Está ampliamente comprobado que no descansar bien influye en la salud general, en el estado de ánimo y en la productividad. Un sueño poco reparador puede deberse al estrés, preocupaciones, menopausia… o al compañero de cama. Tal vez ronca, se mueve mucho, habla en sueños o tira de las sabanas y nos destapa en mitad de la noche. Por lo tanto, no es raro que muchas parejas se planteen que dormir cada una por su lado podría ser la solución para evitar peleas y levantarse con las energías recuperadas.
Sin embargo, antes de concretar un “divorcio de sueño” y pasar a dormir en camas separadas o habitaciones diferentes, los nórdicos ofrecen una solución, el llamado método del sueño escandinavo para dormir mejor en pareja.
Es una tendencia que no deja de referirse a un concepto bastante antiguo: la misma cama, distintas frazadas. Se trata de una práctica muy común en países como Suecia, Noruega, Dinamarca y Alemania. De hecho, en esos lugares hay edredones 2 en 1 que se pueden unir o separar mediante un sistema de ganchos.
Los especialistas dicen que el método del sueño escandinavo brinda solo ventajas: permite mantener el espacio personal durante la noche, adecuar las necesidades diferentes en cuanto a la temperatura y también acurrucarse con el compañero/a sin problemas si se lo desea.
Washington Post hizo un testeo de cómo funciona el método. Dieron a cinco parejas dos edredones de plumón tamaño twin a cada uno y les pidieron que probaran durante una semana. Los resultados fueron en su mayoría a favor del sistema para dormir mejor.
Entre los beneficios que encontraron los participantes de la prueba estuvieron el no despertar al compañero al darse vuelta o levantarse de la cama. Otros descubrieron que “fue genial que cada uno tuviera su propia colcha” y destacaron que pudieron dormir mejor.
También hubo algunas críticas, como que las mantas se superponían y producían mucho calor y algunos problemas para hacer la cama, pero en general, los resultados fueron positivos, ya que el método permitía mantener la intimidad a la vez que cada uno estaba confortable con la temperatura de la cama.
Los beneficios de dormir en pareja
La doctora Stella Maris Valiensi, médica de la sección Trastornos del Sueño del Servicio de Neurología del Hospital Italiano y presidenta de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, expresó a Infobae en una nota reciente: “Los estudios han revelado que dormir en pareja tiene numerosos beneficios para la relación y para nuestro bienestar emocional, pues nos permite disfrutar de un buen descanso, estar de mejor humor en compañía, fortalecer la conexión con la persona con quien compartimos nuestra cama, reducir el estrés y, por supuesto, favorecer la intimidad. Es decir, dormir juntos es bueno en relación de vínculos.”
Pero la doctora también remarcó que si hay patologías del sueño estas pueden ocasionar trastornos en el que duerme al lado. “Roncar puede alterar esa relación. Tener apneas puede alterar dicha relación. Moverse mucho o actuar los sueños puede alterar esa relación, por lo que muchos prefieren también dormir separados”, destacó.
Las ventajas y desventajas del método
Según los expertos, el método escandinavo es beneficioso cuando el dormir con otra persona puede causar interrupciones en el sueño. Estos cortes pueden ocurrir por regulación térmica, movimientos o competencia por la ropa de cama.
Los especialistas en sueño coinciden en que el método escandinavo tiene ventajas, como reducir esas interrupciones del sueño y permitir una personalización de la ropa de cama. Sin embargo, entre las críticas se menciona que, aunque favorece la cercanía física, sin comprometer la calidad del sueño, podría sacrificar algo de intimidad.
Sin embargo, bien vale hacer la prueba con el método escandinavo, a favor de seguir durmiendo en pareja. Un estudio de 2022 publicado en la revista Sleep, realizado por Michael Grandner y su equipo, encontró que las personas que comparten la cama con su pareja “la mayoría de las noches” reportaron menos insomnio severo, menos fatiga, menos apnea del sueño, mejor sueño y la capacidad de quedarse dormidos más rápidamente. Asimismo, dormir con la pareja también se asoció con menos depresión, ansiedad y estrés, y mayor apoyo social y satisfacción en la relación y en la vida en general.
Por su parte, el doctor Agustín González Cardozo, MN 156517, neurólogo de la Unidad de Medicina de Sueño de Fleni destacó que “compartir la cama con la pareja es común entre los adultos y, en ocasiones, afecta la calidad del sueño. Sin embargo, los hallazgos hasta ahora son contradictorios y, en particular, los datos polisomnográficos [NdeR estudio para diagnosticar trastornos del sueño] sobre parejas que duermen juntos son variables”.
“Para la mayoría de los compañeros de cama, dormir juntos puede representar un compromiso y cada miembro experimenta un sueño poco satisfactorio. Sin embargo, sólo un escaso porcentaje de las parejas menores de 55 años duermen actualmente en camas separadas. Esto sugiere una fuerte asociación cultural entre ser una pareja y compartir la cama. Es probable que la asociación entre el sueño y las relaciones sea bidireccional y recíproca: la calidad de las relaciones cercanas influye en el sueño y las alteraciones del sueño influyen en la calidad de las relaciones cercanas”, resumió.
En definitiva, si el método escandinavo no mejora la calidad del sueño, los expertos sugieren consultar con un médico especialista para investigar los trastornos que impiden lograr un descanso reparador y darles un tratamiento adecuado.