Estos son los efectos que pueden tener los picos de glucosa en tu vida diaria

La glucosa es fundamental para el cuerpo humano ya que actúa como la principal fuente de energía para llevar a cabo procesos vitales como la respiración, la digestión, la reparación de tejidos, la multiplicación celular y la regulación de la temperatura corporal. Sin embargo, los niveles anormalmente altos o bajos pueden llevar a condiciones médicas serias como la diabetes.

El incremento en los niveles de este tipo de azúcar puede ser propiciado por algunos alimentos, dando paso a los llamados picos de glucosa.

Específicamente, los picos de glucosa ocurren en momentos en que la presencia de este elemento en la sangre aumenta muy rápido.

Una creencia errónea es que sólo las personas diabéticas tienen picos de glucosa, cuando en realidad es un proceso fisiológico normal que ocurre sobre todo al consumir alimentos de rápida absorción y ricos en carbohidratos, tales como el pan blanco, las galletas, las papas fritas o la pasta. Incluso se pueden dar ante situaciones de estrés.

Lo cierto es que si suceden con mucha frecuencia pueden causar efectos a largo plazo, como las enfermedades crónicas, entre ellas diabetes y afecciones cardiovasculares. Esto se debe a que cuando los niveles de glucosa aumentan rápidamente el organismo responde con secreciones excesivas de insulina.

Pero, ¿sabías que los picos de glucosa también pueden tener efectos negativos a corto plazo?

Entre las afectaciones que tal vez no sabías que están relacionados con los picos de glucosa están los antojos repentinos, la mala calidad del sueño, problemas de concentración y falta de energía, según la Secretaría de Salud.

Sin embargo, indudablemente los efectos más graves son las enfermedades crónica. A continuación una explicación de cómo se relacionan los picos de glucosa con uno de los padecimientos más comúnes.

• Los picos de glucosa requieren que el páncreas libere más insulina para ayudar a bajar los niveles de azúcar en sangre. Con el tiempo, esto puede llevar a una sobrecarga pancreática, reduciendo su capacidad para producir insulina de manera eficiente.

• La exposición repetida a altos niveles de glucosa y de insulina puede conducir a la resistencia a la insulina, donde las células del cuerpo se vuelven menos sensibles a la acción de la insulina. Esto requiere que el páncreas produzca aún más insulina, exacerbando la problemática.
• La constante demanda de insulina en respuesta a los picos de glucosa puede llevar a la disfunción y eventual agotamiento de las células beta del páncreas, que son las responsables de producir insulina.
• Los niveles altos de azúcar pueden favorecer la acumulación de grasa sobre todo en el área abdominal, relacionada con una mayor resistencia a la insulina.

Aunque los picos de glucosa son normales, es importante procurar que sean moderados para evitar sus efectos negativos en el día a día, así como para prevenir enfermedades crónicas. La clave está en los hábitos alimenticios, por lo que se aconseja:

• Elige alimentos de bajo índice glucémico que causen un aumento gradual en los niveles de glucosa en sangre, como vegetales no almidonados, frutas enteras, legumbres y granos enteros.

• Incluye fibras solubles en tu dieta, presentes en alimentos como avena, legumbres, frutas y verduras que pueden ayudar a ralentizar la absorción de glucosa y mejorar los niveles de azúcar en sangre.
  
• Mantén intervalos regulares entre comida, ya que comer a horas fijas funciona para evitar fluctuaciones significativas en los niveles de glucosa.
  
• Controla las porciones de carbohidratos.
  
• Incremente tu actividad física para mejorar el control de la glucosa en sangre. Tanto ejercicios aeróbicos como de resistencia son útiles.
  
• Mantén una hidratación adecuada: beber suficiente agua puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre.
  
• Modera el consumo de alimentos procesados y azúcares simples.