(Por Dennis Thompson - HealthDay News) ¿No puedes pagar Ozempic o costos tratamientos para bajar de peso? Es posible que pronto tengas otra opción para mejorar los números de la balanza, en forma de una cápsula vibradora digerible que engaña al cuerpo haciéndole creer que el estómago está lleno.
En un ensayo clínico efectuado en animales, se observó que la administración de la píldora del tamaño de un multivitamínico, 20 minutos antes de comer, sirvió para que los animales comieran alrededor de un 40 por ciento menos de lo habitual, informaron los investigadores.
“Para alguien que quiera perder peso o controlar su apetito, se podría tomar antes de cada comida. Shriya Srinivasan, profesora asistente de bioingeniería de la Universidad de Harvard. Esto podría ser realmente interesante en el sentido de que proporcionaría una opción que podría minimizar los efectos secundarios que vemos con los otros tratamientos farmacológicos que existen”, planteó en un comunicado de prensa la investigadora Srinivasan.
La cápsula, desarrollada en el Instituto Tecnológico de Massachusetts en Cambridge, aprovecha el proceso por el cual el estómago le indica al cerebro que está lleno, lo que te ayuda a darte cuenta de que es hora de dejar de comer. Un estómago lleno de líquido también puede enviar estas señales, por lo que las personas que hacen dieta con frecuencia beben un vaso de agua antes de comer, explicaron los investigadores en un nuevo estudio publicado en la edición del 22 de diciembre de la revista Science Advances.
Las vibraciones de la cápsula activan los mismos receptores en el estómago que sienten que se está estirando como resultado de estar llena de comida. Como resultado de esas señales, el cerebro inunda el cuerpo con insulina y otras hormonas que trabajan juntas para ayudar a la digestión y proporcionar una sensación de saciedad. Al mismo tiempo, reduce los niveles de grelina, la hormona que promueve el hambre.
Srinivasan tuvo la idea de la cápsula basándose en investigaciones anteriores que muestran que la vibración aplicada a un músculo puede inducir la sensación de que el músculo se ha estirado más de lo que realmente lo ha hecho.
“Me pregunté si podríamos activar los receptores de estiramiento en el estómago haciéndolos vibrar y haciendo que perciban que todo el estómago se ha expandido, para crear una sensación ilusoria de distensión que podría modular las hormonas y los patrones de alimentación”, dijo.
Como investigador postdoctoral en el MIT, Srinivasan y sus colegas diseñaron la píldora de vibración mecánica. Cuando la píldora llega al estómago, los ácidos disuelven una membrana de gelatina que cubre la cápsula. Que completa un circuito electrónico y activa el motor vibratorio.
En estudios con animales, los investigadores encontraron que las vibraciones de la píldora hacían que el estómago enviara señales al cerebro, lo que provocaba patrones de liberación de hormonas que reflejaban los que ocurren después de una comida. Esto sucedía incluso si los animales habían estado ayunando.
Como resultado, los animales comieron alrededor de un 40 por ciento menos en promedio que cuando la píldora no estaba activa, dijeron los investigadores. Las píldoras pasaron inofensivamente a través del tracto digestivo de los animales en cuatro o cinco días, sin causar daños aparentes.
La versión actual de la píldora está diseñada para vibrar durante aproximadamente media hora, pero los investigadores están explorando la posibilidad de adaptarla para que permanezca en el estómago por más tiempo.
Las señales inalámbricas podrían encender y apagar las vibraciones. Estas píldoras podrían ofrecer una opción menos costosa que los medicamentos para perder peso como Ozempic y Zepbound, señalaron los investigadores.
”Para muchas poblaciones, algunas de las terapias más efectivas para la obesidad son muy costosas. A escala, nuestro dispositivo podría fabricarse a un precio bastante rentable”, dijo Srinivasan.
“Me encantaría ver cómo esto transformaría la atención y la terapia para las personas en entornos de salud global que pueden no tener acceso a algunas de las opciones más sofisticadas o costosas que están disponibles en la actualidad”, agregó la experta.
A continuación, los investigadores planean explorar formas de aumentar la producción de las cápsulas, en preparación para los ensayos clínicos en humanos.