La mitad de los jóvenes siente estrés y ansiedad en el trabajo, según un informe internacional

La generación Z (personas que nacieron entre 1995 y 2010) está enfrentando problemas de salud mental en el centro laboral, lo que causa preocupación con respecto a su futuro. De acuerdo con una encuesta, casi la mitad de los jóvenes (46 %) siente estrés y ansiedad en el trabajo todo o la mayor parte del tiempo.

Estos datos fueron revelados en un informe de Deloitte que recopiló información sobre el trabajo y las condiciones de vida de más de 22 000 encuestados en 44 países entre noviembre y diciembre de 2022: 14.483 eran de la generación Z y 8.373 eran millennials (nacieron aproximadamente entre 1981 a 1994).

Por otro lado, la situación no parece ser mucho más prometedora para los millennials, quienes también informaron altos niveles de tensión laboral. El 39 % afirmó sentirse estresado o ansioso siempre o la mayor parte del tiempo durante su jornada laboral.

De acuerdo con el informe, los principales factores de estrés para estos grupos son su futuro financiero a largo plazo, sus finanzas diarias y la salud y bienestar de sus familias. Aspectos relacionados con la salud mental y el entorno laboral, como las altas cargas de trabajo, un balance inadecuado entre la vida personal y profesional, y las culturas de equipo negativas, también generan preocupaciones. Estas generaciones informan un incremento en los niveles de agotamiento debido a las tensiones laborales.

Las redes sociales tienen un impacto ambivalente en la salud mental de estas generaciones. Casi la mitad declara que su efecto es positivo, pero, por otro lado, más de 4 de cada 10 manifiestan que estas plataformas los hacen sentir solos o insuficientes, ejerciendo presión sobre ellos para mantener una presencia en línea constante.

La encuesta también reporta que el acoso en el lugar de trabajo es una gran preocupación, en particular para los jóvenes. Más de seis de cada 10 miembros de la generación Z (61 %) y cerca de la mitad de los millennials (49 %) han experimentado acoso en su centro laboral en los últimos 12 meses.

Estas estadísticas no son las únicas que causan asombro, pues también se complementan con un estudio de Oliver Wyman con más de 42.000 participantes de 26 países que evaluó las dimensiones mental, física, social y espiritual de la salud. Según los resultados, la mitad de los jóvenes (50 %) ha recibido apoyo para manejar problemas de salud mental, tales como ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático, trastorno obsesivo-compulsivo, entre otros.

La encuesta reveló que la generación Z tiene 1.9 veces más posibilidades que otras generaciones de padecer trastornos de salud mental, con un 39 % de los participantes que han experimentado depresión en los últimos dos años y un 42 % que ha vivido ansiedad.

En conversación con Infobae, la doctora Silvia Ongini, médica psiquiatra infantojuvenil del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas José de San Martín y presidenta de Centro de Prevención y Atención del Abuso Sexual en la Infancia y Adolescencia (CePasi), señaló cuáles son las cualidades de los jóvenes de la generación Z.

“Las características que tienen es que, por un lado, son nativos digitales, es decir, que cuando nacieron ya todos los medios de comunicación estaban en uso y fueron los primeros usuarios de todas las redes sociales, con el impacto que tiene esto en la conformación de la socialización. También atravesaron un montón de circunstancias, en las que se vivieron hechos terribles, como el atentado a las Torres Gemelas o la pandemia, que la comunicación rápida y acelerada las impuso de otra manera en su cotidianidad”, mencionó.

Además, la especialista señaló que una problemática que los afecta está relacionada con la baja tolerancia a la frustración. “Precisamente, esta cuestión más meritocrática del esfuerzo y el trabajo para obtener los logros, o lo que era, entre comillas, considerado éxito en otras épocas, ahora en el posmodernismo, están devaluados y se buscan respuestas inmediatas. Esto incide claramente en una baja tolerancia a la frustración y también en una modificación de los estándares perseguidos como satisfacción o éxito”, indicó.