Dentro del panorama culinario mexicano, las garnachas han sido históricamente una parte esencial de la dieta y la cultura gastronómica del país.
A menudo, sin embargo, se las ha percibido como opciones con escaso valor nutricional debido a su asociación con altos niveles de aceite y grasas, además de verse rodeadas por diversos alimentos que si bien, solo aumentan la cantidad de grasa que esta pueda tener.
A pesar de esta percepción generalizada, es posible conceptualizar estas delicias culinarias como componentes integrales de una dieta equilibrada y saludable.
Lo más rico de la “masita”
La definición de un alimento saludable radica en su capacidad para satisfacer las necesidades energéticas del cuerpo de manera equilibrada y accesible. Por lo tanto, resulta esencial que las garnachas contengan una combinación adecuada de fibra, proteínas, carbohidratos y grasas saludables.
Para ello es recomendable verlas como versiones con menor contenido de aceite o ingredientes más frescos y naturales puede mantener el valor nutricional sin renunciar al auténtico sabor de estas preparaciones tradicionales. Y es que, dentro de la amplia gama de garnachas mexicanas, algunas destacan por su perfil nutricional más favorable.
Por ejemplo, las memelas, originarias de Chiapas y Oaxaca, presentan una combinación de base de maíz, frijoles, lechuga y queso fresco que las convierte en una excelente fuente de fibra y energía, especialmente cuando se combinan con frijoles para aumentar su contenido de aminoácidos.
Los sopes también representan una opción saludable, gracias a sus tortillas de maíz gruesas y bordes pellizcados que evitan derrames, proporcionando una experiencia culinaria satisfactoria sin comprometer la salud.
Otro ejemplo son los tlacoyos, preparados con masa de maíz en forma romboide, que, a pesar de su simplicidad, ofrecen una opción rica en fibra y nutrientes esenciales.
Si es sano, más sabroso
Además de aprovechar las garnachas tradicionales en sus formas más saludables, es posible reinventar estas preparaciones combinándolas con ingredientes frescos y nutritivos.
Por ejemplo, fusionar garnachas con queso de cabra, salsa de chiles habaneros y cilantro agrega un toque picante y cremoso, mientras que combinarlas con carne de pollo, salsa de mole y aguacate crea una opción deliciosa y nutritiva que resalta los sabores auténticos de la cocina mexicana.
La cocina mexicana ofrece una amplia variedad de alimentos saludables que forman parte de la dieta tradicional y pueden incorporarse fácilmente a una alimentación equilibrada.
Desde el cacao hasta la chía, pasando por la calabaza, el amaranto, el aguacate, el chile y los frijoles, la riqueza nutricional de estos alimentos refleja la diversidad y la historia culinaria de México.
Si es posible “del diario”
No obstante, en la preocupación por el consumo de alimentos ultraprocesados en México, donde el país lidera en América Latina y se sitúa en el cuarto lugar a nivel mundial, optar por garnachas preparadas con ingredientes frescos y naturales es una alternativa más saludable que beneficia tanto la salud individual como la preservación de la riqueza cultural y gastronómica del país.
Sin embargo, es importante recordar que, como con cualquier alimento, la moderación es clave. Aunque las garnachas pueden formar parte de una dieta equilibrada, se recomienda consumirlas con moderación y no como parte de la alimentación diaria.
Por ende, si las garnachas se preparan con ingredientes nutritivos y se consumen con moderación, pueden ser una parte saludable y nutritiva de la dieta.
Al aprovechar los ingredientes frescos y naturales que ofrece la cocina mexicana, es posible disfrutar de estas delicias culinarias sin comprometer la salud, contribuyendo así a una vida más saludable y a la preservación de la riqueza cultural gastronómica del país.