El estrés es una reacción habitual de los seres humano, ocurre cuando percibimos amenazas o desafíos para nuestro bienestar y antes esas situaciones de tensión respondemos con cambios físicos, mentales y emocionales, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Los síntomas del estrés pueden variar en función de la persona, al igual que las estrategias que se aplican para hacerles frente. En ese marco, este sentimiento de tensión puede causar o exacerbar diversos problemas de salud tanto físicos como mentales, desde sufrir enfermedades cardiovasculares hasta afecta la calidad de sueño de las personas.
1. Obesidad
Una investigación publicada por la revista Healthcare exploró cómo el estrés percibido se asocia con la obesidad y la hipertensión, tanto jóvenes como mayores.
En esta oportunidad, se utilizaron la información de 3.457 personas de un proyecto nacional en Corea del Sur. En varones, el estrés se vinculó con exceso de peso, mientras que en mujeres se relacionó con alteraciones en la presión arterial. Entre los mayores, se encontró que esa relación era menos prominente.
En las conclusiones, el análisis subrayó la relevancia de entender el rol del estrés en desórdenes metabólicos para desarrollar métodos preventivos y terapéuticos adaptados.
En el mismo sentido, de acuerdo con un informe de la Escuela de Medicina de Harvard, este problema provoca que las glándulas suprarrenales secreten cortisol, hormona que no solo incrementa el apetito sino también afecta la motivación general, lo que incluye el deseo de comer.
2. Enfermedades cardiovasculares
Un estudio publicado por la revista Cureus sugirió que el estrés aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular por mecanismos fisiopatológicos como la elevación de la presión arterial, disfunción endotelial y alteraciones metabólicas. Estos hallazgos ponen de manifiesto la importancia de integrar estrategias de manejo de este sentimiento de tensión física y mental para prevenir enfermedades al corazón en poblaciones de alto riesgo.
Como antecedente, una investigación de Journal of the American Heart Association se centra en examinar cómo los factores psicosociales en el trabajo, medidos por medio de los modelos de tensión laboral, equilibrio esfuerzo-recompensa y percepción de justicia organizacional, influyen en la salud cardiovascular.
Este resumen concluyó que un desequilibrio en estas dinámicas está asociado a un aumento significativo del riesgo de enfermedad coronaria. De esta manera, se subraya la importancia de promover un entorno equitativo y justo para reducir el estrés y proteger la salud cardíaca de los empleados.
3. Trastornos del sueño
De acuerdo con Mayo Clinic, organización sin fines de lucro y dedicada a la práctica de la medicina, las preocupaciones por el trabajo, los estudios, la salud o la familia pueden mantener la mente activa durante la noche, por lo que dificulta el sueño.
Según un estudio de Journal of Sleep Research, el estrés puede retrasar o adelantar el ritmo circadiano (cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas), lo que puede provocar problemas para conciliar el sueño o mantenerse despierto en los momentos adecuados.
De la misma forma, los autores señalas que “se necesitan investigaciones futuras sobre la reactividad del sueño para aclarar su neurobiología, caracterizar sus asociaciones prospectivas a largo plazo con el insomnio y los fenotipos del trastorno del trabajo por turnos, y establecer su valor pronóstico para las enfermedades mentales y otros trastornos no relacionados con el sueño”.
Consejos para manejar el estrés
Un reciente estudio de la consultora Voices en colaboración con Worldwide Independent Network of Market Research and Opinion Poll (WIN) analizó la percepción del bienestar psicológico en aproximadamente 30 000 personas de 39 países. En Latinoamérica, Paraguay se destaca con un 95%, liderando las valoraciones positivas sobre el estado de ánimo. No obstante, el informe señala que en la parte más baja del espectro, Ecuador registra un 69%, y Perú junto con Argentina se sitúan con un 68%.
En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece una serie de recomendaciones para prevenir el estrés y aumentar el bienestar psicológico:
-Establecer una rutina diaria en la que se incluyan momentos para la alimentación, el ocio y el ejercicio puede incrementar la sensación de control y calma en la vida cotidiana.
-Tener un sueño reparador es crucial para la salud física y mental al implicar horarios constantes y un ambiente propicio para dormir. Además de limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse.
-Es vital mantener la conexión social al compartir preocupaciones y sentimientos con familiares y amigos para disminuir el estrés y promover el bienestar emocional.
-Seguir una dieta equilibrada y mantenerse hidratado con un consumo regular de frutas y verduras. De esa manera, se contribuye positivamente a la salud.
-Realizar actividad física regularmente ayuda a manejar el estrés, sea a través de ejercicios intensos o caminatas sencillas, y se recomienda limitar la exposición a las noticias.