
El mundo de los sueños es fascinante. Desde tiempos inmemoriales, los sueños han intrigado a la humanidad. Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, afirmaba que los sueños son “la vía regia hacia el subconsciente”, un reflejo de nuestros deseos reprimidos y conflictos internos. No obstante, la ciencia moderna ha demostrado que los sueños son más complejos de lo que se creía.
Se cree que todas las personas tienen entre tres y seis sueños cada noche. Sin embargo, alrededor del 95% de estos se olvidan al levantarse de la cama.
Y es que, en muchas ocasiones, las imágenes que recordamos de los sueños son aquellas que más nos han impactado, como soñar con una expareja o un ser querido ya fallecido, las pesadillas, o haber tenido la capacidad de controlar las acciones, aun sabiendo que se estaba durmiendo.
En declaraciones a Infobae España, Ángel Guillén Torregosa, psicólogo sanitario y director de Psicopartner, explica que esto podría deberse a factores psicológicos, biológicos y ambientales. “La memoria de los sueños es frágil debido a la reducción de la actividad en la corteza prefrontal y la liberación de norepinefrina durante la fase REM”.
“Al despertar, el cerebro prioriza la consolidación de recuerdos importantes para la vida diaria, dejando en un segundo plano la retención de los sueños”, destaca Guillén Torregosa.
A pesar de ello, para aquellos que deseen recordar los sueños, el psicólogo advierte de que existen tareas efectivas: “Llevar un diario de sueños y escribir lo que se recuerda inmediatamente después de despertar o programar alarmas para despertarse durante la fase Rem, cuando los sueños son más vividos”.
Los sueños con exparejas e infidelidades
Soñar con un ex es algo frecuente, sobre todo si hablamos de relaciones que han sido largas y con un fuerte compromiso. Incluso puede convertirse en un sueño recurrente, aunque a muchas personas les resulte preocupante.
“Las exparejas representan experiencias pasadas, emociones no resultas o aspectos de uno mismo que aún resuenan en el presente”, señala Guillén. Aunque puedan parecer desconcertante, “no necesariamente indican un deseo de reconciliación”, añade el psicólogo.
En contraste, podrían indicar una forma de “procesar el pasado, reflexionar sobre relaciones anteriores o explorar sentimiento actuales”, declara el experto.
En cuanto a las infidelidades, estos sueños pueden reflejar inseguridades respecto a la relación actual, experiencias pasadas o simplemente ansiedad. “Soñar con una infidelidad no siempre indica que hay un problema real en la relación. Puede ser un reflejo de miedos, inseguridades o una manifestación de estrés del día a día”, aclara Guillén.
“En lugar de buscar significados literales, es más útil analizar las emociones asociadas al sueño y su conexión con la vida actual”, subraya el psicólogo.
Pesadillas y sueños angustiantes
Las pesadillas son frecuentes en los niños, pero pueden ocurrir a cualquier edad. Normalmente, no deberían ser motivos de preocupación, pero cuando son recurrentes y de contenido perturbador, se debe indagar en los factores que estén incidiendo en su aparición.
Las pesadillas recurrentes pueden estar relacionadas con traumas, estrés o ansiedad. “Los temas recurrentes en las pesadillas suelen reflejar miedos, preocupaciones o conflictos internos que la persona necesita procesar”, explica Guillén.
Cuando una pesadilla está ligada a un evento traumático, puede ser un síntoma del trastorno de estrés postraumático (TEPT). En estos casos, las pesadillas suelen ser más intensas y realistas, causando gran angustia. “Si una persona tiene pesadillas constantes relacionadas con un evento doloroso, es recomendable acudir a un profesional para abordar el problema desde una perspectiva terapéutica”, sugiere el especialista.
Para reducirlas, recomienda mejorar la higiene del sueño: “Evitar la cafeína y los dispositivos electrónicos antes de dormir, y practicar técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación, que pueden ayudar a reducir la frecuencia de las pesadillas”.
Soñar con personas fallecidas
Soñar con seres queridos que ya no están también es una experiencia común y una forma natural de procesar el duelo. “Estos sueños suelen tener distintos significados. A veces, el cerebro trata de procesar la pérdida, otras veces es una forma de sentirnos reconfortados al volver a ver a la persona, aunque sea en un sueño”, señala Guillén.
Es más, incluso años después de su muerte, estos sueños pueden aparecer en fechas significativas, sin que esto signifique que la persona esté atrapada en el duelo. “Es completamente normal soñar con alguien que hemos perdido. No necesariamente indica un problema emocional, sino que nuestro cerebro sigue integrando su recuerdo en nuestra vida”, agrega.
Sueños lúcidos, controlar lo que se sueña
Un sueño lúcido es aquel en el que la persona es consciente de que está soñando y, en algunos casos, puede incluso controlar la trama del sueño. “Este fenómeno ocurre cuando la corteza prefrontal mantiene un nivel de actividad más alto de lo habitual durante el sueño REM”, explica el psicólogo.
Afortunadamente, para los que tengan esa capacidad, tener sueños lúcidos de manera frecuente no suele afectar la calidad del sueño, aunque Guillén advierte que “si se practica en exceso, algunas personas pueden experimentar fragmentación del sueño o dificultades para alcanzar un descanso profundo”.
A pesar de los avances en materia onírica, los sueños y sus significados siguen siendo un misterio: “Los sueños son altamente subjetivos y simbólicos, por lo que no deben interpretarse de forma literal. No existe un diccionario universal de significados oníricos, ya que cada persona tiene su propia historia, emociones y asociaciones personales”, concluye Guillén.