Especialistas tanto de la Medicina como de la Psicología aseguran que para disfrutar de salud física y mental es fundamental dormir bien. De acuerdo al doctor Michael Twery, un experto en sueño del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, “el descanso afecta a casi todos los tejidos de nuestro cuerpo, a las hormonas de crecimiento y del estrés, nuestro sistema inmunitario, el apetito, la respiración, la presión arterial y la salud cardiovascular”. Es por eso que esa institución recomienda dormir unas ocho horas diarias.
Sin embargo, con frecuencia es imposible alcanzar ese descanso reparador. Puede ser por estrés, preocupaciones, contracturas, trabajo, menopausia… o por nuestro compañero de cama. Tal vez ronca, se mueve mucho, habla en sueños o tira de las sabanas y nos destapa en mitad de la noche. No descansar bien influye en la salud general, en el estado de ánimo y la productividad y puede resultar agotador. Por lo tanto, no es raro que muchas parejas se planteen que quizá dormir cada una por su lado podría ser la solución para evitar peleas y levantarse con las energías realmente recuperadas. Pero la pregunta es: ¿se puede lograr un sueño reparador durmiendo con la pareja?
El doctor Agustín González Cardozo, MN 156517, neurólogo de la Unidad de Medicina de Sueño de Fleni respondió a Infobae: “Compartir la cama con la pareja es común entre los adultos y, en ocasiones, afecta la calidad del sueño. Sin embargo, los hallazgos hasta ahora son contradictorios y, en particular, los datos polisomnográficos sobre parejas que duermen juntos son variables”, explicó.
La polisomnografía es un estudio que registra ciertas funciones corporales al dormir y que se utiliza para diagnosticar trastornos del sueño.
El doctor Cardozo añadió: “Para la mayoría de los compañeros de cama, dormir juntos puede representar un compromiso y cada miembro experimenta un sueño poco satisfactorio. Sin embargo, sólo un escaso porcentaje de las parejas menores de 55 años duermen actualmente en camas separadas. Esto sugiere una fuerte asociación cultural entre ser una pareja y compartir la cama. Es probable que la asociación entre el sueño y las relaciones sea bidireccional y recíproca: la calidad de las relaciones cercanas influye en el sueño y las alteraciones del sueño influyen en la calidad de las relaciones cercanas”, indicó el médico.
Por su parte, la doctora Stella Maris Valiensi, médica de la sección Trastornos del Sueño del Servicio de Neurología del Hospital Italiano y presidenta de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, expresó a Infobae: “Los estudios han revelado que dormir en pareja tiene numerosos beneficios para la relación y para nuestro bienestar emocional, pues nos permite disfrutar de un buen descanso, estar de mejor humor, en compañía, fortalecer la conexión con la persona con quien compartimos nuestra cama, reducir el estrés y, por supuesto, favorecer la intimidad. Es decir, dormir juntos es bueno en relación de vínculos.”
Sin embargo, la doctora remarcó que si hay patologías del sueño estas pueden ocasionar trastornos en el que duerme al lado. “Roncar puede alterar esa relación. Tener apneas puede alterar dicha relación. Moverse mucho o actuar los sueños puede alterar esa relación, por lo que muchos prefieren también dormir separados”, destacó.
Cómo afecta la intimidad
Dormir juntos o separados es una decisión que tiene dos enfoques distintos a tener en cuenta. Por un lado está la calidad del sueño y el descanso y, por el otro, la situación emocional de la pareja. ¿Cómo incide la forma de dormir en la relación?
El licenciado en Psicología Alexis Alderete, MP 85367, especialista en trastornos de ansiedad y entrenamiento en habilidades en Fundación Foro, posgrado en Sexología Clínica en la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana, manifestó a Infobae que la creencia popular establece que las parejas que duermen juntas tienen una mejor relación sexoafectiva.
“Algunas eligen mantener el contacto con el ser amado para mejorar la conexión emocional. Hay que entender que toda decisión de la pareja debe ser consensuada entre ambos miembros sobre la base de una comunicación abierta y asertiva comprendiendo los intereses individuales. En esta implicación se pondrán en juego la calidad del sueño de cada individuo, debido a que puede ocurrir que uno de los dos o ambos tengan problemas, desde ronquidos, que se mueva constantemente durante la noche o se despierte reiteradas veces. Todo esto repercutirá en lo físico y psicológico, como puede ser sentirse cansado durante el día, cambios constantes de humor, hasta aumento de peso”, declaró Alderete.
