El Día Mundial del Veganismo se celebra el 1 de noviembre, una fecha que conmemora la fundación de una sociedad internacional vegana en 1944. Esta efeméride no es solo un recordatorio de una elección alimentaria, sino de un compromiso con el planeta y todos sus habitantes.
Es que el veganismo ha dejado de ser una simple predilección para convertirse en un estilo de vida. Aquellos que adoptan esta filosofía no solo evitan los productos de origen animal en su dieta, sino que también se comprometen con el respeto hacia los derechos de todas las especies y la preservación del medio ambiente.
Según los especialistas de Mayo Clinic, “las dietas veganas excluyen la carne de vaca, ave y pescado, los huevos, los productos lácteos y los alimentos que contienen estos productos”.
1 - El cuidado animal
El escritor Javier Morales, autor del libro “El día que dejé de comer animales” (Silex Ediciones, 2017), destaca la creciente conciencia social sobre el trato que reciben los animales de granja. Estas especies, que a menudo viven en condiciones inhumanas, se han convertido en el centro de atención de muchos defensores de sus derechos.
Es que el veganismo va más allá de la alimentación, y rechaza cualquier práctica que implique crueldad hacia los animales, desde testeos de productos cosméticos hasta espectáculos que los involucren. No por nada, en países como España, las corridas de toros son un tema particularmente controvertido en la comunidad vegana.
Para Veganuary, “la ganadería amenaza la supervivencia de la vida en la Tierra y es la mayor causa de sufrimiento animal. Por lo tanto, un cambio masivo hacia una alimentación basada en plantas es la solución”.
2 - El impacto ambiental
El impacto ambiental de la producción animal es otro argumento a favor del veganismo. ¿Por qué? Entre otras cosas, porque los animales criados para consumo ocupan vastas extensiones de tierra, requieren grandes cantidades de agua y cereales, y generan emisiones significativas de gases de efecto invernadero.
Recientemente, un estudio de la Universidad de Oxford analizó el impacto ambiental de diferentes dietas. Los resultados, publicados en la revista Nature Food, mostraron que las dietas veganas tienen un impacto ambiental significativamente menor que las dietas ricas en carne. “El impacto ambiental de los alimentos de origen animal es generalmente mayor que el de los alimentos de origen vegetal debido tanto a los procesos directos relacionados con el manejo del ganado como a los procesos indirectos debido a la ineficiencia del uso de cultivos para la alimentación animal”, postularon los autores.
Este trabajo consideró diversos factores, como el lugar y método de producción de los alimentos, para obtener una imagen precisa del impacto ambiental de cada dieta. Los hallazgos revelaron que incluso la dieta vegana menos sostenible es más respetuosa con el medio ambiente que la dieta carnívora más sostenible. Los alimentos de origen animal, especialmente la carne y los lácteos, tienen un impacto ambiental considerablemente mayor que los alimentos de origen vegetal, según plantearon. Michael Clark, coautor del estudio, señala: “La producción de carne tiene un alto costo ambiental debido al uso intensivo de recursos y a las emisiones generadas por la agricultura animal”.
3 - La incidencia del veganismo en la salud
Además de los beneficios éticos y ambientales, muchos consideran que el veganismo es beneficioso para la salud, amparándose en que una dieta vegana puede reducir el riesgo de algunas enfermedades.
Consumir una dieta compuesta principalmente por alimentos de origen vegetal puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca hasta en un 52%, según señaló una investigación publicada en revista científica Journal of the American Heart Association.
Sin embargo, adoptar este hábito requiere información y planificación: es esencial asegurarse de obtener todos los nutrientes necesarios, y en algunos casos, puede ser necesario complementar la dieta con suplementos, como la vitamina B12.
Según Mayo Clinic, “una dieta vegana, por ejemplo, elimina las fuentes naturales de vitamina B-12, así como los productos lácteos, que son buenas fuentes de calcio. La deficiencia de vitamina B-12 puede pasar desapercibida en personas que siguen una dieta vegana. Esto se debe a que la dieta vegana es rica en una vitamina llamada folato, que puede enmascarar la deficiencia de vitamina B-12. Por esta razón, es importante que los veganos consideren el consumo de suplementos vitamínicos, cereales enriquecidos con vitaminas y productos de soja fortificados”.
4 - Los productos veganos, un mercado cada vez más extendido
El veganismo ha ganado una gran popularidad a nivel mundial. Y no es para menos, ya que el mercado de productos veganos ha experimentado un crecimiento exponencial. Según las últimas mediciones anuales realizadas por Veganuary, una organización británica dedicada a la promoción del veganismo, en 2022 se lanzaron en todo el mundo más de 1.560 nuevos productos y menús veganos. En tanto, de acuerdo a la misma entidad, “el mercado de carne vegana a nivel mundial se acelerará en un 93% para 2025″.
El auge del veganismo no solo se refleja en la alimentación. Sectores como la cosmética, la moda y la investigación también han experimentado un crecimiento notable en la oferta de productos libres de crueldad animal. Las motivaciones para adoptar el veganismo son diversas. Sin embargo, la ética animal es, sin duda, una de las razones principales. Muchos consideran que es una falta de respeto utilizarlos para alimentación, vestimenta o cualquier otro propósito, por lo que optan por artículos sin crueldad en el proceso.
5 - Cómo iniciar una dieta vegana
Es importante destacar que no todos los que reducen su consumo de carne se identifican como veganos. Existen diversas categorías, como los flexitarianos, que consumen productos animales ocasionalmente, y los vegetarianos, que incluyen productos derivados de animales en su dieta. Los veganos, por otro lado, son aquellos que han eliminado completamente los productos de origen animal de su dieta y estilo de vida.
De acuerdo a Mayo Clinic, para iniciar una dieta de este tipo, es recomendable reducir gradualmente el consumo de carne e incrementar la ingesta de frutas y verduras. Una estrategia es aumentar semanalmente las comidas sin carne que más nos gustan, como espaguetis con salsa de tomate, e incorporar hortalizas de hoja verde como espinaca o col rizada.
Por otro lado, se pueden adaptar las recetas favoritas omitiendo la carne; por ejemplo, hacer chili con una lata extra de porotos negros en lugar de carne molida. Es esencial diversificar y explorar nuevos menús en línea, adquirir libros de cocina especializados y probar platos de restaurantes con opciones aptas para asegurar una dieta equilibrada y variada.
*Fotos: Getty