A medida que envejecemos, mantener una buena memoria se convierte en un desafío para muchos. Sin embargo, pasar los 60 años no implica una inevitable pérdida de esta habilidad. Existe una serie de hábitos y estrategias que pueden fortalecer la memoria y la agudeza mental, permitiendo disfrutar de una vida plena y activa en la tercera edad.
En ese sentido, los consejos del neuropsicólogo Richard Restak, expuestos en su libro The Complete Guide to Memory: The Science of Strengthening Your Mind, ofrecen herramientas prácticas y accesibles para potenciar la memoria. Restak propone métodos que no solo mantienen la mente despierta, sino que también facilitan el recuerdo de información clave.
Técnicas de memoria
La obra de Restak sugiere que mejorar la capacidad cognitiva general es posible mediante ciertas técnicas de memoria. En su libro, explica cómo la asociación de información con imágenes familiares ayuda al cerebro a retener datos de manera más eficiente. Un ejemplo que menciona es imaginar una lista de compras colocada en distintos lugares conocidos de un vecindario para facilitar su recuerdo.
Para evitar olvidar detalles importantes, el experto recomienda que nos concentremos adecuadamente en lo que deseamos recordar. Según su libro y una entrevista con The Guardian, frecuentemente perdemos recuerdos significativos porque no les prestamos suficiente atención al momento de aprenderlos. El concepto de que “la memoria es el arte de la atención” es un principio que resalta el autor y que considera fundamental para mejorar la capacidad de retener información.
La lectura de libros complejos y novelas con tramas intrincadas es recomendada por el neuropsicólogo Restak como una forma de ejercitar la memoria. Seguimiento de historias con diversos personajes puede contribuir al fortalecimiento mental, según lo reportado en el texto original. Además, se sugiere, en el mismo documento, que actividades como los rompecabezas y el ajedrez son útiles para activar la memoria de trabajo, un área cerebral clave para la gestión de información en tareas cotidianas.
Asimismo, enfatiza que el ejercicio de la memoria no debe limitarse a los intereses personales de cada individuo, ofreciendo estas opciones como alternativas válidas y eficaces. La propuesta abarca desde pasatiempos recreativos hasta el acto de leer detenidamente, cada uno adaptado a diferentes preferencias y estimulaciones mentales.
La importancia de la socialización
Por otro lado, resalta la importancia de la socialización diaria para mantener una buena salud mental, según señaló en una entrevista con ‘The Guardian’. Las interacciones sociales no solo mejoran la memoria al exigir que recordemos detalles y resolvamos problemas, sino que también ayudan a prevenir el deterioro cognitivo con el envejecimiento.
Restak enfatiza que quienes mantienen relaciones frecuentes tienen un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. Este punto de vista subraya cómo las conexiones humanas contribuyen al bienestar cerebral y pueden ser un factor protector frente a trastornos neurológicos.
A partir de los 70 años, el especialista destaca que dejar de consumir alcohol es fundamental, ya que el cerebro se vuelve más vulnerable debido a la reducción de neuronas. También subraya la importancia de adoptar hábitos saludables que incluyen una dieta balanceada y un buen descanso.
Incluso, enfatiza que cuidar la salud cerebral no es solo un desafío para los mayores. Y es que desde jóvenes, asumir prácticas saludables contribuye al bienestar cognitivo a largo plazo. La dieta equilibrada y el sueño reparador no solo conservan la memoria, sino también protegen el cerebro de sustancias potencialmente dañinas.