Durante el 2022, el Ministerio de Salud del Perú (Minsa) atendió más de 13 mil casos de Alzheimer mientras que en el 2019 se estimaba que en nuestro país había 30 mil personas con Parkinson y que cada año se atendían 3 mil nuevos casos de esta enfermedad.
Tanto el Alzheimer como el Parkinson son enfermedades neurodegenerativas, es decir, que se originan cuando las células del sistema nervioso central dejan de funcionar o mueren. Esto trae como consecuencia el deterioro cognitivo o, en otras palabras, lo que ocurre es que se ven afectadas varias actividades esenciales que la mente y el cuerpo realizan como la memoria, el pensamiento y el movimiento.
Frente al riesgo de sufrir una enfermedad neurodegenerativa encontramos una fruta de temporada de verano que puede mejorar la memoria, proteger el cerebro y ayudar a prevenir el Alzheimer y el Parkinson, se trata del arándano.
Los arándanos
Los arándanos, cuyo nombre científico es Vaccinium angustifolium, son unas bayas de color azul o morado oscuro originarias de Estados Unidos. Estas frutas se caracterizan por tener un sabor dulce y suelen consumirse en forma de jugo, como parte de la elaboración de postres, acompañando el yogurt e incluso como infusión.
Además, el arándano es un superalimento, es decir, un alimento altamente nutricional que ofrece múltiples beneficios para la salud y el bienestar general del cuerpo debido a que es rico en diversos nutrientes.
Beneficios de los arándanos
Entre los múltiples beneficios que ofrecen los arándanos se pueden mencionar los siguientes:
- Esta fruta es un poderoso antioxidante, por lo tanto protege al cuerpo de los radicales libres, que son los responsables del envejecimiento y de varias enfermedades, incluido el cáncer.
- El arándano es bueno para el corazón porque protege el colesterol en la sangre para que no sufra daños oxidativos, los cuales se vinculan con enfermedades cardiacas.
- Este superalimento puede reducir la presión arterial, que es un factor de riesgo de enfermedad cardiaca.
- Las antocianinas, que son los pigmentos naturales de los arándanos, pueden ayudar a controlar el azúcar en sangre, con lo cual esta fruta se convierte en aliada en contra de la diabetes.
Los arándanos y la salud del cerebro
El Alzheimer y el Parkinson son las enfermedades neurodegenerativas más conocidas y ambas suelen presentarse en adultos a partir de los 60 años.
Por un lado, en el caso del Alzheimer, se trata de una enfermedad neurodegenerativa que afecta partes del cerebro encargadas del pensamiento, la memoria y el lenguaje. Por eso las personas que sufren Alzheimer pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron recientemente o los nombres de personas que conocen.
Por otro lado, respecto al Parkinson, es una enfermedad neurodegenerativa que produce trastornos en el movimiento corporal como temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara, además de problemas de equilibrio y coordinación. Aunque esos son los signos más evidentes del Parkinson, la memoria también se puede ver afectada por esta enfermedad.
Los arándanos podrían jugar un papel crucial en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, gracias a sus propiedades neuroprotectoras derivadas, en parte, de su alto contenido de antioxidantes. Estos últimos combaten el estrés oxidativo, un proceso que se ha vinculado al desarrollo de ciertas condiciones degenerativas del cerebro, las cuales afectan el funcionamiento del mismo de manera progresiva con el paso del tiempo.
Una investigación publicada en The American Journal of Clinical Nutrition, revista especializada en nutrición, ha descubierto que consumir arándanos en polvo (equivalente a 178 gramos de bayas enteras) produce una mejora en la memoria y en las funciones cognitivas del cerebro.
Además, entre sus antioxidantes, esta fruta contiene el ácido gálico, un compuesto reconocido por su capacidad para proteger las células cerebrales de la oxidación, lo que a su vez ralentiza el deterioro cognitivo relacionado con la edad. Respecto al cerebro, el ácido gálico actúa como neuroprotector porque protege a las neuronas de los daños que podrían dar origen al Alzheimer y el Parkinson.