La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha tenido conocimiento, a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (Sciri), de una notificación de alerta trasladada por las autoridades sanitarias de Madrid relativa a la presencia de gluten no incluido en el etiquetado en el producto snack de patata con sabor a crema agria y cebolla de la marca Sun Snacks, según ha informado Facua.
En concreto, está afectado el lote L0010083506 con fecha de consumo preferente de 8 de mayo de 2025. El producto afectado se comercializa en envase cilíndrico de color verde de 175 gramos y la distribución inicial se ha producido en la Comunidad Autónoma de Madrid, si bien no es descartable que puedan existir redistribuciones a otras comunidades autónomas.
“Esta información ha sido trasladada a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (Sciri), con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización”, explican.
Como medida de precaución, se recomienda a las personas con problemas derivados de la ingesta de gluten que pudieran tener este snack de patata en sus hogares que se abstengan de consumirlo. La ingesta de este producto no comporta ningún riesgo para el resto de la población.
¿Qué le pasa a un celíaco si come gluten?
La enfermedad celíaca es un trastorno sistémico de base inmunológica que se desencadena por la ingesta de gluten y otras proteínas similares en individuos genéticamente predispuestos, según el Protocolo de Diagnóstico Precoz de la Enfermedad Celíaca. Este trastorno afecta a personas que, al consumir gluten, experimentan una respuesta inmunitaria que daña el revestimiento del intestino delgado, lo que puede llevar a una serie de complicaciones de salud.
El gluten es un conjunto de proteínas presentes en ciertos cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la avena, así como en sus derivados como el kamut, el triticale, la espelta o escanda, y el bulgur. Para las personas con enfermedad celíaca, la ingesta de estos cereales puede provocar una serie de síntomas que varían en severidad, desde problemas digestivos hasta manifestaciones más sistémicas.
Históricamente, la enfermedad celíaca se consideraba una intolerancia permanente al gluten. Sin embargo, investigaciones recientes y guías médicas han redefinido esta condición, destacando su naturaleza inmunológica y sistémica. Esta nueva comprensión ha permitido un enfoque más preciso en el diagnóstico y manejo de la enfermedad.
Cuando una persona celíaca consume gluten, su sistema inmunológico reacciona de manera anormal, atacando el intestino delgado. Esto puede llevar a una mala absorción de nutrientes, lo que a su vez puede causar síntomas como diarrea, fatiga, pérdida de peso, hinchazón y anemia. Además, la exposición continua al gluten puede aumentar el riesgo de desarrollar otras complicaciones de salud, como osteoporosis, infertilidad y ciertos tipos de cáncer.
El diagnóstico de la enfermedad celíaca se realiza a través de pruebas serológicas y una biopsia intestinal, que confirman el daño en el revestimiento del intestino delgado. Una vez diagnosticada, el tratamiento principal es una dieta estricta sin gluten, que permite la recuperación del intestino y la mejora de los síntomas.