Con 472 votos a favor y ninguno en contra, la Cámara de Diputados aprobó este jueves una reforma a la Ley General de Salud para reducir el uso de grasas trans en alimentos, bebidas no alcohólicas, así como aceites.
El dictamen a la minuta que adiciona el artículo 216 Bis --que ya recibió el voto a favor también en el Senado-- señala que dichos productos “no podrán exceder dos partes de ácidos grasos trans de producción industrial por cada cien partes de ácidos grasos”.
El documento votado refiere que los expertos afirman que el consumo de grasas trans aumenta considerablemente el riesgo de muerte por cualquier causa en 34% y por cardiopatías coronarias, en 28 por ciento.
Asimismo, se ha observado aumentos no significativos del 7 y 10% en el riesgo de muerte por accidente cerebrovascular isquémico y diabetes, respectivamente.
👏 felicitamos a 🇲🇽 por este importante avance en beneficio de la salud, el consumo de las #GrasasTrans no tienen ningún beneficio conocido y entrañan enormes riesgos para la salud; con su eliminación se previenen enfermedades no transmisibles como cardiopatías coronarias 💔 https://t.co/5PMBiP0hGb
— OPS/OMS México (@OPSOMSMexico) February 9, 2023
La noticia fue celebrada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues a través de Twitter felicitó a los legisladores por el importante avance en beneficio de las y los mexicanos.
“Felicitamos a México por este importante avance en beneficio de la salud, el consumo de las #GrasasTrans no tienen ningún beneficio conocido y entrañan enormes riesgos para la salud; con su eliminación se previenen enfermedades no transmisibles como cardiopatías coronarias”
Y es que la OMS calcula que en el mundo mueren más de 500 mil personas al año debido al consumo de grasas trans. Mientras que en el país, más de 13 mil personas fallecen anualmente por esta causa.
Otro que celebró la votación fue el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, el Dr. Hugo López-Gatell: “Esta medida, junto con el etiquetado frontal, reducirá la prevalencia y mortalidad cardiovascular y metabólica, ya que la mayoría de las grasas trans que consumen las personas mexicanas provienen de productos chatarra”, escribió en la misma plataforma.
La #SaludPública en México celebra la acertada y congruente actuación de la @Mx_Diputados al aprobar por unanimidad histórica de 472 votos, la reforma para eliminar las #GrasasTrans, de origen industrial, del sistema alimentario. 1/3
— Hugo López-Gatell Ramírez (@HLGatell) February 9, 2023
“El Estado mexicano da un nuevo paso importante en la atención a la epidemia de enfermedades no transmisibles”, agregó.
De acuerdo con el diputado morenista Joaquín Zebadúa Alva, Canadá y Estados Unidos, así como varios países de América Latina, ya cuentan con legislaciones que prohíben el consumo de aceites parcialmente hidrogenados.
“Vamos tarde porque en Latinoamérica, Brasil, Uruguay, Argentina, Chile y Perú, con muchas de las mismas empresas que comercializan estos productos en México, ya tienen normatividad en este sentido, para eliminar los aceites parcialmente hidrogenados y la disminución, hasta 2 gramos por cada 100 de las grasas trans”
El proyecto ya se envió al Ejecutivo en espera para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
La obecidad en México
México ocupa el quinto lugar en la tabla de países que tienen mayor población con este problema en el mundo y se espera que en una década el 36.8% de la población adulta mexicana padezca este trastorno, es decir, más de 35 millones de personas, según el Atlas.
Datos del Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2021 arrojan que el 35.7% de la población nacional mexicana tiene sobrepeso, mientras que el 23.6% tiene obesidad tipo 1, el 9.3% tiene del tipo 2 y el 3.8% del tipo 3.
En un escenario futuro, el 36.8% de la población mexicana adulta tendría obesidad en el 2030, es decir, un aumento de 1.6% anual.
Pero la obesidad no sólo puede afectar en lo social, sino también en el factor económico, pues el no poder afrontar la enfermedad de raíz tiene grandes repercusiones como los gastos médicos, así como los gastos indirectos, aquellos que consideran las afectaciones en la pérdida de productividad y reducción de capital humano por mala salud o por muertes prematuras.
De acuerdo con el Atlas de la Obesidad, en el 2019 la obesidad y el sobrepeso tuvieron en México un impacto negativo de 26 billones de dólares (520 mil 039 millones de pesos) o 2.05% del Producto Interno Bruto (PIB).