Receta de pizza con masa de coliflor: todos los trucos para conseguir un resultado crujiente y delicioso

No hay nada malo en disfrutar de una pizza casera ‘de las de toda la vida’. Con harina, agua, aceite, levadura y una pizca de sal podemos elaborar una masa saludable y deliciosa, perfecta para una cena de inspiración italiana sin salir de casa. Sin embargo, son muchos los que buscan alternativas más ligeras a las masas habituales, sustituyendo las harinas de trigo por otras alternativas nutritivas y con un menor aporte de calorías.

En esta línea, la pizza con base de coliflor es una opción que ha ganado popularidad entre aquellos que buscan versiones más ligeras y saludables, también como alternativa sin gluten o simplemente como opción para aquellos que quieren aumentar su consumo de verduras de una forma rica y casi imperceptible. Esta masa a base de coliflor se puede personalizar a nuestro gusto, añadiendo nuestros toppings favoritos y haciendo que sea una opción perfecta para compartir en reuniones o disfrutar en una cena ligera.

Aunque puede parecer una propuesta extraña al principio, lo cierto es que la base de coliflor es una alternativa que, bien preparada, tiene un resultado delicioso, crujiente por fuera y suave por dentro, además de ser una opción ideal para quienes buscan reducir el consumo de carbohidratos sin sacrificar el sabor. Para lograr una buena textura en nuestra masa de coliflor, es importante secar bien el vegetal después de cocinarlo, ya que la humedad en exceso puede hacer que la masa quede blanda. Además, en esta receta utilizaremos otros ingredientes como el queso y el huevo, que ayudarán a unir los ingredientes y a darle sabor.

La coliflor, un vegetal de temporada de invierno, es uno de los ingredientes más utilizados para versionar platos o elaboraciones comunes, desde masas hasta arroces. Es una hortaliza excepcionalmente baja en calorías, lo que la hace ideal para dietas de control de peso. Cada porción de 100 gramos contiene solo 25 calorías aproximadamente, pero a su vez es rica en vitaminas, minerales, fibra y compuestos bioactivos. Una de sus principales características es su alto contenido de vitamina C, esencial para el crecimiento y reparación de tejidos en todo el cuerpo y poderoso antioxidante.

Ingredientes:

• 1 coliflor grande (aproximadamente 800 g)
• 1 huevo
• 100 g de queso mozzarella rallado.
• 50 g de queso parmesano rallado
• 1 cucharadita de ajo en polvo
• 1 cucharadita de orégano seco
• Sal y pimienta al gusto
• Salsa de tomate (cantidad necesaria)
• Toppings a elección: mozzarella, jamón, champiñones, aceitunas, etc

Elaboración:

1. Precalienta el horno a 200 °C y prepara una bandeja para hornear con papel vegetal.
2. Lava la coliflor, córtala en trozos y procesa en un procesador de alimentos hasta obtener una textura fina, similar al arroz.
3. Cocina la coliflor procesada en el microondas por 8 minutos o hasta que esté suave. Deja enfriar ligeramente.
4. Coloca la coliflor cocida en un paño de cocina limpio y exprime bien para eliminar el exceso de agua.
5. En un bol grande, mezcla la coliflor seca con el huevo, los quesos rallados, el ajo en polvo, el orégano, la sal y la pimienta.
6. Extiende la mezcla sobre la bandeja para hornear, formando un círculo de unos 0.5 cm de grosor.
7. Hornea la base de coliflor durante 20 minutos, o hasta que esté dorada y firme al tacto.
8. Retira la base del horno, agrega la salsa de tomate y los toppings de tu preferencia.
9. Vuelve a hornear por 10-15 minutos, o hasta que el queso esté derretido y burbujeante.
10. Retira del horno, deja enfriar unos minutos y sirve.

Esta receta de pizza con base de coliflor rinde aproximadamente 4 porciones.

Cada porción de pizza con base de coliflor contiene aproximadamente:

• Calorías: 180
• Grasas: 12 g
• Grasas saturadas: 6 g
• Carbohidratos: 6 g
• Azúcares: 2 g
• Proteínas: 10 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

La pizza con base de coliflor se puede conservar en el frigorífico por hasta 3 días, siempre y cuando se guarde en un recipiente hermético. Para recalentar, es mejor usar el horno para que la base recupere su textura crujiente.