Las semillas desde hace miles de años son utilizadas por las distintas culturas no sólo como medio para obtener alimentos en forma de plantas, sino también como fuente de nutrición en sí mismas.
Al estar repletas de vitaminas, minerales y antioxidantes, ofrecen una amplia gama de beneficios para la salud que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión y prevenir enfermedades. Además, su alto contenido de ácidos grasos esenciales, como los omega-3 y omega-6, promueve la salud cardiovascular y cerebral.
Las más recomendadas por los expertos son las semillas de chía, lino, cáñamo y calabaza. Incorporarlas a la dieta es muy fácil, puede ser un gran aporte a la salud y a una mejor calidad de vida a corto y largo plazo. La cantidad de fibra que le brindan al organismo favorece a una absorción de los nutrientes más efectiva por parte del sistema digestivo, además de generar una sensación de saciedad que previene el consumir alimentos en exceso y, en consecuencia, ayuda a regular el peso y el azúcar en sangre. Esto contribuye a lograr tener una vida más larga y saludable.
Semillas de chía
Las semillas de chía provienen de la planta herbácea Salvia hispanica, originaria de Centroamérica. Se caracterizan por ser extremadamente pequeñas, pero a la vez muy saludables. Las civilizaciones maya y azteca las consumían, y eran un gran pilar de su alimentación. Para consumirlas, se las puede agregar a postres, licuados, ensaladas, panes y hasta como reemplazo del huevo en algunas recetas, ya que al combinarlas con agua pueden generar una textura gelatinosa que cumpliría la función ligante del huevo.
Beneficios y propiedades de las semillas de chía
Los expertos de la Universidad de Harvard afirman que estas semillas brindan múltiples beneficios, desde reducir los niveles de colesterol en sangre, hasta cumplir funciones antiinflamatorias. Esto se debe a la cantidad y calidad de nutrientes que contienen.
Un gran aporte nutricional que logra obtenerse a partir de la ingesta de semillas de chía son los ácidos grasos omega-3. Estos componentes deben ser absorbidos de alimentos, ya que el cuerpo no los produce por sí mismo. Son utilizados por el organismo en procesos metabólicos, y consumirlos puede mejorar la circulación y las funciones cerebrales, lo cual ayuda a prevenir algunas enfermedades cardiovasculares y del sistema nervioso.
Desde la institución declaran que estas semillas contienen antioxidantes (tocoferoles, fitoesteroles, carotenoides y compuestos polifenólicos) que ayudan a combatir los radicales libres resultantes de los procesos metabólicos, que son los responsables de causar un estrés oxidativo en la célula el cual las deteriora y genera su envejecimiento prematuro. Además, al eliminar estos radicales libres disminuye la inflamación, el riesgo de cáncer y diabetes, y previene afecciones cardiovasculares y cognitivas.
Su aporte en fibras y proteínas es esencial para que el sistema digestivo funcione de manera correcta y absorba los nutrientes. Esto genera una sensación de saciedad más rápidamente que si se estuviesen consumiendo alimentos con menos carga nutritiva, lo cual ayuda a regular el peso y los niveles de azúcar en sangre, y previene complicaciones asociadas, como la diabetes tipo 2 y la arterosclerosis.
Semillas de lino
La linaza proviene de la planta de lino, originaria de los continentes de Asia y África. Son versátiles y pueden incorporarse fácilmente en la dieta diaria para disfrutar de la variedad de beneficios para la salud que ofrece, que van desde mejorar la digestión hasta promover la salud del corazón y la piel. Se pueden consumir enteras, en polvo o como aceite para agregarle a ensaladas, salsas y otras preparaciones.
Beneficios y propiedades de las semillas de lino
Sus componentes son similares a los de las semillas de chía: ácidos omega-3, fibras y proteínas. Por ende, son capaces de brindar los beneficios ya mencionados. Sin embargo, tienen propiedades que las distinguen.
Contienen un componente llamado lignano que, según los expertos de Cleveland Clinic, “están relacionados con un menor riesgo de desarrollar afecciones como osteoporosis, enfermedades cardíacas y cáncer de mama”, ya que funcionan como antioxidantes.
Además, son una importante fuente de potasio, el cual es un mineral esencial para la salud de los tejidos musculares, los huesos y las arterias, ya que tiene un rol esencial en los procesos metabólicos celulares. También es necesario para la transmisión efectiva de los impulsos nerviosos.
Semillas de cáñamo
Son las semillas comestibles de la planta de cáñamo, Cannabis sativa. Cabe aclarar que si bien la marihuana proviene de esta familia de herbáceas, las semillas de cáñamo se extraen de una variedad de planta distinta. Son pequeñas y de forma ovalada, con un sabor suave a nuez.
A menudo se las considera como un superalimento debido a su notable perfil nutricional y a los posibles beneficios para la salud que ofrecen. Pueden consumirse crudas, tostadas, molidas o como ingrediente en una variedad de platos, desde licuados y ensaladas hasta preparaciones horneadas y aderezos.
Beneficios y propiedades de las semillas de cáñamo
Estas semillas aportan altos niveles de los ácidos grasos omega-6 y omega-3, que en parte brindan algunos de los beneficios ya mencionados. En un estudio publicado en la National Library of Medicine (NIH) detallan cómo estos componentes provenientes específicamente de las semillas de cáñamo pueden servir para disminuir los síntomas molestos de afecciones dermatológicas como el eccema, ya que le proporcionan protección y elasticidad a la piel.
Además, según Cleveland Clinic, “son una rica fuente de ácido gamma-linolénico (GLA). Este ácido graso omega-6 puede reducir los efectos de la prolactina, una hormona que contribuye a la sensibilidad en los senos y otros síntomas del síndrome premenstrual (SPM)”.
Semillas de calabaza
Las semillas de calabaza se encuentran en el interior de la calabaza, una fruta de la familia de las cucurbitáceas. Son ricas en nutrientes, incluyendo proteínas, grasas saludables, fibra, vitaminas y minerales como el magnesio, el zinc y el hierro. Tienen un sabor ligeramente dulce y una textura crujiente cuando se tuestan, y son un excelente aperitivo nutritivo. Además, se pueden agregar a una variedad de platos, desde ensaladas y cereales hasta panes, para aumentar su valor nutricional y proporcionar un sabor delicioso y único.
Beneficios y propiedades de las semillas de calabaza
Lo que caracteriza a estas semillas es el magnesio que le pueden brindar al organismo. Las funciones de este mineral van desde el fortalecimiento del sistema inmunitario hasta el mantener los latidos del corazón constantes y regular la cantidad de azúcar en sangre.
Otros minerales presentes en las semillas de calabaza son el zinc y el hierro. El zinc, por su lado, participa en procesos tan esenciales como lo son la producción de proteínas y ADN, necesarios para la división celular. Y el hierro es parte del proceso de la creación de la hemoglobina, una proteína presente en la sangre que transporta oxígeno a todo el cuerpo. Todos estos aportes contribuyen a la prevención de enfermedades cardiovasculares, y por ende a una mejor calidad de vida.