De acuerdo con el Índice para una Vida Mejor (Better Life Index) elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Suecia se encuentra entre uno de los países con las más altas calidades de vida a nivel mundial.
Este índice tiene en cuenta diversos factores como relaciones sociales, compromiso cívico y satisfacción general ante la vida.
El destacado posicionamiento de Suecia en este índice se debe no solamente a su nivel de riqueza como nación, sino también a la adopción de una filosofía de vida orientada hacia el “slow living” o “vida lenta”.
Este enfoque promueve un estilo de vida menos acelerado, que enfatiza la importancia del equilibrio entre trabajo y vida personal, la minimización del estrés y el disfrute consciente del tiempo libre y de las relaciones interpersonales.
En este sentido, uno de los mayores secretos de la felicidad sueca es conocido como el método gökotta, el cual suele relacionarse con la frase “levantarse temprano por la mañana para salir al exterior y escuchar el primer canto de los pájaros”.
La idea de esta frase busca transmitir que no importa que te espere un día intenso lleno de ocupaciones, el “amanecer con los pájaros” es una pequeña dosis de felicidad gratuita que esta disponible para todos, sin importar raza, edad o posición social y que nos brinda un momento de paz y bienestar.
El término “gökotta” se enraíza directamente en la cultura sueca y traduce literalmente a “amanecer con el cucu”.
Esta costumbre consiste en madrugar durante las mañanas de primavera, especialmente en el día de la Ascensión, conocido como “Kristi Himmelsfärdsdag” en sueco, que suele celebrarse hacia mediados o finales de mayo.
Y es que la práctica de gökotta implica un encuentro con la naturaleza al ir al campo a escuchar el canto del cucu, ave que con su canto simboliza la llegada de la estación primaveral en Suecia.
¿Cómo aplicar el método gökotta para mejorar la calidad de vida?
Pero, más allá de esta celebración, se trata de una tradición que no sólo celebra la estación y sus manifestaciones en la flora y fauna sino que también permite a las personas reconectar con el medio ambiente y disfrutar de la tranquilidad y la belleza del amanecer.
Esta costumbre refleja la apreciación por el entorno natural y la importancia del bienestar y del equilibrio con la naturaleza que prevalece en la cultura sueca, elementos que pueden contribuir significativamente al alto nivel de calidad de vida reportado en el país por el Índice para una Vida Mejor de la OCDE.
La praxis del gökotta, más allá de su celebración puntual en el día de la Ascensión, se ha arraigado en la vida cotidiana de muchos suecos, proporcionándoles momentos de serenidad y vitalidad en las mañanas. Este hábito se asocia con el concepto de comenzar el día con una mayor conexión con el entorno natural y un sentido de calma y renovación.
Adoptar el gökotta en la rutina diaria implica madrugar, idealmente al alba, para realizar actividades al aire libre y ser partícipe del despertar de la naturaleza.
Este método puede consistir en tomar un paseo matinal por el bosque, escuchar el canto de los pájaros, respirar aire puro y ser testigo del nacimiento del día.
La finalidad es apartarse brevemente de la vorágine diaria, para hallar tranquilidad en el medio natural y encarar la jornada con un ánimo enérgico y positivo, contraponiéndose a la precipitación con la que habitualmente se inician las mañanas.
La incorporación de este ritual en la vida diaria refleja una filosofía de bienestar que valora la desaceleración y la presencia consciente en el momento, y puede entenderse como una de las razones subyacentes a la alta calidad de vida que disfrutan los ciudadanos de Suecia.