Cómo hacer garbanzos con espinacas: una receta tradicional que estará lista en 30 minutos

Este plato destaca por su sabor reconfortante y su aporte de proteínas, fibra y vitaminas

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Receta de garbanzos con espinacas. (ShutterStock).
Receta de garbanzos con espinacas. (ShutterStock).

Con la llegada del otoño, las temperaturas cada vez son más frías. Por ello, en contra de las tardes en terrazas de las que se disfrutaba hace unos meses, ahora apetece pasar las tardes en el sofá, arropados por una manta y disfrutando de una buena serie. Del mismo modo, nuestra alimentación también ha cambiado.

A las comidas ligeras y refrescantes les han sustituido los guisos calientes. Así, los garbanzos con espinacas son el plato tradicional del que muchos disfrutan en estos meses. Esta receta, que ha logrado trascender varias generaciones, destaca por su sabor reconfortante y su aporte de proteínas, fibra y vitaminas.

Garbanzos con espinacas y piñones (Flickr)
Garbanzos con espinacas y piñones (Flickr)

Ingredientes para la receta de garbanzos con espinacas

  • 400 gramos de garbanzos cocidos
  • 300 gramos de espinacas frescas
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 tomate maduro (o 150 gramos de tomate triturado)
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • 1 rebanada de pan
  • 1 hoja de laurel
  • Medio vaso de caldo de verduras
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto
  • Comino molido

Tiempo de elaboración

El tiempo total necesario para la elaboración de esta receta es de 30 minutos. 10 de ellos se utilizarán para preparar los ingredientes, 10 para el sofrito y los últimos 10 para la cocción de garbanzos y espinacas.

Cómo elaborar, paso a paso

  1. Para esta receta lo primero que hay que hacer es preparar la base del sofrito. Para ello, en una sartén grande o cazuela, calienta un chorrito de aceite de oliva. Fríe la rebanada de pan hasta que esté dorada. Retírala y resérvala. Después, en el mismo aceite, sofríe la cebolla picada finamente y los ajos laminados hasta que estén tiernos.
  2. Con el sofrito preparado añade el tomate y el pimentón. De esta forma, incorpora el tomate rallado o triturado al sofrito y cocina hasta que reduzca, para esto necesitarás un tiempo aproximado de cinco minutos. Justo después, añade el pimentón dulce y mezcla rápidamente para que no se queme.
  3. Ahora es momento de añadir las espinacas frescas al sofrito. Remueve hasta que se reduzcan de tamaño.
  4. Cuando las espinacas se reduzcan, añade los garbanzos cocidos, la hoja de laurel y el medio vaso de caldo de verduras a la sartén y cocina a fuego medio durante 10 minutos.
  5. Una vez se tenga prepago el guiso, machaca la rebanada de pan frita en un mortero con una pizca de comino molido e incorpora esta mezcla a la cazuela para espesar ligeramente el guiso
  6. Por último, prueba el guido y ajusta la sal y la pimienta al gusto. Cocina la mezcla durante cinco minutos más a fuego lento y sírvelo caliente.
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¿Cuántas raciones se obtienen de esta receta?

Esta receta de garbanzos con espinacas está pensada para cuatro raciones. Sin embargo, las porciones pueden ajustarse dependiendo del tamaño de las raciones o si se sirve como plato único o como acompañamiento.

¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?

El valor nutricional de cada porción de garbanzos con espinacas puede variar ligeramente según los ingredientes exactos. Este el valor nutricional aproximado de cada porción:

  • Calorías: 230-270 kcal
  • Proteínas: 10-12 gramos
  • Grasas: 8-10 gramos
    • Grasas saturadas: 1-2 gramos
  • Carbohidratos: 30-35 gramos
    • Fibra: 8-10 gramos
    • Azúcares: 3-5 gramos
  • Sodio: 300-400 mg (dependerá de la sal y del caldo utilizado)
  • Hierro: 4-6 mg (proveniente de las espinacas y los garbanzos)
  • Vitamina C: 10-15 mg
  • Calcio: 80-120 mg

¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?

La receta de garbanzos con espinacas puede conservarse adecuadamente si se toman las precauciones necesarias. En el caso de querer guardarla en el frigorífico, es fundamental mantenerla en un recipiente hermético y asegurarse de que la preparación esté completamente fría antes de introducirla. Una vez en la nevera, el plato puede mantenerse en buen estado durante un período de 3 a 4 días.

Si se prefiere congelar, este plato podrá conservarse durante un periodo máximo de tres meses. Por otra parte, el proceso de descongelado debe realizarse lentamente en el frigorífico durante la noche. Después el plato podrá recalentarse utilizando una sartén o un microondas.

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