(Ernie Mundell - HealthDay News) - Millones de estadounidenses se enfrentan a los déficits de sueño provocados por la apnea del sueño, y muchos recurren a uno de los pocos tratamientos que existen, las máquinas de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés). Pero, ¿qué pasaría si los nuevos objetivos neuroquímicos en el cerebro pudieran conducir a nuevas terapias menos engorrosas para la apnea del sueño?
Eso es en lo que un equipo de la Universidad de Missouri-Columbia está trabajando en su laboratorio. Han identificado sustancias químicas cerebrales específicas en cerebros de ratones que relacionan la apnea del sueño con uno de sus efectos secundarios más desagradables, la presión arterial alta. ”Nuestro objetivo final es eventualmente ayudar a los médicos a desarrollar medicamentos específicos para dirigirse a estos neuroquímicos o a las proteínas a las que se unen de una forma que reduzca la hipertensión”, explicó el autor principal del estudio, David Kline, investigador del Centro de Investigación Cardiovascular Dalton de la universidad.
El estudio, que fue dirigido por el investigador postdoctoral Procopio Gama de Barcellos Filho, involucró a ratones cuyos cerebros fueron sometidos a un estado de bajo oxígeno similar al que experimentan los humanos cuando dejan de respirar periódicamente debido a la apnea del sueño. Al examinar la neuroquímica de los roedores, Filho y Kline notaron cambios clave cuando estaban en este estado “hipóxico”.
“Cuando los niveles de oxígeno en la sangre bajan durante la apnea del sueño, el prosencéfalo envía señales de advertencia al área del tronco encefálico que controla las funciones cardiacas y pulmonares”, explicó Kline. “Al estudiar estas señales, descubrimos que dos neuroquímicos, la oxitocina y la hormona liberadora de corticotropina (CRH), hacen que el tronco encefálico se vuelva hiperactivo”.
A largo plazo, esta hiperactividad del tronco encefálico puede desencadenar una hipertensión, dijo, con todos sus problemas de salud concomitantes, como el accidente cerebrovascular. ”Los que tienen apnea del sueño no solo con frecuencia tienen hipertensión, sino que también pierden mucho sueño, tienen más problemas cognitivos y de memoria, y son más propensos a sufrir lesiones en el trabajo debido a la somnolencia”, añadió Kline en un comunicado de prensa de la universidad.
Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista The Journal of Physiology. ¿Podrían estos nuevos conocimientos conducir a medicamentos u otros tratamientos que podrían cortocircuitar algunos de los peores efectos de la apnea del sueño en la salud? La investigación es temprana y los expertos señalan que los hallazgos en los estudios con animales no siempre se producen en las personas.
Aun así, Kline tiene esperanzas. ”Este descubrimiento abre la puerta para futuras investigaciones que bloqueen las vías que usan estos neuroquímicos, lo que en última instancia ayuda a que la presión arterial vuelva a los niveles normales”, dijo Kline, que también es profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria de la universidad.
Más información
Obtén más información sobre la apnea del sueño en el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.
FUENTE: Universidad de Missouri-Columbia, comunicado de prensa, 23 de julio de 2024
* Ernie Mundell. HealthDay Reporters ©The New York Times 2024