En medio de la serenidad de un parque, un grupo de personas se mueve en perfecta armonía, sus movimientos son fluidos y precisos. Casi como una danza. La escena puede ocurrir en cualquier parque o espacio del mundo. Esta práctica, conocida como Tai Chi, a menudo se describe también como “meditación en movimiento”.
Sin embargo, los expertos de la Facultad de Medicina de Harvard sugieren que bien podría considerarse un “medicamento en movimiento”, debido a sus amplios beneficios para la salud. Incluso, en un artículo, los expertos de esta casa de altos estudios la calificaron como: “Una actividad perfecta para el resto de tu vida”.
El Tai Chi es una práctica que combina movimientos suaves y deliberados con una respiración profunda y una mente en calma. Aunque a simple vista puede parecer un ejercicio de baja intensidad, los estudios realizados en Harvard demuestran que ofrece una lista impresionante de bondades.
Originado en China como un arte marcial, el Tai Chi ha cambiado a lo largo de los siglos. Su popularidad ha crecido en todo el mundo como una práctica de salud y bienestar. Los expertos resaltan que esta transformación ha permitido que se convierta en una herramienta terapéutica valiosa.
El Tai Chi se caracteriza por una serie de movimientos que imitan acciones de animales o movimientos de artes marciales, como una “grulla blanca que extiende sus alas” o “dar un puñetazo en ambas orejas”. Según los especialistas de Harvard, estos movimientos están diseñados para realizarse en una secuencia continua y sin pausas, promoviendo la estabilidad y el equilibrio.
A medida que se realiza esta práctica, se respira de manera profunda y natural, centrándose en las sensaciones corporales. Este enfoque en la respiración y la conciencia corporal es similar a algunas técnicas de meditación, lo que refuerza la idea de “meditación en movimiento” promovida por los estudios de Harvard.
Peter Wayne, editor médico de “Introduction to Tai Chi” de la Facultad de Medicina de Harvard, estudió los beneficios del Tai Chi para la salud y notó que esta práctica funciona de múltiples maneras. El especialista observó que este ejercicio podría asemejarse a una combinación de varios medicamentos, cada uno con diferentes componentes que producen una variedad de efectos.
De acuerdo al entrenador personal y especialista en medicina oriental Tim Sobo, de la Cleveland Clinic, se lo considera “‘meditación en movimiento’ porque es una serie de ejercicios que pueden ayudar a armonizar la energía del cuerpo y la mente”, ya que ha sido un pilar de la medicina tradicional china (MTC) durante siglos. “Cuando practicas Tai Chi, no intentas ver lo rápido que puedes moverte. Tu objetivo es hacer que los movimientos fluyan juntos. Mueves todo el cuerpo como una unidad. Y como se requiere fuerza y equilibrio, el Tai Chi es excelente para los músculos y los huesos”.
Los “ingredientes activos” del Tai Chi
Wayne formuló, además, la idea de los “ocho ingredientes activos” del Tai Chi, un marco conceptual que sus colegas y él utilizan para evaluar los beneficios clínicos de esta práctica. Estos ingredientes son:
- Conciencia.
- Intención.
- Integración estructural.
- Relajación activa.
- Fortalecimiento y flexibilidad.
- Respiración natural y más libre.
- Apoyo social.
- Espiritualidad encarnada.
Los distintos estilos de Tai Chi enfatizan diferentes ingredientes activos, pero todos están interrelacionados y son sinérgicos. Por ejemplo, el llamado estilo Yang puede poner más énfasis en la relajación activa, mientras que el estilo Chen puede centrarse más en la integración estructural. Los expertos de Harvard señalan que, independientemente del ellos, todos contribuyen a los beneficios generales del ejercicio.
Con todo, uno de los beneficios más destacados es la capacidad para prevenir caídas en personas mayores. Desde Harvard han planteado que esta práctica mejora el equilibrio, la fuerza muscular y la flexibilidad, factores cruciales para reducir el riesgo de caídas.
En diálogo con Infobae, el médico clínico y gerontólogo Luis Cámera (MN 51995) explicó: “Mejoran el equilibrio y la fuerza muscular, y así prevengo las caídas que puedan llegar a ocurrir en las personas mayores. Además, el Tai Chi ayuda a moderar las reacciones y las emociones a partir de ejercicios en forma particular para conservar el equilibrio. La idea del equilibrio también en otras esferas: probablemente la psicológica y la emocional”.
