Cómo actuar ante el estrés y la ansiedad: 15 consejos de la Clínica Mayo

Existen recomendaciones de estilo de vida, alimentación y recursos psicológicos para estos trastornos cada día más frecuentes, que interfieren con las actividades cotidianas e impiden disfrutar de la vida plenamente

Para quienes enfrentan trastornos de ansiedad, es crucial aprender sobre su problema, buscar tratamientos adecuados y mantener una actitud proactiva hacia su bienestar (Freepik)

El estrés es algo que casi todo el mundo conoce bien y experimenta con frecuencia. Es esa sensación de presión, generalmente como resultado de tener demasiado para hacer y muy poco tiempo para realizarlo. En una vida ocupada, el estrés es casi inevitable. Se produce por eventos que son positivos (nuevo trabajo, vacaciones o matrimonio) así como negativos (pérdida del trabajo, divorcio o muerte en la familia). El estrés no es el problema en sí, sino la reacción psicológica o física ante el evento.

La ansiedad es un sentimiento de tensión que a menudo acompaña al estrés. Por lo general, se dirige hacia el futuro, hacia algo que puede suceder pronto. Un poco de ansiedad puede motivar o ayudar a responder al peligro. Sin embargo, si se tiene ansiedad constante que interfiere con las actividades diarias y dificulta disfrutar de la vida, entonces puede ser un problema.

Qué hacer ante el estrés y la ansiedad

Para tener el estrés bajo control es recomendable seguir estos consejos:

1. Mantenerse activo físicamente. Desarrollar una rutina para la mayoría de los días de la semana. El ejercicio es un poderoso reductor del estrés. Puede mejorar el estado de ánimo y ayudar a estar saludable. Comenzar lentamente y aumentar gradualmente la cantidad y la intensidad de las actividades.

2. Dejar de fumar y reducir o abandonar las bebidas con cafeína. Tanto la nicotina como la cafeína pueden empeorar la ansiedad.

Una de las formas más efectivas de combatir el estrés y la ansiedad es mantenerse físicamente activo. El ejercicio no solo mejora el estado de ánimo, sino que también promueve la salud general

3. Comunicar las inquietudes. Hablar con un amigo de confianza ayuda a aliviar el estrés y puede brindar una perspectiva más positiva de una situación. Esto puede conducir a un plan de acción saludable.

4. Utilizar técnicas de relajación y manejo del estrés. La visualización, la meditación y el yoga son recursos que pueden aliviar la ansiedad.

5. Aprender a relajarse. El objetivo es reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial y, al mismo tiempo, disminuir la tensión muscular.

6. Hacer del sueño una prioridad. Asegurarse de dormir lo suficiente como para sentirse descansado. Si no se puede dormir bien, consultar al médico.

7. Comer sano. Una alimentación saludable (como centrarse en verduras, frutas, cereales integrales y pescado) puede estar relacionada con una reducción de la ansiedad, pero se necesita más investigación.

8. Evitar el alcohol y las drogas recreativas. Estas sustancias pueden causar o empeorar la ansiedad. Si no es posible dejar de fumar, consultar a su médico o buscar un grupo de apoyo.

Herramientas como la meditación, el yoga y la visualización pueden ser aliados poderosos en la lucha contra la ansiedad, ayudando a calmar la mente y el cuerpo (Imagen ilustrativa Infobae)

Para afrontar un trastorno de ansiedad, aquí hay algunos aspectos a considerar:

9. Informarse. Hablar con el médico o proveedor de salud mental. Descubrir qué podría estar causando la afección específica y qué tratamientos podrían ser adecuados. Involucrar a los familiares y amigos y pedirles su apoyo.

10. Seguir un plan de tratamiento. Tomar los medicamentos según las indicaciones del médico. Cumplir con las citas de terapia y realizar las tareas que el terapeuta asigne. La constancia puede marcar una gran diferencia, especialmente cuando se trata de tomar los medicamentos.

11. Aprender qué desencadena la ansiedad o causa estrés. Practicar las estrategias desarrolladas con el especialista en salud mental para prepararse para lidiar con los sentimientos de ansiedad en estas situaciones.

12. Mantener un diario. Hacer un seguimiento de la vida personal puede ayudar a identificar las causas del estrés y qué cosas ayudan a sentirse mejor.

Actuar rápidamente y buscar ayuda psicológica con un profesional puede hacer una diferencia significativa en la gestión de los síntomas

13. Unirse a un grupo de apoyo para la ansiedad. Recordar que no se está solo. Los grupos de apoyo ofrecen compasión, comprensión y experiencias compartidas. La Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales y la Asociación Estadounidense de Ansiedad y Depresión brindan información sobre cómo encontrar apoyo.

14. Aprender técnicas de gestión del tiempo. Se puede reducir la ansiedad aprendiendo a administrar cuidadosamente el tiempo y la energía. Al sentir ansiedad dar una caminata rápida o practicar un pasatiempo para volver a enfocar la mente y alejarla de sus preocupaciones.

15. Socializar. No permitir que las preocupaciones logran aislar de los queridos o de las actividades cotidianas.

Cómo prevenir el estrés y la ansiedad

No hay forma de predecir con certeza qué causará que alguien desarrolle un trastorno de ansiedad, pero es posible tomar medidas para reducir el impacto de los síntomas:

El alcohol, las drogas recreativas y la cafeína pueden exacerbar la ansiedad. En cambio, la alimentación saludable, en base a verduras, frutas, cereales integrales y pescado puede ser de ayuda

- Buscar ayuda pronto. La ansiedad, como muchas otras afecciones de salud mental, puede ser más difícil de tratar si se tarda en consultar.

- Mantenerse activo. Participar en actividades que se disfruten y que hagan sentir bien. Buscar el apoyo de la interacción social y las relaciones afectuosas, que pueden aliviar las preocupaciones.

- Evitar el consumo de alcohol o drogas: pueden causar o empeorar la ansiedad. Si se es adicto a alguna de estas sustancias, dejar de fumar puede provocar ansiedad. Si no es posible dejar de fumar por la propia cuenta, consultar al médico o buscar un grupo de apoyo.

* Dana Sparks es periodista independiente