Los primeros síntomas que alertan de que tenemos un problema de memoria: cuándo consultar a un médico

Es natural que a medida que envejecemos tengamos más dificultades para recordar ciertas cosas, como algunos nombres o dónde hemos dejado las gafas. Estos pequeños olvidos forman parte del deterioro cognitivo natural de nuestro cerebro y, si llevamos una buena dieta, hacemos ejercicio regular y cuidamos de nuestras relaciones sociales, no deberíamos preocuparnos en exceso.

Sin embargo, algunos problemas de memoria pueden ser indicativos de algún problema más serio que requiere de ayuda médica, como el Alzheimer. Por ello, es importante reconocer los primeros síntomas de la demencia para saber cuándo buscar ayuda médica y obtener así un diagnóstico temprano, algo crucial para el abordaje de posibles causas subyacentes.

La Clínica Mayo explica que uno de los síntomas más comunes de los problemas de memoria es hacer las mismas preguntas repetidamente, lo que ocurre porque la persona tiene dificultades para retener información reciente, y esto lleva a una repetición constante. Otro indicio es olvidar palabras habituales al hablar, lo que genera pausas incómodas o frases incompletas en las conversaciones. En algunos casos, las personas mezclan palabras o conceptos, utilizando términos incorrectos pero similares, como decir “cama” en lugar de “mesa”.

Además, las tareas rutinarias que antes eran fáciles pueden volverse mucho más complejas. Por ejemplo, seguir una receta o realizar una lista de la compra puede llevar más tiempo y resultar confuso. Otro síntoma frecuente es perder objetos o colocarlos en lugares inapropiados, como dejar una billetera en el cajón de la cocina o las llaves dentro del refrigerador. Este comportamiento, cuando es recurrente, puede ser un indicativo claro de problemas en la memoria.

Desorientarse en sitios familiares, como perderse al caminar o al conducir en una zona conocida, es una señal más preocupante. Esto no solo genera ansiedad, sino que también puede poner en peligro la seguridad de la persona afectada. A estos síntomas se suman los cambios inexplicables en el estado de ánimo o comportamiento, como irritabilidad, ansiedad o aislamiento social, que a menudo acompañan los problemas de memoria.

Saber cuándo pedir ayuda médica es fundamental. Si los problemas de memoria interfieren significativamente con la vida diaria, como dificultar actividades habituales, gestionar las finanzas o mantener conversaciones fluidas, es momento de buscar a un profesional. También es importante consultar a un médico si los síntomas progresan con el tiempo, si se pierde la capacidad de recordar información reciente o si hay dificultades para orientarse en espacios familiares.

En España, la enfermedad de Alzheimer afecta aproximadamente a 800.000 personas, según los últimos datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Es la forma más común de demencia, representando entre el 60% y el 70% de todos los casos de esta condición en nuestro país. La prevalencia de esta enfermedad neurodegenerativa aumenta con la edad, y es más recurrente en personas mayores de 65 años. Sin embargo, también puede presentarse en individuos más jóvenes, en lo que se conoce como Alzheimer de inicio temprano.

La incidencia de la enfermedad de Alzheimer en España ha ido en aumento en las últimas décadas, en parte debido al envejecimiento de la población. Este crecimiento representa un desafío para el sistema de salud y los servicios de atención a largo plazo, ya que la enfermedad requiere de cuidados especializados y constantes.