Pros y contras de dormir en pareja
Indudablemente, esta decisión, que antes era incuestionable y ahora muchos ponen en debate, es muy importante para la calidad de sueño (y de vida) de la pareja.
Según la doctora Valiensi, hay investigaciones que dormir acompañado tiene efectos beneficiosos, pues aumenta la fase REM del sueño y, además, las dos personas personas tienden a sincronizar la arquitectura de su sueño. Consideran que dormir en pareja podría mejorar la salud mental, memoria y habilidades creativas.
La doctora Valeria Caracoche, MN 157939, neuróloga de la Unidad de Medicina de Sueño de Fleni explicó a Infobae que en cuanto a beneficios, “dormir con una persona, en comparación con hacerlo individualmente, se asoció con casi un 10% más de sueño REM y menos fragmentación del mismo, incluso algunos estudios encontraron evidencia de sincronización de fases de sueño”. Vale aclarar que en el sueño REM por sus siglas en inglés (sueño de movimientos oculares rápidos) el cerebro y el organismo se energizan y es cuando se sueña. Se considera que este participa en el proceso de almacenamiento de recuerdos y aprendizaje.
Un estudio de 2022 publicado en la revista Sleep, realizado por Michael Grandner y su equipo, encontró que las personas que comparten la cama con su pareja “la mayoría de las noches” reportaron menos insomnio severo, menos fatiga, menos apnea del sueño, mejor sueño y la capacidad de quedarse dormidos más rápidamente. Asimismo, dormir con la pareja también se asoció con menos depresión, ansiedad y estrés, y mayor apoyo social y satisfacción en la relación y en la vida en general.
La doctora Caracoche añadió: “En relación a los distintos trastornos del sueño, como por ejemplo los respiratorios, movimientos, parasomnias e insomnio es esperable que la calidad de sueño de la pareja se vea interrumpida. Por ejemplo, los cónyuges de roncadores refieren con mayor frecuencia problemas de sueño, insomnio, fatiga diurna y somnolencia”.
Según la especialista, los pacientes que padecen apneas obstructivas del sueño pueden mejorar su calidad de vida mediante la utilización del dispositivo CPAP de presión positiva continua en las vías respiratorias, y se ha demostrado que este uso también mejora la calidad de vida de las parejas con quienes comparten la cama.
“En relación a los trastornos del movimiento y parasomnias (NdelR: por ejemplo, hablar durante el sueño) es frecuente observar golpes de manera involuntaria al compañero, lo cual es un hecho que obliga a las parejas a dormir en camas separadas”, indicó la especialista.
Estrategias para seguir durmiendo juntos
Si no no se desea renunciar a la cama compartida es importante discutirlo en pareja, dicen los expertos, conversar cuáles son los problemas y buscarles solución.
Por ejemplo, algo práctico es utilizar una cama inteligente, con un colchón de dos plazas que permita ajustar cada lado al gusto propio de forma independiente. O, si a uno de los dos suele tirar de las sábanas hacia su lado y destapar al otro, tener dos juegos individuales de ropa de cama, como hacen los nórdicos.
El llamado “método del sueño escandinavo” es la solución para dormir mejor en pareja o, por lo menos, sin peleas por el edredón. Es una tendencia que no deja de referirse a un concepto bastante antiguo: misma cama, distinto edredón. Se trata de una práctica muy común en países como Suecia y Alemania. De hecho, hay edredones 2 en 1 que se pueden unir o separar mediante un sistema de ganchos.
Los especialistas dicen que el método del sueño escandinavo brinda solo ventajas: permite mantener el espacio personal durante la noche, adecuar a las necesidades diferentes en cuanto a la temperatura y también acurrucarse con el compañero sin problemas si se lo desea.
Cómo impacta en la pareja dormir separados
Más allá de las incomodidades de los ronquidos y movimientos del compañero ¿decidir dormir cada uno en su cuarto puede distanciar a la pareja y hacerle perder intimidad?
El licenciado Alderete opinó: “Si la pareja elige dormir en cuartos separados debe ser por una decisión consensuada entre ambos integrantes y que no estén ocultando una problemática vincular que a largo plazo los termine separando. Esto se debe a que uno de los individuos puede malinterpretar que la decisión sea el inicio de una ruptura o que haya un tercero en discordia”.
De acuerdo al psicólogo, los posibles problemas que se pueden presentar en la pareja al dormir separados son:
- Falta de intimidad: debido a que la cercanía física durante la noche, como abrazarse o acurrucarse, puede fortalecer el vínculo emocional y mantener la conexión íntima.
