Qué significan las estrellas del congelador: cuidado porque afectan a la forma de conservar los alimentos

Existen diferentes métodos que hacen posible prolongar la vida de los alimentos. Antiguamente, la sal era la encargada de la conservación de los productos, como la carne o el pescado. Sin embargo, en la actualidad se cuenta con métodos sofisticados como la deshidratación, los envases al vacío o la congelación.

La congelación es un método seguro para conservar los alimentos y contribuye a reducir su desperdicio. Se trata de que los alimentos alcancen temperaturas alrededor de los -18 °C para inactivar los microorganismos que favorecen su deterioro y que pueden producir enfermedades.

Siempre y cuando se realice una correcta congelación y descongelación de los alimentos, no se perderán los nutrientes. Para afrontar estas dos acciones, la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) ha publicado un documento donde informa a los ciudadanos sobre las buenas pautas de congelar y descongelar los alimentos, cuáles se pueden congelar y el tiempo máximo que pueden estar en el congelador.

Se trata del nivel de frío que puede llegar a alcanzar el congelador. Se mide en estrellas, de una a cuatro. Cuanta más estrellas tenga, más fría será la temperatura que puede alcanzar el congelador.

• Una estrella: alcanza -6 °C y solo se pueden almacenar alimentos ya congelados hasta una semana.
• Dos estrellas: llega hasta -12 °C y solo se pueden guardar alimentos ya congelados hasta un mes.
• Tres estrellas: alcanza hasta los -18 °C y puede almacenar alimentos ya congelados hasta tres meses.
• Cuatro estrellas: llega a temperaturas inferiores a -18 °C y se pueden congelar tanto alimentos frescos como ya congelados durante un largo periodo de tiempo.

Como hemos mencionado anteriormente, la congelación permite conservar los alimentos durante más tiempo. Sin embargo, no todos pueden ser congelados durante largos periodos porque perderían sus cualidades de sabor y textura.

Los alimentos que NO se pueden congelar son: verduras y frutas que se vayan a comer en crudo, patatas, huevos, alimentos con alto contenido de grasa, mayonesa y alimentos fritos.

Los alimentos que SÍ se pueden congelar son: carnes, pescados, fiambres, verduras (que se vayan a cocinar), legumbres, huevos batidos y pan.

Estos alimentos se deben guardar adecuadamente en el congelador. Para ello, existen diferentes materiales que están calificados por la AESAN como aptos: envases térmicos, bolsas con cierre hermético y, en el caso de alimentos envasados, su propio envase.

De esta manera, se evita la aparición de cristales de hielo, coloraciones o quemaduras debido a la congelación que pueden afectar al valor nutricional de los productos. Otro aspecto para evitar estas apariciones es el tiempo que puede estar cada alimento dentro del congelador.

• Uno a dos meses: fiambres y embutidos.
• Dos a tres meses: pescado azul (atún, boquerones, sardinas, salmón…), sopas y guisos.
• Tres a cuatro meses: carne picada y hamburguesas.
• Seis a ocho meses: pescado blanco (merluza, lenguado, bacalao, dorada…)
• Seis a doce meses: carne de vacuno, cordero y cerdo.
• Ocho a doce meses: frutas y verduras (que vayan a ser cocinadas).
• Nueve a doce meses: carne de pollo.
• Doce meses: claras y yemas de huevo crudas (sin cáscara).

Además, si se compra alimentos ya congelados, en la etiqueta del producto debe estar la temperatura correcta de conservación y su fecha de consumo preferente. Por otra parte, los alimentos que han sido congelados y descongelados, no deben volver a congelarse.

La mejor de las opciones es descongelar los alimentos en la parte más fría de la nevera (más próxima al congelador). Es recomendable sacar la comida al menos 12 horas antes de su consumo.

Otra opción es la descongelación en el microondas. Es la más rápida, pero no es homogénea. Es decir, en este caso, se descongelará antes los extremos que el centro de la comida. No obstante, para conseguir la descongelación más uniforme posible, se recomienda utilizar la potencia más baja del electrodoméstico.

Por último, algunos alimentos pueden cocinarse congelados directamente. Este método únicamente debe considerarse si la etiqueta del producto así lo indica.