Comúnmente conocida como la ‘hormona del estrés’, el cortisol se activa cuando una persona enfrenta situaciones complicadas como forma de respuesta del cuerpo humano. Ésta despierta el cerebro para que sea liberado dándole al individuo una sensación de preparación para enfrentar cualquier problemática a la que esté sometida.
De forma genérica, se habla sobre una forma en la que los humanos reaccionan de manera natural ante las adversidades como método de supervivencia pues se da un incremento importante en la glucosa de la sangre lo que, eventualmente, aumenta la actividad cerebral teniendo una función de restauración de tejidos lo que ayuda al sujeto a mejorar su rendimiento.
Según información de la organización sin fines de lucro Mayo Clinic, el ritmo acelerado que hay en la vida actual ha llevado a diversos sectores de la población a elevar sus niveles de estrés y, por ende, de cortisol. Ambientes como el trabajo, la familia y la situación económica, por mencionar algunos, han llevado al cerebro de los humanos a estar en un constante modo de emergencia que, si bien ha ayudado a estar más alerta, también ha dado pie a una sobre reproducción de esta hormona lo que desbalanceado a quienes se enfrentan a esta clase de escenarios.
¿En qué afecta el estrés a los niveles de cortisol?
Registrar una secreción excesiva de esta hormona puede tener consecuencias graves en el cuerpo, sobre todo en el sistema inmunológico, en la presión arterial y es un detonante de enfermedades graves como la diabetes por el incremento de azúcar en la sangre.
Aunado a ello, investigaciones indicaron que propicia problemas en el sistema digestivo generando gastritis, incremento de peso y la acumulación de grasa en la zona abdominal y, pese a llevar dietas y ejercicios específicos, es complicado tener control sin un diagnóstico y tratamiento adecuado para cada situación.
La cuestión física no es la única afectada pues, al ser una hormona, también se ha relacionado con daños a nivel psicológico pues impacta en el estado de ánimo, además de incrementar la ansiedad y depresión en personas con tendencia a estos padecimientos, así como la memoria y la concentración para realizar actividades ordinarias.
¿Qué puedo hacer para mejorar mis niveles de cortisol?
De acuerdo con la propia Mayo Clinic, es importante acudir con un especialista para determinar un tratamiento específico para cada paciente; no obstante, el ejercicio de forma regular, llevar una dieta balanceada y practicar técnicas para reducir el estrés como el yoga o la meditación pueden ayudar mucho en la regularización de esta condición.
Las horas de sueño también son un tema que puede influir en el correcto funcionamiento del cerebro, incluso el horario de comida también debe ser regulado, incluso los altos consumos de cafeína podrían estar elevando tu cortisol.
Otro de los aspectos que las personas con cortisol elevado pueden hacer es agregar alimentos que contengan ácidos grasos y vitamina C. Proteínas como el salmón son de las más recomendadas, así como la chía, los cítricos y as espinacas son un buen aporte nutricional para loa dieta.
No obstante, el aspecto más importante a tomar en cuenta es realizar actividades que ayuden con la disminución del estrés ya que es éste el que detona los malestares y es sumamente necesario controlarlo para mejorar esta condición.