“El Tai Chi ha demostrado mejorías en lo que es el equilibrio de las personas y en recuperar la inestabilidad. Con esta acción mejora, también, la fuerza muscular, lo que ayuda a que los pacientes también tengan mejor movilidad dentro de los dolores crónicos, lumbares, de cadera y de rodilla, que son los más importantes y los que más se benefician con el Tai Chi, indirectamente, al mejorar todos los aspectos anteriores”, dijo Cámera.
En tanto, Amanda Sammut, jefa de reumatología del Hospital de Harlem y profesora clínica adjunta de medicina en la Universidad de Columbia, afirmó que “al fortalecer los músculos circundantes, el Tai Chi también reduce la tensión en las articulaciones”. Es por eso que, según indicó la experta en una nota a The New York Times, publicada en Infobae, “se recomienda su práctica en las pautas para el manejo de la osteoartritis de rodilla y cadera del Colegio Estadounidense de Reumatología”.
Mientras que Cámera amplió: “Esta práctica también tiene beneficios para la presión arterial, que tiende a bajar. Presenta mejoras ante enfermedades neurológicas como el Parkinson y ayuda para combatir los trastornos gastrointestinales, como colon irritable. Juntando todas estas relaciones, el Tai Chi enlentece un poco el envejecimiento y mantiene a las personas con mucha menos discapacidad o, eventualmente, previene la discapacidad hasta etapas muy avanzadas de la vida. Es un ejercicio ampliamente recomendable no solamente para las personas mayores, sino para todas las edades. ¿Por qué? Por el componente del equilibrio motor, el equilibrio psicológico y el equilibrio emotivo que genera”.
Alejandro Andersson, médico neurólogo (MN 65.836), director del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), sostuvo por su parte que el Tai Chi tiene numerosos beneficios significativos, tanto para la salud física como mental. “Esta práctica milenaria mejora el equilibrio, la fuerza muscular y la flexibilidad, contribuyendo a una mejor estabilidad y reduciendo el riesgo de caídas, especialmente en adultos mayores. A nivel mental, reduce la ansiedad y el estrés gracias a sus técnicas de respiración y meditación en movimiento, favoreciendo un estado mental de alerta y calma. Según diversos estudios, también mejora la salud cognitiva al incrementar la propiocepción y la capacidad de concentración”, dijo a Infobae.
Y sumó: “La práctica regular del Tai Chi no solo fortalece el cuerpo, sino que también mejora la coordinación y la comunicación entre los distintos sistemas corporales, proporcionando una sensación general de bienestar y equilibrio integral. Al combinar movimientos suaves y fluidos con técnicas de respiración profunda, esta práctica actúa como una forma de meditación en movimiento, ayudando a enfocar la mente y reducir las preocupaciones. La respiración controlada activa el sistema nervioso parasimpático, promoviendo la relajación y mejorando la oxigenación del cuerpo y la mente. Además, libera la tensión muscular acumulada y mejora la flexibilidad y la postura, lo que alivia el dolor y la incomodidad física, comunes en situaciones de estrés”.
En tanto, Daniel Corona, Fundador y Director del Templo Shaolin de México, destaca que el Tai Chi, aunque originado como un arte marcial, se ha transformado en una práctica terapéutica muy beneficiosa para la salud. Según él, en declaraciones a medios locales, no solo ayuda a mejorar la flexibilidad y el equilibrio, sino que también es ideal para personas en rehabilitación, al ser una actividad de bajo impacto que fortalece los músculos y mejora la coordinación. Además, promueve la socialización y es especialmente practicado por adultos mayores debido a sus bajos riesgos y múltiples beneficios para la salud mental y física
Los expertos subrayan que el Tai Chi puede ser practicado por personas de todas las edades y niveles de condición física. No se requiere estar en plena forma o tener una salud óptima para comenzar, lo que lo convierte en una opción accesible. Además de los físicos, el Tai Chi también ofrece beneficios mentales y emocionales. Los estudios sugieren que esta práctica puede reducir el estrés y la ansiedad.
En términos de salud cardiovascular, los investigadores de Harvard han encontrado que el Tai Chi puede ayudar a reducir la presión arterial y mejorar funciones vitales para el organismo. Este es un punto significativo, especialmente para personas con hipertensión o enfermedades cardíacas.
También puede ser beneficioso para personas con enfermedades crónicas. Los estudios indican que puede ayudar a manejar el dolor crónico, mejorar la calidad de vida y aumentar la capacidad funcional en personas con condiciones como la artritis. Un aspecto interesante que resaltan los expertos de Harvard es la dimensión social: practicar en grupo puede proporcionar apoyo social, lo que a su vez puede mejorar la adherencia y los beneficios psicológicos de la práctica.
