“Doctor, esta es la última carta que me juego”, le dijo una paciente al médico argentino especialista en gastroenterología, endoscopía digestiva y medicina interna Facundo Pereyra al entrar a su consultorio. La mujer, pálida, hinchada y con manchas rosas en el rostro, le contaba, nerviosa e impaciente, sobre sus incurables afecciones en la piel.
“Me cansé de ver a dermatólogos, me dieron todo tipo de tratamiento. Después me enteré de lo del intestino y la piel por medio de una amiga y me hice una terapia de colon, pero nada. También probé homeopatía y biodecodificación”, le dijo a Pereyra, que llevaba algunos años investigando junto a su padre el síndrome del intestino permeable. El médico le recetó una dieta para “revertir el asunto digestivo” y, pocas semanas después, la paciente estaba curada.
Desde entonces, el especialista en medicina interna, gastroenterología y endoscopía digestiva se dedicó a profundizar sus investigaciones sobre el síndrome del intestino permeable, “una teoría alternativa aún no aceptada por la medicina por falta de un análisis específico”, según describe el propio Pereyra, que podría explicar una parva de enfermedades de todo tipo que están relacionadas con la microbiota intestinal. Con el tiempo, terminó por desarrollar el programa MDB 15, que fusiona la medicina tradicional con la medicina alternativa para resetear el intestino en solo 15 días.
En su exitoso primer libro, Resetea tus intestinos, el Dr. Pereyra reúne sus más de diez años de investigación sobre el síndrome del intestino permeable y le ofrece a los lectores una guía detallada para “sanar más de 15 enfermedades y recuperar tus ganas de vivir”. En sus páginas, además de ahondar en la importancia de los intestinos como “órgano estrella” y el síndrome que los afecta, el autor explica su relación con enfermedades digestivas, respiratorias, osteomusculares y autoinmunes, problemas en la piel, cefaleas y migrañas, ansiedad y depresión, fibromialgia, dolencias femeninas, obesidad y sobrepeso.
“Resetea tus intestinos” (fragmento)
La piel, un fiel reflejo del estado de los intestinos
Los trastornos de la piel varían en cuanto a síntomas y gravedad. Pueden ser extremadamente molestos para las personas, en especial, por su connotación estética. Las patologías más comunes son el acné, los eccemas y la urticaria. Pero algunas entidades pueden responder a un mecanismo autoinmune como, por ejemplo, la psoriasis.
El acné es un trastorno de la piel que ocurre cuando los folículos pilosos se tapan con grasa y células cutáneas muertas. Causa puntos blancos, puntos negros o granos. Es más común entre los adolescentes, aunque afecta a personas de todas las edades.
El eccema es un término que designa varios tipos distintos de hinchazón de la piel. También se llama dermatitis. La mayoría de los tipos causa sequedad y comezón en la piel, además de sarpullido en la cara, el interior de los codos y detrás de las rodillas; y en las manos y los pies.
La urticaria se presenta como ronchas rojizas que a veces producen picazón en la piel. Suelen manifestar una reacción alérgica a un medicamento o a una comida. Las reacciones alérgicas provocan en el cuerpo la liberación de sustancias químicas que hacen que la piel se inflame y se formen las ronchas.
La psoriasis es una afección cutánea que provoca enrojecimiento, escamas plateadas e irritación de la piel. La mayoría de las personas con psoriasis presentan parches gruesos, rojos y bien definidos de piel y escamas de color blanco plateado. Esto se denomina psoriasis en placa.
La mayoría de los tratamientos de la dermatología se basa en tópicos con cremas o lociones, aunque para las enfermedades de la piel autoinmunes se suelen indicar potentes medicamentos inmunosupresores. Sin embargo, muchos de estos trastornos no responden bien a los tratamientos, se cronifican y martirizan psicológicamente a la persona.
A pesar de que distintas investigaciones científicas recientes han vinculado varias enfermedades de la piel con una microbiota intestinal alterada o con intolerancia alimentaria, en la medicina aún no existe consenso de incluir la salud digestiva como pilar útil en el tratamiento en la dermatología.
En un artículo publicado en la revista Microorganisms, de marzo de 2021, denominado “Eje intestino-piel, conocimiento actual de la relación de la disbiosis del microbiota con las condiciones de la piel”, se concluye que la disbiosis en la piel y/o la microbiota intestinal se asocia con una respuesta inmune alterada, lo que promueve el desarrollo de enfermedades, como dermatitis atópica, psoriasis, acné vulgar, caspa e incluso cáncer.
