Cuáles son las frutas que pueden ayudar a reducir el colesterol

El colesterol alto, o hipercolesterolemia, puede generar graves problemas de salud si no se controla. Afortunadamente, la solución podría estar en su cesta de frutas

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Si bien las estrategias alimentarias
Si bien las estrategias alimentarias son herramientas de prevención efectivas en la mayoría de la población, no pueden sustituir las indicaciones de tratamientos indicadas por un profesional de la salud

El colesterol alto o hipercolesterolemia es una elevación de los niveles de colesterol en sangre por encima del rango de valores que se considera “ideal” u “óptimo”. En ese sentido, indicaron que cuando hay un exceso en la sangre se produce una acumulación dentro de las arterias que puede compromete la llegada de sangre, oxígeno y nutrientes a los órganos y tejidos.

El colesterol es una sustancia que circula en la sangre y es una grasa natural presente en cualquier organismo, imprescindible para su funcionamiento. En contraposición, la obesidad y una dieta no saludable, con abundancia de comidas procesadas y ricas en azúcares, es la causa más frecuente de la hipercolesterolemia, siendo que el Colesterol LDL (denominado popularmente como colesterol malo), cuando se encuentra en valores elevados, tiende a depositarse en las paredes de las arterias formando placas de ateroma (arteriosclerosis) y favoreciendo el desarrollo de enfermedad coronaria, ictus y enfermedad arterial periférica.

La dieta juega un papel fundamental en el control de los niveles de colesterol, y en ese sentido, las frutas son claves por su gran cantidad de fibra.

Los especialistas de Harvard, en su lista de alimentos que ayudan a disminuir el colesterol LDL, mencionan a las frutas como las manzana, las uvas, las fresas y los cítricos como vegetales ricos pectina, un tipo de fibra soluble que ayuda a reducir el LDL.

La fibra soluble que se
La fibra soluble que se encuentra en alimentos como los cítricos, las manzanas y las peras ayudan a controlar el colesterol (Foto: Freepik)

Si bien las estrategias alimentarias son herramientas de prevención efectivas en la mayoría de la población, los expertos coinciden en que no pueden sustituir las indicaciones de tratamientos indicadas por un profesional de la salud.

Consultado por Infobae, el doctor Pablo Corral, especialista en medicina interna, lipidólogo y presidente de la Sociedad Argentina de Lípidos (SAL) explicó que “si un paciente tiene indicado tomar medicación, no puede reemplazarla por una dieta recomendada para bajar los niveles de colesterol. Ahora, si una persona tiene los niveles en el límite y no requiere tratamiento farmacológico, y quiere intentar bajar los niveles de colesterol ahí sí puede usar estas estrategias en la dieta”, dijo a Infobae

Las frutas, aliadas para controlar el colesterol

“Una dieta rica en frutas y verduras puede aumentar las sustancias importantes que reducen el colesterol en su dieta. Estas sustancias, llamadas estanoles o esteroles vegetales, funcionan como fibra soluble”, indicaron desde los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Asimismo, los NIH indican que la vitamina C podría interferir con ciertos medicamentos, como las estatinas y la niacina, comúnmente recetados para esta condición, por lo que recomendaron consultar a un profesional de la salud si se está bajo tratamiento médico, más aún mediante suplementos.

La pectina, una fibra soluble
La pectina, una fibra soluble contenida en los cítricos, contribuye a la reducción de los niveles de LDL, el 'colesterol malo' Getty

Al respecto, la doctora Monique Tello explicó, en un artículo para Harvard Health, que la fibra soluble “se convierte en un gel espeso en nuestros intestinos, ralentizando la digestión y capturando las grasas, evitando así su completa absorción. Esto reduce los niveles de colesterol”.

De hecho, un estudio en The Lancet sugiere que la ingesta diaria de, al menos 25 gramos, de fibra alimentaria puede asociarse con menores niveles de colesterol, además de menor peso, presión arterial y azúcar en sangre.

Entre los cítricos, consumir pomelo o toronja, específicamente de la variedad roja, puede contribuir a la prevención de enfermedades cardíacas, según un estudio realizado en pacientes con estas afecciones. Según advirtieron, quienes ingerían una cantidad equivalente a una de estas frutas al día presentaban una reducción significativa en sus niveles de colesterol, en relación con aquellos que no la incorporaron a su dieta diaria.

El limón también muestra un efecto beneficioso sobre la salud cardiovascular, lo que redunda en mejor control de los niveles de colesterol, gracias a su contenido de naringenina, un componente que previene la acumulación de placa en las arterias, según un estudio publicado por los NIH.

Naranjas, mandarinas y toronjas: un
Naranjas, mandarinas y toronjas: un trío poderoso contra el colesterol Archivo

Vale destacar que la vitamina C también se encuentra en otras frutas y verduras, como las bayas, las papas, los tomates, los pimientos, el repollo, las coles de Bruselas, el brócoli y las espinacas.

Además del colesterol, la vitamina C desempeña un papel primordial en la formación de vasos sanguíneos, cartílagos, músculos y colágeno en los huesos, según explicaron desde la Clínica Mayo. Además, es esencial, incluso, en el proceso de curación del cuerpo y en la absorción y almacenamiento del hierro; y funciona como un barrera contra bacterias y virus.

Incluso, actúa como un antioxidante, protegiendo las células contra los efectos dañinos de los radicales libres, los cuales se generan cuando el cuerpo descompone los alimentos o se expone al humo del tabaco y la radiación y puede tener un papel negativo ante enfermedades cardíacas, cáncer y otras enfermedades.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la vitamina C en forma de suplementos puede no ofrecer los mismos beneficios que los antioxidantes naturales presentes en los alimentos, según advirtieron desde la Clínica Mayo.

Mientras que en términos de interacciones, es importante mencionar que la vitamina C podría interferir con ciertos medicamentos, como las estatinas y la niacina, que son comúnmente recetados para reducir los niveles de colesterol alto. Por tanto, es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de incorporar esta fruta si se está bajo tratamiento médico, más aún cuando se incorpora en forma de suplementos.

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