Por un lado, alrededor del 98% de las instituciones educativas públicas a nivel nacional no cuentan con un psicólogo, de acuerdo al portal Síseve contra la violencia escolar del Ministerio de Educación del Perú (Minedu). Por otro lado, entre 2013 y 2023 se han reportado más de 10 mil casos de violencia entre escolares en nuestro país.
Ambos datos están íntimamente relacionados ya que el bullying escolar afecta la salud mental de los menores que son víctimas teniendo como consecuencia la aparición de ataques de ansiedad, problemas de aprendizaje, depresión e incluso pensamientos suicidas.
Frente a esta alarmante situación existen algunas herramientas como el mindfulness que, aunque no reemplaza la atención de un profesional de la salud mental como un psicólogo o un psiquiatra, pueden favorecer el bienestar emocional de los estudiantes y de los maestros.
Beneficios del mindfulness en la escuela
El mindfulness, también llamado atención o conciencia plena, es una técnica de meditación y relajación que se basa en prestar atención de manera intencional a las actividades que se realizan, sin juzgar, apegarse ni rechazar la experiencia de ninguna forma. Para muchas personas, esta práctica se ha convertido en un hábito diario, que pueden utilizar como recurso en cualquier situación y momento, logrando así una concentración plena en el ámbito mental, corporal y ambiental.
Según Manuel Kölker, director de Conciencia Plena Perú y un pionero del mindfulness en Sudamérica, “al incorporar esta técnica en el aula se crea un ambiente de aprendizaje más armonioso y eficiente que mejora el bienestar emocional de los profesores y los alumnos”. Kölker señala que algunos de los beneficios que ofrece el mindfulness en el aula son los siguientes:
- Mejora de la atención: los estudiantes que practican mindfulness regularmente pueden experimentar una mayor capacidad para concentrarse y mantener la atención en sus tareas escolares. Esto se traduce en una mejor comprensión y retención de la información.
- Reducción del estrés y la ansiedad: el mindfulness proporciona herramientas efectivas para gestionar el estrés y la ansiedad. Los estudiantes aprenden a reconocer y manejar sus emociones, lo cual puede contribuir a un ambiente escolar más tranquilo y menos conflictivo.
- Aumento de la regulación emocional: la práctica regular de mindfulness ayuda a los estudiantes a entender y controlar mejor sus emociones. Esto les permite reaccionar de manera más apropiada y calmada ante situaciones difíciles.
- Fomento de la empatía y la cooperación: al ser más conscientes de sus propias emociones y las de los demás, los estudiantes pueden desarrollar una mayor empatía. Esto fomenta la cooperación y el trabajo en equipo, esenciales para un ambiente de aprendizaje positivo.
- Mejora de la salud y bienestar general: la reducción del estrés y la ansiedad, junto con una mejor regulación emocional, contribuyen a un mejor estado de salud y bienestar general para los estudiantes y los docentes.
Cómo practicar mindfulness en el aula
Kölker también comparte algunos ejemplos de prácticas de mindfulness que se pueden llevar a cabo en el aula:
- Meditación guiada: se puede adaptar meditaciones guiadas según la edad de los estudiantes. Por ejemplo, para los más pequeños, se pueden usar historias o visualizaciones guiadas que les ayuden a concentrarse y relajarse.
- Ejercicio de la rana: es una práctica lúdica para los niños pequeños, donde se les pide que se queden inmóviles y respiren profundamente como una rana que espera pacientemente a una mosca.
- Arte y música: permitir que los estudiantes realicen actividades artísticas y musicales de manera libre y sin juicios, fomentando la inmersión en el momento presente.
- Escaneo corporal: en el caso de los adolescentes, se puede guiar una meditación de escaneo corporal, donde los estudiantes se enfocan en diferentes partes de su cuerpo, promoviendo la relajación y la conciencia corporal.
- Meditación de la bondad amorosa: practicar variaciones de esta meditación, donde los estudiantes envían deseos de bienestar a sí mismos y a los demás, puede fomentar sentimientos de compasión y conexión.