Este es el poderoso grano que te ayudará a combatir los bochornos provocados por la menopausia

Este alimento, rico en nutrientes esenciales, puede ser un aliado crucial en reducir la frecuencia e intensidad de los bochornos durante la menopausia, sin depender de tratamientos hormonales

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Mujer con sofocos por la
Mujer con sofocos por la menopausia (Shutterstock)

La menopausia es una etapa natural en la vida de la mujer que marca el fin de su periodo reproductivo, usualmente diagnosticada después de 12 meses sin menstruación. Este proceso biológico ocurre típicamente entre los 45 y 55 años, aunque la edad puede variar ampliamente.

La menopausia se caracteriza por una serie de cambios físicos y emocionales, influenciados por la disminución en la producción de las hormonas estrógeno y progesterona por parte de los ovarios. Uno de los síntomas más comunes y desafiantes que enfrentan las mujeres durante esta transición son los bochornos.

Los bochornos, también conocidos como sofocos, son sensaciones repentinas de calor intenso en la parte superior del cuerpo, especialmente en la cara, el cuello y el pecho, que pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos.

A menudo, estos episodios están acompañados de enrojecimiento de la piel, sudoración intensa, palpitaciones y, en ocasiones, escalofríos al terminar el episodio. Aunque los bochornos son comúnmente asociados con la menopausia, su intensidad y frecuencia varían significativamente entre las mujeres, siendo para algunas una leve molestia y para otras, una perturbación significativa de la vida diaria.

Paciente de edad avanzada en
Paciente de edad avanzada en consulta médica para prevención y tratamiento de la osteoporosis - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los mecanismos exactos detrás de los bochornos no se comprenden completamente, pero se cree que las fluctuaciones en los niveles hormonales afectan el termostato del cuerpo ubicado en el cerebro, lo cual puede llevar a estos repentinos incrementos de calor. La manera en que cada mujer experimenta los bochornos está influenciada por diversos factores, incluido el estilo de vida, la alimentación, el estrés y aspectos genéticos.

Gestionar los bochornos puede ser un desafío, pero hay varias estrategias que pueden ayudar a reducir su impacto. Modificaciones en el estilo de vida, como el mantenimiento de un peso saludable, la práctica regular de ejercicio y la adopción de técnicas de relajación y manejo del estrés, pueden ser útiles.

Además, vestirse con capas de ropa que se puedan ajustar fácilmente y utilizar una base de algodón que permita la transpiración pueden ofrecer un alivio práctico. Otro enfoque involucra el empleo de terapias hormonales y no hormonales. La terapia de reemplazo hormonal (TRH) es uno de los tratamientos más eficaces para los bochornos, aunque no es adecuada o necesaria para todas las mujeres debido a posibles riesgos y efectos secundarios. Alternativas no hormonales incluyen ciertos antidepresivos, medicamentos para la presión arterial y fitoestrógenos, aunque sus beneficios y seguridad deben discutirse con un profesional de la salud.

La dieta juega un papel crucial; algunas mujeres encuentran alivio al reducir el consumo de alimentos y bebidas que desencadenan los bochornos, incluidos los picantes, los calientes, la cafeína y el alcohol.

Para disminuir los bochornos y otros síntomas de la menopausia, se recomienda incorporar a la dieta alimentos ricos en fitoestrógenos, omega-3, fibra y vitaminas, entre ellos semillas de lino; frutas y verduras ricas en vitaminas E y C como el aguacate, fresas o espinacas; salmón, sardinas, nueces; cereales integrales como la avena y el arroz; aunque quizá el más poderoso sea la soya.

¿Cómo ayuda la soya?

La soya, reconocida como un grano versátil y nutricionalmente rico, ha ganado atención por sus potenciales beneficios en la salud femenina, especialmente en la disminución de los bochornos asociados con la menopausia.

Este grano, originario de Asia, ha sido parte de la dieta humana desde hace miles de años, valorado no sólo por su aporte proteico sino también por contener isoflavonas, unos compuestos que pueden jugar un papel esencial en aliviar los síntomas menopáusicos.

Las isoflavonas son un tipo de fitoestrógenos, es decir, compuestos vegetales que pueden ejercer efectos similares a los del estrógeno humano. Durante la menopausia, la disminución natural en la producción de estrógeno por parte del organismo puede conducir a varios síntomas incómodos, entre ellos los bochornos.

La soya posee isoflavonas, que
La soya posee isoflavonas, que pueden funcionar como el estrógeno. (Especial)

Estudios han sugerido que las isoflavonas de la soya pueden ayudar a equilibrar estos efectos, imitando de cierta manera la actividad del estrógeno y, por tanto, contribuir a una disminución en la frecuencia e intensidad de estos sofocos.

Además de las isoflavonas, la soya posee otras propiedades nutricionales que la convierten en un alimento valioso. Es una excelente fuente de proteína vegetal de alta calidad, fibra, vitaminas del complejo B, potasio, magnesio y antioxidantes, lo cual la hace beneficiosa para la salud cardiovascular, el control de peso y la prevención de enfermedades crónicas.

La inclusión de la soya en la dieta puede ser a través de diversos productos como el tofu, la leche de soya, el tempeh y la soya texturizada, lo cual permite una amplia variedad de usos culinarios, desde platos principales hasta bebidas y postres. Se recomienda optar por versiones no procesadas o mínimamente procesadas de soya para maximizar sus beneficios nutricionales.

Si bien la soya puede ser un complemento beneficioso en la alimentación para manejar síntomas menopáusicos como los bochornos, es importante recordar que las respuestas individuales a los fitoestrógenos pueden variar. Algunas mujeres pueden experimentar una mejora notable, mientras que otras pueden notar poco o ningún cambio, por lo que siempre será bueno asesorarse antes.

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