Cuáles son los riesgos de perder mucho peso rápidamente

El cuerpo humano necesita una cantidad mínima de calorías diarias para realizar funciones vitales, como la digestión, respiración y reparación celular, lo que se conoce como tasa metabólica basal. Pero para cada individuo esta cantidad varía, como ejemplo, un cuerpo musculoso tiene una tasa más alta, ya que se necesita mucha más energía para mantener los músculos.

Sin embargo, perder peso consumiendo menos calorías que la tasa metabólica basal puede poner en riesgo la salud. Y es que, al ingerir menos calorías de las necesarias, el cuerpo puede comenzar a presentar algunos riesgos importantes. Este método, conocido como dietas milagro, se suele usar para perder peso de manera rápida en un corto periodo de tiempo.

Además, este tipo de dietas se componen de también por una alta exigencia en cuanto al ejercicio físico, lo que deteriora aún más al cuerpo. Sin duda, hay que prestar atención a este mecanismo, pues no es saludable para el metabolismo. Asimismo, es crucial que el cuerpo humano conserve un mínimo de calorías para realizar las funciones básicas, lo que es compatible con otro tipo de dietas que, aunque tienen un resultado más lento, son mucho más definitivos y sanos.

El cuerpo humano tiene tres formas diferentes en las que puede bajar de peso. En primer lugar, a través de la pérdida de líquidos, las llamadas dietas diuréticas, donde el peso se elimina mediante el sudor o la orina, aunque recupera fácilmente debido al alto riesgo de deshidratación. Por su parte, la pérdida de grasa, mediante una dieta hipocalórica moderada y ejercicio. Esta es la más saludable y con unos efectos más duraderos, pero tiene un proceso más lento en el que se hace una pérdida gradual de 0,5 a 1 kilo por semana.

Por su parte, la pérdida de masa muscular, que tiene lugar en dietas muy bajas en calorías, como las ‘milagro’. Los efectos son muy rápidos y se pueden perder hasta 8 kilos al mes, aunque no de la manera más saludable. Además, han sido objeto de críticas por parte de los médicos y nutricionistas debido a los graves riesgos que presentan.

Esta dieta combina el ayuno con dietas hiperproteicas o aquellas basadas en un solo alimento, lo que desemboca en una deshidratación, fatiga crónica y debilitamiento muscular y óseo preocupantes. También pueden derivar a daños en órganos vitales como el hígado y los riñones, así como problemas cardiovasculares. Por lo que los expertos desaconsejan totalmente estas prácticas y siempre optar por otros métodos de adelgazamiento.

De esta manera, uno de los principales peligros es la deshidratación, ya que muchas de estas dietas se basan en la pérdida de líquidos, lo que puede afectar la presión arterial y aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares y renales. Además, la falta de nutrientes y la reducción extrema de calorías pueden llevar a una fatiga crónica, afectando el rendimiento general del organismo.

Asimismo, el impacto negativo de estas dietas también incluye cambios de humor y un mayor riesgo de lesiones musculares, ya que la pérdida de peso suele darse a costa de la masa muscular. El debilitamiento de los huesos es otra preocupación, aumentando el riesgo de fracturas. No obstante, un efecto adverso a tener en cuenta es el “efecto rebote”, donde las personas tienden a recuperar el peso perdido una vez que abandonan estas dietas restrictivas.

De esta manera, se puede generar un círculo infinito de esta práctica que puede abrir la puerta a trastornos alimentarios, como la anorexia o la bulimia. Por lo tanto, la recomendación de los expertos es optar por una pérdida de peso gradual, supervisada por un especialista, que se base en una dieta equilibrada y hábitos de vida saludables para evitar estos riesgos.