Con el embarazo en marcha, la mujer debe ajustar sus hábitos alimenticios, y el consumo de calcio es uno de los aspectos de la dieta a los que tiene que prestar especial atención.
"La ingesta de calcio durante el embarazo es imprescindible. Aunque muchas mujeres reciban suplementos, no todas necesariamente deben consumirlos. Para determinarlo habrá que conocer los hábitos alimenticios de cada una en particular y realizar un análisis de calcemia para determinar el nivel de calcio en sangre", indica la Dra. Graciela Scagliotti, obstetra.
La especialista aclara que del calcio que se obtiene de los lácteos y sus derivados y que de lo que se consume se absorbe aproximadamente el 30%, dependiendo de cómo está compuesta la dieta.
Hay elementos que favorecen la absorción como la vitamina D, el magnesio y las proteínas, y hay otros que la limitan como las fibras, la cafeína y el azúcar.
Además, según la especialista, la dieta rica en calcio es reconocida como un factor de protección contra varias complicaciones que pueden aparecer durante el embarazo, entre las que se encuentra la hipertensión y la enfermedad celíaca, entre otras.
Razones para suplementar
En algunos casos, el consumo de alimentos con calcio no es suficiente y es necesario el aporte de algunos suplementos. Se trata de comprimidos, que pueden ser efervescentes, masticables o en combinación con otros suplementos.
Según la especialista, se justifica en aquellas personas que no comen alimentos ricos en este mineral en cantidad o en embarazadas jóvenes, obligatoriamente si tienen menos de 23 años. "Cuando son más chicas, mayor es la necesidad de suplementación ya que aún no se ha concluido la osificación (formación) de los cartílagos de crecimiento", asegura la Dra. Scagliotti.
Además, la obstetra indica que no es necesario tomar calcio antes de la concepción, como en el caso del ácido fólico, ya que la mayor demanda se produce después de la semana doce de gestación. "Se debe tener presente que tomar calcio en exceso puede ser perjudicial. El calcio se elimina por la orina: una mayor cantidad que la necesaria puede provocar, por ejemplo, cálculos renales", prevé la médica.
No es necesario tomar calcio antes de la concepción, como en el caso del ácido fólico.
La clave está en los lácteos
"El plan alimentario de una embarazada debe satisfacer sus propias necesidades nutricionales y también las del bebé. La alimentación en este período debe ser equilibrada, variada y completa y seguir un correcto control a nivel calórico. Debe ser completo en hidratos de carbono, proteínas y grasas, además de cubrir los requerimientos de vitaminas y minerales, entre los que se encuentra el calcio", enumera la Lic. Romina Sayar.
En general, las mamás no consumen las cantidades recomendadas de este mineral. De ahí la importancia de prestarle atención a este aspecto de la dieta. Se deberán consumir diariamente cinco porciones diarias de lácteos y sus derivados: leche, queso, yogur, flan, que pueden ser parcialmente descremados para no incrementar las calorías y las cantidades de grasa saturada de la alimentación. En este sentido, una buena opción es evitar el consumo de manteca, crema y quesos duros ya que contienen calcio pero son muy ricos en grasas saturadas y calorías.
Lo que sigue es un ejemplo de una dieta para cubrir el aporte de calcio a través de diferentes comidas:
Desayuno
1 yogur con 1 cucharada de salvado de avena
2 tostadas con queso untable
Colación de mañana
1 licuado de frutilla o durazno con leche
Almuerzo
Milanesa napolitana con ensalada completa
Gelatina con yogur
Merienda
1 jugo de naranja
Tostado de queso
Colación
1 yogur con frutas
Cena
Ravioles de verdura con salsa blanca de ave
Flan
También contienen calcio: sardinas con cartílago, frutas secas, acelga, brócoli, albahaca y cáscara de huevo en polvo.
Por Paula Labonia / Dra. Graciela Scagliotti, obstetra, profesora de Obstetricia de la UBA y Universidad Favaloro, M.N. 41.168, y Lic. Romina Sayar, nutricionista, vicepresidenta de la Asociación Argentina de Nutricionistas y Nutricionistas Dietistas (AADyND), M.N. 2.838.
SEGUÍ LEYENDO