen Ilustrativa Infobae)

Investigación limitada en humanos: promesas inciertas y efectos secundarios

A pesar del entusiasmo que generó la rapamicina en la comunidad científica y entre los defensores de la longevidad, los estudios en humanos no han proporcionado aún una respuesta definitiva sobre sus beneficios a largo plazo. Como menciona Dana G. Smith en su artículo, la evidencia más sólida hasta la fecha proviene de un estudio realizado en 2014 en el que adultos mayores de 65 años que tomaron un inhibidor de mTOR llamado everolimus (similar a la rapamicina) mostraron una respuesta inmunitaria más fuerte a la vacuna contra la gripe en comparación con quienes recibieron un placebo. Si bien este hallazgo es limitado, sugiere que la rapamicina podría contrarrestar el declive del sistema inmunológico asociado con la edad.

No obstante, estudios más recientes arrojaron resultados mixtos. Un ensayo clínico llevado a cabo por AgelessRx, que incluyó a más de 100 personas que tomaron rapamicina o un placebo durante casi un año, no encontró diferencias clínicas en cuanto a beneficios físicos o efectos adversos. Sin embargo, las personas que tomaron el fármaco reportaron subjetivamente que su salud había mejorado. Al desglosar los resultados por dosis, aquellos que tomaron las cantidades más altas experimentaron algunos beneficios adicionales, como mayor densidad ósea en los hombres y un aumento de la masa muscular magra en las mujeres. Además, las mujeres en el estudio dijeron sentir menos dolor con el tiempo.

La integración social y emocional
La integración social y emocional es clave para mejorar la calidad de vida en la tercera edad (Imagen ilustrativa Infobae)

A pesar de estas percepciones, los estudios han sido criticados por su corta duración y el número limitado de participantes. Los expertos, incluidos algunos que participaron en los ensayos, señalan que es difícil extraer conclusiones sólidas sin observaciones a más largo plazo. “No se trata solo de prevenir o preservar. La idea es estudiar realmente si la rapamicina puede rejuvenecer”, señaló el Dr. Adam Salmon, investigador de la Universidad de Texas, citado por Smith.

En cuanto a los efectos secundarios, la rapamicina no está exenta de riesgos. En un pequeño estudio publicado en 2018 por el Dr. Dean Kellogg Jr., en el que adultos mayores de 70 años tomaron dosis diarias del fármaco durante ocho semanas, no se encontraron beneficios claros. Sin embargo, el grupo que recibió rapamicina mostró un ligero aumento en un marcador de resistencia a la insulina, lo que podría ser preocupante, especialmente para quienes ya tienen dificultades para regular sus niveles de azúcar en sangre. Además, algunos usuarios, como Robert Berger, han informado de niveles más altos de colesterol, un posible efecto secundario que otros estudios también han asociado con el uso prolongado de rapamicina.

Innovaciones tecnológicas están facilitando la
Innovaciones tecnológicas están facilitando la vida de los adultos mayores, ayudándoles a mantenerse independientes por más tiempo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque los efectos adversos más comunes reportados incluyen náuseas y llagas en la boca, los científicos advierten que, dado que la rapamicina suprime el sistema inmunológico, incluso en dosis bajas, podría aumentar el riesgo de infecciones en algunas personas. Andrew Dillin, profesor de biología molecular en la Universidad de California, Berkeley, subrayó en dipalogo con el NYT que la rapamicina fue diseñada originalmente para prevenir el rechazo de órganos trasplantados, lo que plantea preguntas sobre su seguridad cuando se utiliza de manera continua en individuos sanos. “¿Tomar algo que es arriesgado, que no tiene beneficios inmediatos? Paso”, afirmó Dillin en la entrevista con Smith.

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