Las fiestas de fin de año están a la vuelta de la esquina, y con ellas la oportunidad de volver a encontrarse con gente querida, de compartir con amigos y familiares, de festejar. Y de reunirse en torno a una mesa en la que la comida suele tomar un papel protagónico.
Es una realidad que los platos que suelen estar presentes en estos eventos, en la mayoría de los casos, tienen exceso de grasas, azúcares, sodio y calorías. Podría decirse que no son los mejores exponentes de una alimentación saludable, tanto para quienes estén en un plan de descenso de peso como para los que no.
Además, a la abundancia de este tipo de comidas, se le suma el alcohol, otro protagonista principal de los festejos.
“En general, las costumbres son celebrar las Fiestas con abundancia de comidas y bebidas y eso suele traer algunas consecuencias en la salud digestiva en el corto plazo”. Para la licenciada en Nutrición María Cecilia Ponce (MN 3362), evitar el tradicional atracón posterior es posible, y una de las claves radica en “proponerse pasar las Fiestas de una manera diferente, haciendo que los alimentos no sean el foco de placer y poder disfrutar de otras situaciones que ofrecen las Fiestas en sí”.
Ante la consulta de Infobae, la especialista planteó: “El punto sería poder plantearnos el objetivo de disfrutar las Fiestas de una manera más saludable y más consciente, que nos permita poder conectarnos con otras cosas que antes no percibíamos y de esta manera poder controlar mejor la cantidad, la ingesta y el tipo de alimentos que normalmente consumimos que muchas veces nos traen consecuencias digestivas en los días siguientes”.
En opinión de la médica especialista en Nutrición Virginia Busnelli (MN 110351), “es posible que el alimento no sea la principal preocupación de la noche, y hacer uso de algunas herramientas para que, en el momento de enfrentarse a la mesa navideña o de Año Nuevo, se pueda elegir de manera consciente y evitar el atracón, que luego viene acompañado de culpa y malestar”.
Así, la directora del Centro de Endocrinología y Nutrición Crenyf dio algunas recomendaciones en ese sentido:
- No llegar al momento del encuentro con un hambre voraz. “Para ello es muy importante repartir las ingestas a lo largo del día y evitar los ayunos muy prolongados”, apuntó la especialista, quien aconsejó desayunar, almorzar y merendar el día de la fiesta, “ya que si se llega a la cena con mucho apetito por no haber comido durante el día se tiende a elegir los alimentos más calóricos y grasos y a perder el control de lo que se consume”.
- Romper tradiciones. “Animarse a armar preparaciones nuevas, acordes a los gustos y más saludables, en las que el ingrediente principal sea la verdura o la fruta -propuso-. Probar ensaladas nuevas, coloridas y frescas. Decorar los platos con hortalizas crudas, cocidas y frutas de estación, ya que incluirá volumen y fibra a la comida, lo que aumentará la sensación de saciedad”.
- Servirse un plato lindo y que apetezca. “Ante la abundancia de opciones, recomiendo elegir las que cada uno prefiera y que se las vaya sirviendo en un plato hasta que la persona considere que esté lleno y es suficiente”, sostuvo Busnelli, para quien “de esa forma se está más consciente de lo que se come, ya que el picoteo constante hace que se pierda el control y probablemente se coma mucho más”.
- ¡Atención con el postre! “No voy a recomendar privarse de las opciones ricas y tentadoras que ofrece la mesa navideña, pero sí servirse en un plato un poco de todo lo que se quiera probar, incluyendo aquí también garrapiñadas y turrones -aconsejó-. Armar un plato de postre, e intentar no repetirlo. Y si el plato tiene muchas frutas mejor”.
- Para tomar, agua. “Cuando se tiene sed, el cuerpo pide agua, no gaseosas, alcohol o jugos”, aseguró la nutricionista, para quien lo ideal es “dejar para el brindis o para un momento especial de la noche estas otras opciones. De más está decir que si se pueden y quieren evitar será mucho mejor”.
Marianela Aguirre Ackermann es médica especialista en Nutrición y Diabetes (MN 151867) y coordina el Grupo de Obesidad de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) y ante la consulta de Infobae señaló que “las celebraciones de fin de año pueden ser ocasiones en las que se come en exceso alimentos y/o comidas de alto valor energético, a lo que se le suma un alto consumo de bebidas alcohólicas”.