Según los autores del artículo, el daño en la piel sería ocasionado indirectamente por neurotransmisores producidos en la microbiota intestinal que cruzarían la barrera mucosa intestinal, de modo tal que ingresan en el torrente sanguíneo e inflaman indirectamente a los tejidos de la piel.
Por otro lado, dos importantes artículos publicados en los últimos tiempos se refieren a la relación de las intolerancias alimentarias con las patologías de la piel. Según un estudio muy grande publicado por la revista Clinical Nutrition en 2019, titulado “Consumo de lácteos e incidencia de acné”, que analizó 14 estudios observacionales, se encontró una asociación positiva entre el consumo de leche (pero no el consumo de quesos o yogur) y el acné.
Este estudio concluye que la leche y los productos lácteos contienen caseína y proteína de suero, que estimulan la producción hepática de una hormona llamada IGF 1, al parecer, la responsable de los cambios grasos en la piel que desembocan en acné. Sin embargo, en los productos lácteos como el queso y yogur, la fermentación bacteriana y sus metabolitos (es decir, los productos resultantes de una reacción química) anularían el paso hepático del fenómeno descripto.
Asimismo, la relación de la intolerancia al gluten no celiaca con los problemas de la piel y el pelo fue estudiada en profundidad en un artículo reciente publicado en la revista Dermatology Online en abril de 2021. Según este metaestudio que analizó 42 publicaciones científicas, titulado “El efecto del gluten en la piel: una revisión sistemática”, las condiciones dermatológicas que podrían responder a una dieta libre de gluten serían psoriasis, dermatitis atópica, vitíligo, pustulosis palmoplantar (una enfermedad crónica que da granitos de pus en palmas y plantas).
Sin embargo, las afecciones más comunes en la piel asociadas a la sensibilidad al gluten no celiaca serían las no específicas como rash, dermatitis y picazón.
Una mirada integrativa
Recuerdo que mi padre siempre me decía: “Lo que pasa en la piel es un reflejo del intestino”. Con los años, lo comprobé con mis propios ojos. Observé beneficios reales en la piel luego del proceso de reseteo en cientos y cientos de pacientes.
Aparte de las recomendaciones de salud digestiva, suelo recomendar a mis pacientes con problemas en la piel la suplementación con omega 3 durante el proceso, un potente antiinflamatorio natural que estimula los procesos químicos naturales del cuerpo para calmar la inflamación.
Ahora bien, ante la falta de respuesta frente a las medidas recomendadas, suelo proponer una prueba terapéutica eliminando por unos días los alimentos ricos en histamina que pueden manifestarse en la piel de distintas maneras (sarpullidos, urticarias o eccema). También producen una reacción típica denominada “dermografismo”, conocido como “escritura sobre la piel”, es decir, los rasguños se ponen rojos y forman ronchas elevadas parecidas a la urticaria.
Existen otros dos diagnósticos diferenciales que pueden afectar la piel y el intestino. El primero es la candidiasis intestinal: debemos sospecharla ante urticarias refractarias y candidiasis vaginal. En general, este cuadro se revierte con el reseteo ya que el hongo vive solo si el huésped consume harinas o azúcar. Pero si el cuadro clínico persiste a pesar de la dieta del reseteo, mi recomendación es iniciar un antimicótico vía oral.
El segundo son las parasitosis: si bien son poco frecuentes en los medios urbanos, debemos sospecharlas en medios rurales o endémicos en personas con síntomas en la piel, y síntomas digestivos (diarreas) que no responden al reseteo inicial. Ante estas circunstancias se recomienda hacer un parasitológico de materia fecal y eventualmente un tratamiento empírico con métodos naturales (tintura de paico) o farmacológicos.
Por último, no debemos olvidar el impacto nocivo que puede generar el estrés en la piel. Siguiendo los lineamientos de la psicodermatología, recomiendo la psicoterapia y el uso de medicación neuromoduladora para todas las personas que padezcan ansiedad o depresión asociadas a enfermedades en la piel sin respuesta a los tratamientos convencionales, incluido el reseteo digestivo.
Quién es Facundo Pereyra
♦ Nació en Río Negro, Argentina, en 1970.
♦ Es médico especialista en gastroenterología, endoscopía digestiva y medicina interna.
♦ Es el creador del programa MDB 15, que fusiona la medicina tradicional con la medicina alternativa para resetear en 15 días el intestino.
♦ Resetea tus intestinos es su primer libro.
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