La amplia disparidad sanitaria, la cada vez más baja calidad de vida, los malos hábitos que atentan contra la salud, las demoras en la atención del paciente infartado y el crecimiento poblacional en edad forman un combo mortal para que haya cada vez más infartos en Argentina.
El médico cardiólogo Carlos Ingino le explicó a Infobae que "la primera causa de muerte en el mundo es el infarto de miocardio. No tenemos estadísticas precisas en nuestro país, estima el Colegio de Cardiólogos Intervencionistas que debe suceder, por año, alrededor de 50 mil casos. También está estimado que la mitad de estos pacientes no reciben el tratamiento correcto en el tiempo apropiado".
El especialista también aseguró que "el infarto de miocardio, como tantos años lo dijo el doctor René Favaloro, se presenta en la mayoría de los casos por un dolor en el pecho. A veces el dolor se irradia en el cuello y los brazos. Es un dolor que suele ser intenso y persistente, que no calma en forma espontánea, y que debe sugerirnos recurrir inmediatamente a una consulta".
Jorge Belardi, director del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), explicó que el crecimiento de muerte por infarto en el país se debe a muchas causas, pero principalmente en la demora en arribar al centro asistencial.
"En la consulta, el médico va a tener dos recursos diagnósticos fundamentales. Uno es el electrocardiograma. Es el más importante para confirmar que ese paciente está padeciendo un infarto de miocardio. El segundo paso es sacar sangre e intentar detectar en esa muestra de sangre lo que llamamos enzimas cardíacas. Si las enzimas cardíacas se elevan, se confirmará que el paciente está cursando un infarto de miocardio", sostuvo Ingino.
Sobre un número estimado promedio de 50 mil infartos anuales en nuestro país, las cifras oficiales del Ministerio de Salud para 2015 dan un total de 17.130 muertes por esta causa, lo que representa una relación prácticamente de 1 fallecimiento por cada 3 episodios. Mientras que en 2005 hubo 14.502 muertes, es decir, un 18% más en una década.
"Es enormemente importante prevenirlo. Si hiciéramos todo lo que corresponde, prevendríamos el 80% de los ataques cardíacos. Prevenir significa: tratar la hipertensión arterial, evitar el exceso de grasas, hacer actividad física, evitar el sobrepeso y la obesidad. Estas son medidas de enorme trascendencia para la prevención del infarto de miocardio", dijo el cardiólogo.
Ingino concluyó en que "el primer tratamiento debiera ser la angioplastia coronaria, que tampoco ocurre en la frecuencia necesaria en nuestro país. Recordar que, ante el menor síntoma, debemos acudir lo más rápido que podamos a pedir un auxilio y un diagnóstico apropiado".
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