Que nuestros amigos y familiares no pasen suficiente tiempo con nosotros no sólo es molesto, sino que podría acortar nuestra esperanza de vida.
Un equipo de investigación conjunto de la Universidad de Harvard, el Hospital General de Massachusetts y la Universidad de California en San Francisco descubrió ocho factores clave que pueden predecir cuánto tiempo de vida le queda a una persona. Entre ellos figuraban la soledad y no ver a los hijos, por un lado, así como vivir en un barrio sucio o sentir que los demás te tratan con menos respeto.
Los investigadores señalan que, aunque muchos se fijan sólo en los factores médicos, la salud social también puede desempeñar un papel clave en la longevidad.
En esa línea, advirtieron que la soledad reducía la esperanza de vida porque estaba vinculada a mayores niveles de estrés, que elevan el riesgo de muchas enfermedades crónicas. Otros se relacionaban con la dificultad para acceder a una buena atención sanitaria y a una dieta equilibrada.
El doctor Sachin Shah, médico-científico y miembro de la facultad de Harvard, que dirigió la investigación, declaró: “A menudo hacemos demasiado hincapié en la importancia de las afecciones médicas cuando pensamos en la longevidad. Pero esta investigación demuestra que nuestra vida social es tan importante como las enfermedades”.
Y añadió: “A partir de nuestros datos, desarrollamos una encuesta de 10 preguntas que utiliza la edad, el sexo y las características sociales para predecir la longevidad. Esta encuesta también predice otros resultados importantes para las personas mayores, como la vida independiente”.
Entre los ocho datos se encontraban vivir en una zona sucia, reunirse con los hijos menos de una vez al año y no participar en la comunidad mediante actividades como el voluntariado.
En el estudio, publicado el 7 de febrero último en la revista PNAS, los investigadores analizaron los resultados del análisis Health and Retirement de la Universidad de Michigan, que incluye a 20.000 personas de 50 años o más.
El equipo utilizó los resultados para elaborar una encuesta de 10 preguntas capaz de predecir la longevidad, denominada índice de fragilidad social. En ella se preguntó a las personas por su edad, sexo y si tienen hijos, antes de pasar a preguntar si se sienten aisladas y con qué frecuencia se relacionan con los demás.
Según varios estudios, la soledad supone un riesgo similar al del tabaquismo, la obesidad y la falta de ejercicio físico. Los investigadores afirmaron que esto se debe a que las personas que se sienten solas tienen mayores niveles de estrés, o niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés. Los científicos advirtieron que esto aumenta el riesgo de padecer una miríada de problemas de salud, como cardiopatías, Alzheimer e hipertensión.
Otros estudios también han señalado que la falta de empleo aumenta el riesgo de una persona de tener una vida más corta. Las razones son, entre otras, un mayor nivel de estrés, pero también tener menos posibilidades de costearse una buena atención sanitaria o una dieta equilibrada.
No estaba claro por qué otros factores, como tener las calles sucias, podían provocar una muerte más temprana. Pero puede deberse a que son un indicador del estatus socioeconómico y, en consecuencia, del acceso a la atención sanitaria o a una dieta más equilibrada.
Cuáles son los ocho factores que pueden predecir una muerte más temprana
1. Escasa limpieza del vecindario
2. Bajo control percibido sobre las finanzas;
3. Reunirse con los hijos menos de una vez al año
4. No trabajar remuneradamente
5. No ser activo con los hijos
6. No ser voluntario en alguna iniciativa
7. Sentirse aislado
8. Ser tratado con menos cortesía o respeto
El último hito científico de la longevidad
La búsqueda de la longevidad no es nueva. Y menos aún para la ciencia. Desde hace años, los expertos buscan la forma de revertir el envejecimiento, y una reciente investigación liderada por científicos de una empresa biotecnológica, surgida del Instituto Wyss de Harvard, junto a especialistas de dicha universidad, dio un promisorio primer paso en ratones.
Según informaron desde la casa de altos estudios, los investigadores pudieron duplicar la vida que les quedaba a unos ratones “viejos” mediante la reprogramación celular. Se trata de un trabajo que llevó 13 años de desarrollo y fue publicado en el servidor de preimpresión bioRxiv, es decir que aún no cuenta con revisión de pares, de la mano de los expertos de la start-up Rejuvenate Bio. Además, tuvo una versión realizada por expertos de Harvard, que fue divulgada en la revista Cell.
“Si bien el envejecimiento actualmente no se puede prevenir, su impacto en la vida y la salud se puede minimizar potencialmente mediante intervenciones que tienen como objetivo que las redes de expresión génica vuelvan a funcionar de manera óptima”, explicó en un comunicado Noah Davidsohn, director científico y cofundador de Rejuvenate Bio.
En ese sentido, el experto aseguró que “los resultados del estudio sugieren que la reprogramación parcial podría ser un tratamiento potencial en los ancianos para revertir las enfermedades asociadas con la edad y podría extender la vida humana”. Además, resaltó la importancia del método en el que se administraron estas células, similar a la terapias génicas que ya se aplican para distintas patologías. Es decir, se “entregaron las células de los animales utilizando virus reutilizados”.
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