El peso suele ser algo de lo que más preocupa a las personas, sobre todo a las mujeres, razón por la cual siempre nos encontramos en la búsqueda de “dietas” que nos ayuden a perder peso para lograr la figura que sentimos que debemos tener.
Sin embargo, sin saberlo, en esa búsqueda del “cuerpo ideal” podemos estar causando un gran daño a nuestro organismo.
En este sentido uno de los métodos al que mayormente se suele recurrir es al seguimiento de las famosas “dietas”, sobre todo aquellas que consisten en reducir la cantidad de alimentos que se consumen o eliminar algunos de ellos por ser considerados como “engordadores”.
Este tipo de régimen alimenticio suele recibir el nombre de dieta restrictiva o dieta hipocalórica y, como su nombre lo indica, consisten en disminuir las calorías que se ingieren, lo cuál suele lograrse restringiendo los alimentos.
Si bien las mujeres hemos creído durante muchos años que esta es la mejor manera para perder peso de forma eficaz lo cierto es que este tipo de dietas pueden tener el efecto contrario y, no solo eso, sino que pueden provocar una gran cantidad de problemas de salud.
Sobre este tema habló para Infobae México la nutrióloga Alejandra Toledo, quién señala que una dieta es el régimen alimenticio que todos llevamos diariamente pero que la gente suele verlo como sinónimo de “dejar de comer”.
“Las dietas, o en este caso, los regímenes alimenticios que restringen las calorías y la ingesta de ciertos alimentos pueden causar mucho daño sobre todo en las mujeres por la cuestión hormonal, ya que más allá de tener un déficit calórico lo que sueles tener es un déficit nutricional”, comenta.
De acuerdo con la especialista, a diferencia del hombre, el cuerpo de la mujer es muy complejo y necesita de una gran cantidad y variedad de hormonas para funcionar de manera adecuada; en este sentido, si no le damos el “combustible” necesario se rompe el balance natural del cuerpo y se afecta también le balance hormonal.
El combustible del que habla la nutrióloga es la energía y los nutrientes que obtenemos a partir de los alimentos y que se verá afectado cuando no comemos las cantidades necesarias o los alimentos adecuados.
“Si no hay suficiente combustible se desbalancea la funciona hormonal y esto afecta en el funcionamiento integral del cuerpo de la mujer”, señala.
En este sentido, algunos de los principales efectos secundarios que puede tener una dieta restrictiva, de acuerdo con la especialista, son los siguientes:
Aumento de peso: al contrario del efecto que se busca, la realidad es que uno de los principales efectos de las dietas restrictivas es subir de peso porque el cuerpo entra en un estado de estrés que lo lleva a almacenar la grasa.
Por otro lado, el cuerpo necesita nutrientes para llevar a cabo el proceso a través del cuál quema la grasa por lo que sino estamos bien alimentados el organismo no podrá realizar este proceso.
Si bien en ocasiones al principio de este tipo de dietas sí se puede ver una perdida de peso la mayoría de las veces se trata simplemente de una perdida de agua y músculo.
Resequedad en la piel y caída del cabello: como se mencionó antes, cuando no se consumen los nutrientes suficientes, no hay combustible para que el cuerpo realice el proceso mediante el cual regenera tejidos como el cabello, las uñas o la piel.
Por esta razón, las dietas restrictivas suelen tener efectos negativos en estas zonas.
Cansancio y fatiga: la falta de nutrientes tendrá un grave efecto en tus niveles de energía por lo que podrías sentirte cansada y sin energía para realizar tus actividades cotidianas.
Otros efectos negativos son:
-Mala digestión
-Perdida de masa muscular
-Oxidación de los tejidos
-Envejecimiento prematuro
Muchas de estas dietas suelen eliminar los carbohidratos pero para tener todos los nutrientes necesarios es vital incluir en la comida todos los grupos alimenticios como proteínas, verduras, azúcares y, también, carbohidratos; todo pero de forma balanceada.
Por último, la especialista señala que estos efectos negativos también se pueden presentar con dietas donde predominen los alimentos altos en grasa y azúcar.
“En estos casos ocurre lo mismo que con las dietas restrictivas, se come mucho pero en realidad existe un déficit de nutrientes”, señala.