Un caso en Texas puso especial atención sobre los peligros de la hiperhidratación. John Putnam, de 74 años, bebió cerca de 11 litros de agua en aproximadamente cinco horas durante un día laboral donde la temperatura llegaba a 37 grados. A pesar de creer que esta cantidad lo mantendría hidratado y enérgico, la realidad fue mucho más sombría: el hombre terminó en el hospital con síntomas que incluían náusea, fatiga, dolor en el pecho y dificultad para respirar.
Inicialmente, él pensó que estaba sufriendo un infarto, pero el diagnóstico fue una intoxicación por agua. “Ni siquiera sabía que existía tal fenómeno”, declaró el hombre en Wall Street Journal. “Estaba bebiendo agua pensando que era lo que necesitaba”.
Aunque la hidratación es crucial para una buena salud, los expertos advierten sobre los peligros de consumir líquidos en exceso. La hiperhidratación o intoxicación por agua, puede ocurrir cuando se ingiere un volumen desproporcionado de líquidos, lo que diluye los niveles de sodio y otros electrolitos vitales en la sangre.
Qué pasa si se bebe agua en exceso
Beber agua en exceso, conocido médicamente como hiponatremia, ocurre cuando el exceso de agua diluye el sodio en la sangre. Esta condición es extremadamente peligrosa, pues puede causar la hinchazón de las células del cerebro, ejerciendo presión en áreas críticas y potencialmente conduciendo a coma, convulsiones e incluso la muerte.
Colleen Muñoz, directora y cofundadora del Hydration Health Center en la Universidad de Hartford, señaló que muchas personas tienen un miedo constante a estar deshidratadas y sienten la necesidad de consumir grandes cantidades de agua regularmente, una práctica que es innecesaria en la mayoría de los casos.
Por otro lado, los síntomas de la hiponatremia pueden confundirse con el agotamiento por calor o el golpe de calor. Rayven Nairn, dietista senior de la salud estudiantil en la Universidad Johns Hopkins, explicó en una entrevista a WSJ, que los riñones, capaces de manejar hasta un litro de agua por hora, no pueden equilibrar los electrolitos cuando alguien ingiere demasiada cantidad de agua en un corto periodo.
En casos leves de hiponatremia, restringir la ingesta de agua a menos de un litro al día puede ayudar, mientras que en situaciones graves puede ser necesario administrar sodio vía intravenosa y utilizar medicamentos específicos.
El profesor Thunder Jalili de la Universidad de Utah explica que al consumir más de un litro de agua por hora se corre el riesgo de diluir los electrolitos en la sangre. Kambiz Kalantari, nefrólogo de la Clínica Mayo, añadió que algunas condiciones médicas, como la insuficiencia renal o cardíaca, también pueden llevar a la hiponatremia, así como ciertos medicamentos, incluidos los antidepresivos y analgésicos.
Cuanta agua se debe consumir
Las pautas del Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos sugieren que las mujeres consuman alrededor de 2.7 litros de líquidos al día y los hombres 3.7 litros. Estas guías incluyen todos los fluidos provenientes del agua, bebidas y alimentos, aplicándose a personas sanas, inactivas y que viven en climas moderados.
Kalantari destacó que el sentido de la sed cambia con la edad, lo que puede dificultar la autorregulación del consumo de agua. Para las personas que realizan ejercicios intensos, es importante reponer tanto el agua como la sal perdida a través del sudor con electrolitos y alimentos salados, recomendó el Dr. Mitchell Rosner de la Universidad de Virginia.
Intervenciones médicas y consejos preventivos
Los médicos aconsejan buscar ayuda profesional inmediata si se sospecha de intoxicación por agua. Según las pautas de la Clínica Cleveland, el tratamiento puede variar desde simplemente restringir la ingesta de agua hasta administraciones intravenosas de sodio y medicamentos especializados.
Para prevenir problemas de hidratación, el mejor consejo es beber agua según la sed, un indicador natural y fiable de la necesidad del cuerpo. Como recomendó el Dr. Mitchell Rosner: “beba según su sed e intente mantenerse al día con sus pérdidas de líquidos”. También se sugiere que aquellos con condiciones médicas específicas o que toman ciertos medicamentos tengan más cuidado con su ingesta de líquidos. Ya que, como subraya Colleen Muñoz, el exceso de hidratación puede ser tan perjudicial como la falta de ella.