En algunos países, como México, Tailandia o la India, reina la gastronomía picante. Por la globalización, ese tipo de comida se ha popularizado y dispersado en el mundo. Muchas de esas comidas tienen pimientos, ajíes o chiles picantes.
Su consumo puede tener beneficios para la salud humana. Pero también comer picantes en exceso puede implicar riesgos que se deberían tener en cuenta, según diferentes expertos en nutrición.
Uno de los componentes principales del picante es la capsaicina, que se encuentra en varias plantas que están dentro del género Capsicum, que es nativo de las regiones tropicales y subtropicales de América.
La capsaicina es una sustancia oleaginosa. Cuanta más capsaicina, más picante es el pimiento. La cantidad de capsaicina que contiene un alimento se mide en unidades Scoville (SHU).
“Cada persona reacciona de forma diferente a la capsaicina”, dijo el doctor Allan Capin, de la Clínica Cleveland de los Estados Unidos. “Algunas personas son naturalmente más tolerantes al picante por genética. Simplemente nacen con menos receptores para la capsaicina, lo que les confiere una tolerancia incorporada al calor”.
Para la especialista médica Marianela Ackermann, integrante del grupo Obesidad de la Sociedad Argentina de Nutrición, “los picantes, ajíes o chiles picantes tienen beneficios. Pero también riesgos y por eso hay que tomar precauciones y consumirlos con cuidado”.
Si se consumen con moderación, los alimentos picantes tienen muchos beneficios para la salud, según dijo a Infobae la doctora Ackerman. El consumo de alimentos picantes con capsaicina puede mejorar el metabolismo y ayudar a controlar el peso.
También hay evidencias que señalan que la capsaicina contribuir a dar más saciedad y a mejorar la salud del corazón, el nivel de colesterol, la presión arterial alta, y la diabetes tipo 2. Desde el punto de vista de la microbiota intestinal, la capsaicina podría mejorar su composición con un efecto positivo. También tiene propiedades antiinflamatoria”, resaltó Ackerman.
Pero la experta advirtió: “El consumo de picantes con capsaicina debe hacerse en el marco de un plan de alimentación con equilibrio”.
Un estudio publicado el año pasado reveló que el consumo de chile, ajíes o pimientos estaba relacionado con una reducción de la acumulación de calcio en las paredes de las arterias coronarias, que suministran sangre al corazón. En el estudio participaron más de 6.000 adultos de China. Fue publicado en la revista Hypertension.
También el especialista de la Clínica Cleveland resaltó cuáles son los riesgos de comer alimentos muy picantes. Su consumo puede afectar a personas que no están acostumbradas a comer ese tipo de alimentos.
Los picantes puede tener efectos negativos en personas que ya desarrollaron problemas gastrointestinales, personas que son más sensibles a la capsaicina.
La capsaicina tiene la capacidad única de activar los receptores de calor de la piel. Ese impacto induce al sistema nervioso a creer que el cuerpo se está sobrecalentando. De este modo, el cerebro activa los mecanismos de enfriamiento. Así que no sólo se saborean los alimentos picantes, también se sienten más.
Por esto, existe el riesgo de que los alimentos picantes pueden causen irritación interna, inflamación y dolor. El cuerpo puede registrar a la capsaicina como una toxina e intentar deshacerse de ella. Los síntomas son dolor abdominal, diarrea, dolor en el pecho, dolores de cabeza, y vómitos.
En personas que no los consumen habitualmente, los alimentos extremadamente picantes pueden incluso causar daños físicos y dolores tan intensos que requieren atención médica de urgencia. Esto ocurre porque el ácido gástrico de los vómitos puede quemar el esófago y la garganta, explicó el doctor Capin.
El doctor David Jay Julius, bioquímico estadounidense de la Universidad de California en San Francisco y ganador del Premio Nobel de Medicina en 2021, fue quien descubrió que los chiles o pimientos contienen el compuesto capsaicina, que se une a esos receptores cuando se comen y envía una señal de dolor al cerebro.
Según le explicó al diario The New York Times, “la capsaicina engaña al cuerpo haciéndole creer que la temperatura ha subido, por lo que el cerebro piensa que debe deshacerse del calor. En los humanos, lo hacemos sobre todo sudando”.
Si se consumió un bocado de comida con más picante del que se puede soportar, lo mejor es que se busque algo con alto contenido en grasa, como un vaso de leche, dice Julius. La capsaicina es un compuesto liposoluble, lo que significa que no se disuelve en agua por mucho que se ingiera.
”Comer algo con grasa ayuda a extraer la capsaicina de los tejidos cuando se siente dolor”, explicó.
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