Desde hace milenios en China, el té verde se consume tanto por el propio disfrute como por sus propiedades medicinales. Esta bebida tan rica en antioxidantes es un aliado de la salud cardiovascular y del metabolismo en general. Su elaboración se realiza a partir de las hojas de la Camellia sinensis, que se procesan de manera mínima para preservar su contenido de compuestos bioactivos. Entre los principales componentes del té verde, destacan las catequinas (un tipo de antioxidante), la cafeína, la L-teanina (un aminoácido que contribuye a un efecto calmante) y las vitaminas y minerales.
Pero a pesar de los múltiples beneficios que aporta beber un té verde para la salud, cuenta con algunas contraindicaciones que es importante conocer, especialmente en aquellas personas con ciertas condiciones médicas.
Beneficios del té verde
Gracias a las catequinas, el té verde es una fuente potente de antioxidantes que neutralizan los radicales libres y reducen el estrés oxidativo en el organismo. Este efecto puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como el cáncer y las afecciones cardiovasculares. Además, su consumo regular se asocia con la reducción de los niveles de colesterol LDL (el conocido popularmente como el “malo”) y triglicéridos, así como con un mejor flujo sanguíneo.
Según el enfermero Manuel Reis, la combinación de cafeína y EGCG en el té verde puede aumentar la termogénesis, lo que contribuye a la quema de grasas y a la pérdida de peso. Esto lo convierte en un aliado para quienes buscan mejorar su composición corporal como parte de una dieta equilibrada.
Otros estudios apuntan también que los compuestos bioactivos del té verde podrían tener un papel en la prevención del deterioro cognitivo relacionado con la edad, como el Alzheimer y el Parkinson. Las catequinas presentes en esta popular bebida también pueden prevenir infecciones gracias a sus propiedades antivirales y antibacterianas.
Contraindicaciones del té verde
A pesar de sus numerosos beneficios, el té verde no es adecuado para todos y puede tener efectos adversos si se consume en exceso o en ciertas condiciones. Entre las principales contraindicaciones destacan:
- Interacciones con medicamentos: el té verde puede interferir con la absorción de algunos medicamentos, como los anticoagulantes, los betabloqueantes y ciertos tratamientos para la presión arterial. Además, su alto contenido de taninos puede reducir la absorción de hierro de fuentes vegetales.
- Problemas digestivos: en grandes cantidades, los taninos del té verde pueden causar irritación gástrica, especialmente en personas con gastritis o úlceras. Es mejor consumirlo después de las comidas para minimizar este riesgo.
- Efectos secundarios por la cafeína: aunque la cafeína del té verde es moderada, el consumo excesivo puede causar insomnio, nerviosismo, palpitaciones y malestar estomacal, especialmente en personas sensibles a este compuesto.
- Alteración en el metabolismo del hierro: los taninos también pueden dificultar la absorción de hierro en personas con anemia o dietas bajas en hierro. Para evitar este efecto, es recomendable consumirlo separado de las comidas principales.
- Embarazo y lactancia: durante el embarazo, el consumo excesivo de té verde puede limitar la absorción de ácido fólico, esencial para el desarrollo del bebé, y aportar una cantidad de cafeína que podría ser perjudicial. Las mujeres embarazadas deben limitarse a no más de dos tazas al día y consultar a un médico.
- Sobrecarga hepática: en casos raros, el consumo excesivo de té verde o de suplementos concentrados puede afectar la salud del hígado, debido a la acumulación de catequinas en altas dosis.