- Pérdida de rutinas compartidas: compartir el mismo cuarto puede facilitar las costumbres diarias, como despertarse y acostarse al mismo tiempo. Estas suelen fomentar una sensación de compañerismo.
- Impacto en la vida sexual: la proximidad física puede desencadenar el deseo y mantener una conexión sexual más sólida. Dormir en habitaciones separadas puede requerir un esfuerzo adicional para mantener una vida sexual activa y satisfactoria.
Y si es necesario plantear la separación de camas, ¿cómo hacerlo? El licenciado Alderete recomendó expresar los motivos de la propuesta de dormir separados de una manera que no culpe a ninguna de las partes. “Hay que comunicar en el proceso las emociones implicadas y cuál es el beneficio para la pareja y/o uno de los miembros, destacando los beneficios para la salud del sueño y proponer alternativas para mantener la conexión emocional y física”.
Es importante encontrar soluciones que funcionen para ambos, sabiendo negociar ciertos aspectos que la otra persona considera clave, dijo el experto. “Un ejemplo claro que suele darse es que durante la semana si uno debe despertarse más temprano por motivos de trabajo duerman en camas separadas y el fin de semana lo hagan juntos para mantener la conexión emocional”, señaló el licenciado.
Para la doctora Valiensi, ante la consulta sobre qué es mejor, dormir juntos o separados, respondió: “Cada uno puede elegir lo que sienta que es mejor para su salud”.
Por otro lado, el doctor Joaquín Machado, MN 153786, neurólogo de la Unidad de Medicina de Sueño de Fleni, explicó a Infobae que según estudios realizados, existe una desconexión entre la calidad objetiva del sueño (medida con polisomnografía o actigrafía) y la calidad del sueño percibida (medida a través de mediciones subjetivas, como los autoinformes mediante cuestionarios).
“Los estudios que representan parejas, padres-hijo y dueño-mascota tienen resultados contradictorios, pero generalmente encuentran que compartir la cama conduce a aumentos en los despertares medidos objetivamente. Aunque se interpreta que esto indica una reducción de la calidad, las medidas subjetivas del sueño sugieren que compartir la cama en todas las díadas puede mejorar la calidad percibida del sueño al producir beneficios psicológicos positivos”.
Estos pueden deberse a que, con el tiempo, los humanos han tendido a dormir agrupados con otros, incluidos amigos, niños y mascotas, describió el experto. “En realidad, dormir en comunidad se consideraba más seguro porque habría más personas para responder en caso de una emergencia”, afirmó el doctor Machado.
Y concluyó: “Compartir la cama tiene efectos generalmente positivos sobre la calidad subjetiva del sueño, y esta elección al dormir puede reflejar factores psicológicos y culturales”.
Por su parte, el doctor González Cardozo indicó que si bien los datos son contradictorios existe bibliografía que podría explicar puntos a favor de dormir acompañado. “Sin embargo, esta relación bidireccional en contexto de parejas con trastornos del sueño implicaría una disminución en la calidad del mismo, por lo que es recomendable ser evaluados por un especialista en medicina del sueño ya que la mayoría de las patologías son tratables y pueden mejorar la calidad de sueño en pareja”.
Consejos para las parejas
El licenciado Alderete expresó: “Se debe comprender que, si surge la necesidad de dormir en cuartos separados, lo más importante es mantener una comunicación abierta y el respeto mutuo, sabiendo que la elección de cada pareja y la forma en que vivan es única, sin seguir patrones establecidos de lo que la sociedad espera de ellos”, expresó el psicólogo y brindó las siguientes recomendaciones:
- Hablar sobre las necesidades, preocupaciones y expectativas en relación con el sueño y la intimidad de la pareja. Que ninguna quede por encima de la otra, sabiendo respetar la individualidad de cada miembro y encontrar el balance para una pareja saludable.
- Mantener la conexión: Más allá del momento de dormir juntos, hay que encontrar tiempo de calidad fuera de la cama. Volver a tener momentos íntimos como cuando se conocieron, destacando aquellos que los enamoró del otro.
- Buscar ayuda profesional: Si la pareja no puede resolver la situación, puede consultar a un profesional en sexología que los ayude a reconstruir lo que alguna vez tuvieron, para que comprendan que en la relación la conducta de uno de los miembros termina afectando al otro e influyendo en la dinámica que crearon como pareja.