Sin embargo, para ella, “también es posible disfrutar de comer rico y compartir en estas fechas sin ganar peso”. Y dio algunos consejos para hacerlo sin morir en el intento:
- Planificar mejor el menú. “En la reunión familiar, ¿quién lleva la entrada? ¿Quién el plato principal? Quién el postre? Si hay muchas opciones de cada cosa uno tiende a tentarse de probarlas todas. La disponibilidad es la medida del consumo”, señaló.
Algunos platos posibles que sugirió: dips de verduras (palta/pimientos etc) y/o de legumbres (garbanzos/lentejas etc) de entrada. Para el plato principal carnes magras con ensaladas frescas de distintos colores y legumbres, y ensalada de frutas con helado de postre.
- Durante los días previos, incorporar más fibra y proteínas. Se trata de alimentos que aportan saciedad. “Tratar de servir una porción de ensalada o verduras en el plato primero, antes de servir cualquier otra cosa, e incluir una fuente de proteína magra en cada comida”, aconsejó Aguirre Ackermann, quien invitó a que “tanto en los días anteriores como los posteriores a las Fiestas, es conveniente hacer las cuatro comidas (desayuno, almuerzo, merienda y cena), tomar al menos dos litros de agua y hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada (continua o fraccionada)”.
La especialista no recomendó las famosas “dietas detox” y destacó que “hacer las cuatro comidas ayuda a evitar el picoteo”.
- No subestimar el estrés. “La temporada navideña puede ser una época estresante del año, por lo que siempre beneficiará priorizar algunas actividades menos caóticas y no estresantes”, aseguró Aguirre Ackermann, para quien “la actividad física es una excelente manera de bajar el estrés y puede ser de gran ayuda no interrumpirla o incorporarla a las actividades diarias durante la temporada navideña”. “No hace falta que sea extenuante; sacar a pasear al perro, salir a andar en bicicleta durante 20 minutos, jugar a la pelota con los chicos, etc. será mejor que nada si de moverse un poco se trata”.
Por otro lado, la especialista instó a “no usar el ejercicio como un comportamiento compensatorio, ya que esto sólo desencadenará más exceso de comida y estrés”.
La alimentación consciente, la clave
“Más allá de que los alimentos en esta época sean más calóricos o más abundantes que lo que se suele consumir, comer de forma consciente implica estar en el presente, poder masticar cada bocado, tratar de espaciar los tiempos durante la comida y poder dirigir la atención a otros focos de placer que podemos disfrutar en estas Fiestas”, consideró Ponce, quien en este sentido enumeró: “Puede ser el contexto familiar, el disfrute de una charla, jugar con los más chicos, poner música, armar una linda mesa y conectarse con eso, y aprender a disfrutar de todo aquello que implican estas ocasiones especiales en las que nos podemos conectar de otra manera con el ambiente y poder desfocalizar el placer de la comida y poder nutrirse de otras cosas que son tan lindas”.
Asimismo, durante la comida, aconsejó “estar bien hidratados con agua, masticar mucho cada bocado y mantenerlo en la boca para poder tener percepción de los sabores, el aroma, la textura y aprender a hacer un trabajo de disfrute en cada bocado”.
Para ella, “las bebidas alcohólicas, más allá de sus calorías vacías y de sus metabolitos nocivos que puedan generar en el hígado, principalmente lo que producen es la desinhibición y hacer que se olviden esos objetivos de cuidarse, por eso es aconsejable y responsable ser moderados en el consumo de alcohol y preferir hidratarse con agua”.
Finalmente, dio una serie de tips para tener en cuenta:
- Incluir fibras en las comidas, hace que la absorción de carbohidratos y grasas sea menor. Incorporar vegetales en la comida principal, crudos o cocidos, acompañados de carne, pescado o pollo
- Moderación en el consumo de alcohol
- Evitar la ingesta inmediata de dulces después de la comida
- Poner en el foco en el placer que genera el contexto en sí más allá de las comidas
- Durante el día previo y posterior llevar una vida lo más normal y saludable posible, hacer ejercicio, pero sin recurrir a conductas compensatorias
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