La Argentina se encuentra “encendida”, por la ola de calor que atraviesa desde hace dos semanas. En la región del AMBA, está vigente una alerta roja por temperaturas extremas que días atrás llegó hasta los 40 grados de sensación térmica.
Frente a ese escenario, el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires confirmó a Infobae que se registró un incremento del 15% en las consultas asociadas con las altas temperaturas en las últimas dos semanas.
“En la mayoría de los pacientes presentan fatiga y/o debilidad junto con mareos, náuseas, y visión borrosa, entre alguno de los síntomas más habituales que se registran en las guardias de los hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires”, sostuvieron a Infobae desde la cartera sanitaria porteña.
El doctor Ramiro Heredia, médico clínico de la séptima cátedra de Medicina Interna del Hospital de Clínicas, había señalado a Infobae: “Clásicamente, la enfermedad por calor la hemos descrito en adultos mayores; niños pequeños; embarazadas; individuos con enfermedades crónicas; personas que consumen ciertos fármacos y drogas de abuso; en deportistas sin enfermedades, pero sometidos a una gran carga física en temperaturas extremas, como, por ejemplo, durante una maratón. Hoy sabemos que el calor afecta a todos”.
El lunes, el Ministerio de Salud de la Nación emitió una serie de recomendaciones a tener en cuenta, dirigidas a la población en general y a los grupos de riesgo, especialmente, frente a la ola de calor registrada en el país.
“Una ola de calor es un período excesivamente cálido que puede tener un impacto en la salud de leve a alto sobre todo para grupos de riesgo (niños y niñas, adultos mayores de 65 años con enfermedades crónicas como cardiovasculares, respiratorias, diabetes y obesidad). Los efectos van desde deshidratación, golpes de calor o complicaciones, hasta un aumento de la mortalidad”, destacó el Ministerio de Salud de la Nación.
Deben tener cuidado especial las personas mayores, bebés, niños y niñas, personas embarazadas y en lactancia, personas con enfermedades crónicas o con sobrepeso, personas expuestas al calor en su ambiente laboral, quienes viven en situación de calle, y aquellas personas que consideren que pueden estar más expuestas por el impacto de la ola de calor.
Las recomendaciones en lugares cerrados (casa, trabajo, otro) para evitar un golpe de calor son: hidratarse, tomar agua con mayor frecuencia (aun cuando no se sienta sed), y procurar siempre consumir agua segura, evitar bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, muy frías o muy calientes. También es recomendable incorporar frutas y verduras a la alimentación y evitar las comidas abundantes, así como la realización de actividad física intensa.
“Para el cuidado de la salud en la calle se sugiere evitar la exposición directa al sol en los horarios de mayor temperatura (de 10 a 16 horas), en especial bebés, niñas y niños pequeños. Además, es importante utilizar protección solar, mantenerse hidratado y consumir agua segura con mayor frecuencia (aun cuando no se sienta sed)”, sostuvieron desde el Ministerio de Salud de la Nación.
Signos de alerta por golpe de calor: sed intensa y sequedad en la boca, temperatura corporal mayor a 39º C, sudoración excesiva, sensación de sofocación, piel seca, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, y dolores de cabeza, entre otros.
Afectación del calor según la edad
“Uno de los grupos más vulnerables en épocas de extremo calor son los niños menores de 5 años, sobre todo aquellos que presentan comorbilidades (enfermedades crónicas, obesidad, desnutrición, etc). Por eso la importancia de la exposición al sol en las horas indicadas por los especialistas, el uso de protector solar y la hidratación constituyen pilares fundamentales para evitar consecuencias como quemaduras solares (en sus distintos grados de gravedad) y/o deshidratación, que son patologías frecuentes de ver en esta época del año”, explicó a Infobae la doctora Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
“Si notamos que un niño puede estar atravesando un golpe de calor, siempre es importante realizar una consulta con un profesional. Sin embargo, hasta llegar al establecimiento de salud, lo más importante es ofrecerle líquidos al niño, mantenerlo lo más fresco posible, detener la actividad (si estaba realizado algún juego en casa, o actividad en una colonia, por ejemplo) y mantenerlo en reposo hasta que sea valorado por un profesional y reciba la atención necesaria”, agregó la especialista.
El Ministerio de Salud precisó que con respecto a las niñas y los niños es conveniente ofrecerles continuamente líquidos, preferentemente agua o jugos naturales, sin esperar a que los pidan. En el caso de lactantes es recomendable darles el pecho de manera más frecuente. Respecto a la vestimenta, procurar que vistan con ropa holgada, liviana, de algodón y de colores claros, bañarlos y/o mojarles el cuerpo con frecuencia, evitar que se expongan al sol, especialmente de 10 a 16 horas. En todo momento es recomendable colocarles gorro, protector solar y mantenerlos en lugares bien ventilados o con aire acondicionado (ya sea en una casa o en lugares públicos).
En bebés, es importante asegurarse de que la piel no se encuentre muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal. En relación a las personas adultas mayores, mientras dure la ola de calor se sugiere no salir a la calle sin compañía y en caso de sentirse mareado o muy afectado por las altas temperaturas se debe prescindir de salir al exterior para que el calor no refuerce negativamente la sintomatología.
Tratamiento
Según la Clínica Mayo de EEUU, el tratamiento para los golpes de calor se enfoca en enfriar el cuerpo a una temperatura normal para prevenir o reducir el daño al cerebro y a los órganos vitales. Para hacerlo, el médico puede tomar estas medidas:
-Sumergirse en agua fría. Se ha demostrado que la manera más eficaz de reducir la temperatura corporal central de forma rápida es tomar un baño de agua fría o helada. Cuanto más rápido puedan sumergirte en agua fría, menor será el riesgo de muerte o lesiones a los órganos.
-Usar técnicas de enfriamiento por evaporación. Si no es posible sumergirte en agua fría, los trabajadores de la salud pueden intentar reducir tu temperatura corporal mediante un método por evaporación. Se vaporiza agua fría a la vez que se abanica aire caliente sobre el cuerpo, lo que hace que el agua se evapore y enfríe la piel.
-Envolverse en hielo y mantas de enfriamiento. Otro método es envolverte en una manta especial de enfriamiento y aplicar compresas de hielo en la ingle, el cuello, la espalda y las axilas para bajar la temperatura.
-Dar medicamentos para detener los escalofríos. Si los tratamientos para bajar la temperatura corporal te dan escalofríos, el médico puede darte un relajante muscular, como una benzodiacepina. Los escalofríos aumentan la temperatura corporal y hacen que el tratamiento sea menos efectivo.
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