¿El ejercicio, la alimentación o el sueño? Esta es la práctica más importante para tener una buena salud mental

La actividad física, la dieta y el descanso son básicos para la salud mental, pero uno de ellos es más importante que los otros dos

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Para mantener una buena salud mental es necesario cuidar nuestro cuerpo, ya que el estado físico se asocia con el bienestar emocional (Imagen ilustrativa Infobae)
Para mantener una buena salud mental es necesario cuidar nuestro cuerpo, ya que el estado físico se asocia con el bienestar emocional (Imagen ilustrativa Infobae)

En los últimos 20 años, los trastornos mentales ocupan el primer lugar sobre todas las causas de mortalidad en el Perú, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En un informe sobre los avances y desafíos de la reforma de salud mental en el Perú entre 2013 y 2023, la OPS asegura que, además de los servicios de atención psicológica y psiquiátrica que ofrece el Ministerio de Salud del Perú (Minsa), también han sido necesarias campañas de prevención de la salud mental.

Entre los consejos que contribuyen a la salud mental destacan tres: el ejercicio, la alimentación y el sueño. Pero investigadores de Nueva Zelanda han descubierto que entre los tres hay uno que es más importante.

Tres elementos clave para la salud mental

Para cuidar la salud mental se recomienda un mínimo de 2 horas y 30 minutos de ejercicio semanal (Imagen Ilustrativa Infobae)
Para cuidar la salud mental se recomienda un mínimo de 2 horas y 30 minutos de ejercicio semanal (Imagen Ilustrativa Infobae)

La salud mental se caracteriza por un estado de bienestar en el que una persona es capaz de afrontar el estrés de la vida diaria y hacer uso de sus capacidades para desenvolverse de forma productiva en la sociedad, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para mantener una buena salud mental es necesario cuidar nuestro cuerpo, ya que el estado físico se asocia con el bienestar emocional. Entre las recomendaciones que ofrecen los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), agencia nacional de salud pública de Estados Unidos, encontramos que el ejercicio, la alimentación y el sueño son fundamentales:

  • Ejercicio: se aconseja moverse más y pasar menos tiempo sentado, empezando con movimientos ligeros y progresando hacia un mínimo de 2 horas y 30 minutos (150 minutos) de ejercicio semanal. Esta cantidad de actividad física se puede dividir en sesiones diarias de entre 20 y 30 minutos.
  • Alimentación: se sugiere adoptar una dieta balanceada que incluya frutas y verduras, proteínas magras, cereales integrales y lácteos bajos en grasa, así como limitar el consumo de alimentos con grasas no saludables, altos en sal y azúcares añadidos.
  • Sueño: se señala que los adultos deberían disfrutar de un mínimo de 7 horas de sueño cada noche, acostándose y levantándose a la misma hora diariamente. Esta práctica es destacada por los especialistas como uno de los pilares para mejorar la calidad del sueño y, por ende, la salud mental.

La influencia del sueño en la salud mental

Un estudio de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, ha examinado las costumbres relacionadas con el ejercicio, la alimentación y el sueño y su vinculación con la salud mental y los síntomas depresivos en personas jóvenes. Un total de 1,111 hombres y mujeres, de entre 18 y 25 años, nacidos en Nueva Zelanda y Estados Unidos fueron encuestados a través de una herramienta en línea.

Los participantes del estudio completaron la encuesta que medía no sólo sus hábitos de ejercicio, alimentación y sueño, sino también cómo éstos influían en su salud mental. Los resultados apuntan a una correlación entre las prácticas saludables y el nivel de bienestar emocional, destacando la importancia de un estilo de vida equilibrado para la prevención de la depresión.

Los investigadores del departamento de psicología de la mencionada universidad neozelandesa llegaron a la conclusión que la calidad del sueño fue el factor más importante para contrarrestar los síntomas depresivos y aumentar el bienestar emocional, seguido de la cantidad de sueño y el ejercicio. Cabe mencionar que, mientras la cantidad de sueño se refiere al número de horas que se duerme, la calidad de sueño es qué tan bien se duerme. Esto último puede estar determinado por ciertos factores como quedarse dormido en 30 minutos o menos después de acostarse, dormir toda la noche sin interrupciones y sentirse descansado o lleno de energía al despertar por la mañana.

En cuanto a la alimentación, el consumo de frutas y verduras se asoció con un mayor bienestar emocional, pero no con la reducción de los síntomas depresivos. Por lo tanto, mientras el sueño tiene más importancia, el ejercicio y la alimentación son factores valiosos para la salud mental.

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