El estrés es una parte inevitable de la vida. Son las respuestas fisiológicas y psicológicas a situaciones que el cuerpo y la mente encuentran abrumadoras.
Cuando se utiliza positivamente, puede conducir al crecimiento, la acción y el cambio. Pero el estrés negativo, a largo plazo, puede disminuir la calidad de vida. Por ejemplo, algo bueno como casarse, comenzar un nuevo trabajo o ser padre pueden producir un estrés significativo.
Y cuando las personas luchan para hacer frente a situaciones estresantes, los síntomas de depresión y ansiedad pueden volverse más evidentes.
Los enfoques para el manejo del estrés incluyen:
- Habilidades de aprendizaje, como la resolución de problemas, la priorización de tareas y la gestión del tiempo.
- Aumentar la capacidad para hacer frente a la adversidad. Por ejemplo, se puede aprender a mejorar las reacciones emocionales, aumentar el control, encontrar mayor significado y propósito en la vida, y cultivar la gratitud y el optimismo.
- Practicar técnicas de relajación, como respiración profunda, yoga, meditación, tai chi, ejercicio y oración.
- Mejorar las relaciones personales.
Sin embargo, la terapia de masajes es otra opción para luchar contra el estrés. Algunas personas creen erróneamente que los masajes son solo para mimarse. Si bien esto es cierto, también ayudan a controlar la ansiedad, la depresión y el insomnio.
Beneficios físicos
Los estudios sobre los aportes del masaje han demostrado que éstos pueden lograr:
- Ayudar a reducir el estrés
- Disminuir el dolor y la tensión muscular
- Aumentar la relajación
- Mejorar la función del sistema inmunitario.
Un masaje hace algo más que hacernos sentir bien: puede reducir la cantidad de cortisol en el cuerpo, una hormona que se produce cuando una persona está estresada: aumenta la glucosa en el torrente sanguíneo, mejora su uso por parte del cerebro y frena las funciones que no son esenciales en una situación de lucha o huida.
Un masaje de una hora reduce el cortisol en el cuerpo y también libera serotonina. Este neurotransmisor también se llama “la hormona de la felicidad” porque reduce los sentimientos de depresión y transmite señales entre los nervios y el cuerpo.
Al reducir el cortisol y aumentar la serotonina, incrementa la capacidad del cuerpo para combatir el dolor, la ansiedad y los sentimientos de tristeza.
Además, el masaje podría considerarse un abrazo de una hora, ya que puede satisfacer la necesidad de contacto humano, siendo que una sesión brinda un lugar seguro y enriquecedor para descansar físicamente.
Beneficios emocionales
El masaje brinda muchas ventajas desde el punto de vista emocional, que pueden ser tan importantes como los aportes al cuerpo. Muchas personas dicen que después de un masaje se sienten más relajadas y tranquilas. Es un lugar seguro y sereno para que las personas se vuelvan a enfocar y encuentren claridad.
Además, esta terapia puede reducir los niveles de estrés y los sentimientos de ansiedad, ya que ayuda a mejorar el estado de ánimo y la relajación, al mismo tiempo que aumenta la confianza y la autoimagen.
Si se experimenta depresión o ansiedad, o simplemente se está sobrecargado de estrés adicional, el masaje puede ser una parte efectiva del tratamiento. Puede crear una sensación de alivio y empoderamiento, y permitir concentrarse en la conexión mente-cuerpo.
Los masajistas escuchan las necesidades e inquietudes de las personas. Pueden desarrollar un plan de tratamiento para disminuir el estrés y los síntomas de ansiedad y depresión. Las sesiones varían de 15 a 90 minutos de duración. El masaje terapéutico puede ayudar en el camino hacia la buena salud mental.
Las recompensas de aprender a manejar el estrés pueden incluir tranquilidad, menos estrés y ansiedad, una mejor calidad de vida, una mejora en afecciones como la presión arterial alta, mejor autocontrol y concentración, y relaciones saludables. Además, se puede tener una vida más prolongada y saludable.
* Amy Marsolek es fisioterapeuta en el Sistema de Salud de Mayo Clinic, La Crosse, Wisconsin.
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