“También hay un componente mental. Cuando tienes miedo de caer, estás ansioso. El Tai Chi te ayuda a relajarte, respirar, aumentar tu conciencia tanto de tu cuerpo como de tu entorno y visualizarte caminando con firmeza. Combinados, estos elementos ayudan a estabilizar el cuerpo físico, aumentan tu confianza y alivian la ansiedad relacionada con las caídas”, postulan en un artículo institucional de Harvard.
En ese tono, Sobo indicó que “la práctica de la atención plena es un gran alivio del estrés. Los movimientos del Tai Chi requieren que te concentres en la respiración y el movimiento al mismo tiempo, de modo que te concentras en lo que estás haciendo en lugar de en todo lo demás que sucede en tu vida”. Al tiempo que resaltó: “Tanto si tienes 16 años como si tienes 85, puedes practicar Tai Chi según tu nivel físico. Puedes modificar cualquier cosa. Haz los movimientos dentro de tus límites”.
Germán Bermúdez, presidente de la Federación de Artes Marciales de Argentina e instructor de Tai Chi, sumó a Infobae acerca de los beneficios: “Está demostrado en la actualidad que ayuda mucho en la parte articular en sí con los ejercicios que uno está trabajando. Ayuda a todos los problemas de artrosis. Uno trata de tener las articulaciones bien centradas para que la fuerza no recaiga sobre los ligamentos. En cuanto a lo orgánico, es equilibrar las energías, es decir, equilibrar el yin y el yang cuando las energías se estancan. Las energías que se estanca son las emociones y con el tiempo se produce enfermedad. Cada emoción corresponde a un órgano. Por ejemplo un enojo no resuelto con el tiempo, nos da problemas de hígado. Una tristeza, nos da problemas de pulmón. El Tai Chi es como tomar un remedio donde, por ejemplo a la persona que tiene la presión alta, se la va a a equilibrar”.
El experto explicó que el Tai Chi trabaja esencia, energía, espíritu, para equilibrar esos tres centros energéticos: “Esencia es todo lo que es la parte articular muscular y eso lo hacemos con el movimiento; la energía es la respiración. El espíritu, para el Taichi, sería la parte psíquica. Entonces con el ejercicio lento, con una respiración coordinada y con el movimiento, la mente va centrada en el movimiento y la respiración. Eso hace que uno logre sacar el estrés”.
Cómo empezar a practicar Tai Chi
Bermúdez, quien además es director de la escuela Luohan Qiqong, profesor de Taichi y Qigong de la Asociación de Cultura China, explica que, a la hora de empezar a practicar Tai Chi, los resultados no se ven en el momento. “Los resultados aparecen con la constancia. Hay que tener paciencia. Uno Primero aprende la estructura del Tai Chi, que es memorizar los ejercicios. Y después tenemos que empezar a sentir cada movimiento, cada articulación, cada zona del cuerpo que se mueve. Y por último, a sentir esa unión energética entre el cuerpo, la respiración y la mente”, detalló.
Una clase de Tai Chi podría incluir estas etapas, de acuerdo a los especialistas de la misma institución.
Calentamiento. “Los movimientos sencillos, como hacer círculos con los hombros, girar la cabeza de un lado a otro o balancearse hacia adelante y hacia atrás, ayudan a relajar los músculos y las articulaciones y a concentrarse en la respiración y el cuerpo”, plantearon.
Instrucción y práctica de las formas de Tai Chi. Sobre este punto enfatizaron: “Las formas cortas (conjuntos de movimientos) pueden incluir una docena de movimientos o menos; las formas largas pueden incluir cientos. Los diferentes estilos requieren movimientos más pequeños o más grandes. Por lo general, se recomienda una forma corta con movimientos más pequeños y lentos al principio, especialmente si eres mayor o no estás en buena forma”-
Qigong (o chi kung). “Traducido como ‘trabajo de respiración’ o ‘trabajo de energía’, consiste en unos minutos de respiración suave, a veces combinada con movimiento. La idea es ayudar a relajar la mente y movilizar la energía del cuerpo. El Qigong se puede practicar de pie, sentado o acostado”, ampliaron.
¿Con cuánta frecuencia se recomienda practicar Tai Chi? “Como no se trata de entrenamiento con pesas ni de carreras de larga distancia, muchas personas pueden practicar 20 minutos de Tai Chi todos los días sin problemas”, destaca Sobo. Al tiempo que resalta que “el cuerpo no necesita un día para recuperarse”. “Piensa en el Tai Chi como una forma de baile, puedes aprender los pasos de baile en unos pocos días, pero puedes pasar toda la vida dominándolo. Una vez que hayas aprendido los movimientos, intenta mejorarlos cada día. Aprenderás a hacerlos con más fluidez y a profundizar en ellos”.