Las 5 especias que debes añadirle al café para cuidar la salud del cerebro, mejorar la memoria y prevenir el Alzheimer

Una de las bebidas imprescindibles que acompañan las mañanas de millones de personas es el café, y en Perú esta bebida ocupa un lugar especial en el corazón de su población. Su relevancia es tal que, desde 2008, el cuarto viernes de agosto se celebra el Día del Café Peruano, una fecha dedicada a resaltar la importancia de este grano en la vida de miles de agricultores y consumidores del país. Esta fecha festiva fue instituida por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) para reconocer el valor del café en el desarrollo rural y por ser un producto que ha ganado un espacio en los mercados internacionales.

Nuestro país es hogar de algunas de las variedades de café más apreciadas en el mundo, cultivadas en regiones como Chanchamayo y Puno. Según la Junta Nacional del Café (JNC), el consumo promedio de esta bebida en Perú es de 1,4 kilos por persona al año.

Sin embargo, probablemente lo que pocos peruanos saben es que al añadirle algunas especias al café no solo se mejora el sabor sino que también se potencia el impacto positivo que esta bebida tiene en la salud del cerebro.

El Dr. Brandon Crawford, neurólogo estadounidense experto en lesiones cerebrales traumáticas, señala que existen 5 especias que pueden convertir el café en un auténtico elixir para mejorar la memoria y la salud cerebral.

En una entrevista con el portal She Finds, Crawford explicó que especias como la canela, el kion, la cúrcuma, la nuez moscada y la pimienta negra no solo enriquecen el sabor del café, sino que también aportan una serie de beneficios neuroprotectores.

Estas especias contienen antioxidantes, antiinflamatorios y otros compuestos que contribuyen a mantener el cerebro sano y a prevenir enfermedades neurodegenerativas:

1. Canela: según el especialista, la canela es destacable por sus altos niveles de antioxidantes, convirtiéndose en una barrera contra el estrés oxidativo, un factor de riesgo clave en trastornos como el Alzheimer. Además, ayuda a regular el azúcar en sangre, esencial para un buen funcionamiento cognitivo.
2. Kion: el kion, a su vez, contribuye a equilibrar los neurotransmisores en el cerebro, mejorando la concentración y la agilidad mental. Su acción antioxidante y antiinflamatoria minimiza el daño cerebral y el estrés oxidativo.
3. La cúrcuma: especialmente gracias a su compuesto activo llamado curcumina, es también una aliada para la salud cerebral. Crawford destaca que esta especia incrementa los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), una hormona que promueve el crecimiento de nuevas neuronas y combate los procesos degenerativos en el cerebro. Asimismo, su potente efecto antioxidante y antiinflamatorio protege la memoria y la función cognitiva.
4. Nuez moscada: además de añadir un sabor cálido y aromático, posee propiedades neuroprotectoras que fortalecen la memoria y previenen la degeneración neuronal. También se asocia con un estado de ánimo positivo.
5. Pimienta negra: aunque pueda resultar inesperado, la pimienta negra es una excelente adición al café, ya que potencia la absorción de la curcumina presente en la cúrcuma, intensificando sus efectos beneficiosos para el cerebro.

Los neuroprotectores son sustancias o moléculas diseñadas para prevenir, retrasar o aliviar los procesos neurodegenerativos que pueden llevar a enfermedades como el Alzheimer o a causar lesiones cerebrales. Estos neuroprotectores pueden encontrarse tanto en medicamentos como en alimentos:

• Los medicamentos neuroprotectores se utilizan para evitar daños en el encéfalo o la médula espinal, especialmente en casos de accidentes cerebrovasculares, convulsiones, traumatismos o isquemia.
• Por otro lado, ciertos alimentos contienen compuestos neuroprotectores que ayudan a conservar un estado saludable y a prevenir el deterioro neurológico a lo largo del tiempo.

La neuroprotección también se refiere a cualquier enfoque terapéutico que pueda prevenir, retrasar o incluso revertir la muerte celular causada por una lesión neuronal. Entre las estrategias neuroprotectoras no farmacológicas están evitar la hiperglucemia, mantener la presión arterial estable, realizar hiperventilación moderada y evitar condiciones que puedan provocar hipoxia.