La Asociación Española de Pediatría (AEP) señala que una nutrición adecuada durante los primeros 1.000 días de vida, que abarcan desde la concepción hasta los dos años, es fundamental para asegurar un óptimo desarrollo y una salud fuerte a largo plazo, según la evidencia científica disponible. Por ello, es muy importante conocer qué alimentos y cuidados son adecuados para los niños en sus primeros años de vida.
El sistema digestivo de los niños pequeños es aún muy delicado. A los 2 años, sigue siendo inmaduro y no produce suficientes jugos gástricos para una correcta digestión. Sin embargo, a partir de los 6 meses, la leche materna no es suficiente para cubrir las necesidades nutricionales del bebé en crecimiento, lo que hace necesaria la introducción de la alimentación complementaria. Los pediatras recomiendan comenzar con alimentos sólidos a partir de los 6 meses, de manera gradual y espaciando tres días entre cada nuevo alimento para identificar posibles reacciones alérgicas. Ahora bien, es importante tener en cuenta que alimentos no deben incluirse en esta dieta bajo ningún concepto.
Qué alimentos nunca debes darle a un menor de dos años
En su libro Cuidar lo que más importa. Manual de salud infantil para el día a día, la pediatra Nerea Sarrión explica cuáles son los alimentos que los bebés deben evitar durante su primer año de vida. Entre ellos, destaca el azúcar y los productos que lo contienen, debido al riesgo de caries, sobrepeso infantil y diabetes. La sal, por su parte, también debe evitarse, ya que los bebés reciben suficiente cantidad a través de otros alimentos, y un consumo excesivo puede dañar sus riñones.
La pediatra también advierte sobre el consumo de pescados de gran tamaño, como el pez espada, el atún rojo o el lucio, por su alto contenido en mercurio, que puede afectar el sistema nervioso del bebé. En su lugar, recomienda pescados blancos, como la merluza. Además, señala que es mejor evitar las cabezas de mariscos y crustáceos, así como las verduras de hoja verde, como acelgas o espinacas, ya que el exceso de nitritos podría ocasionarles metahemoglobina, una condición que dificulta la oxigenación en sangre.
La miel es otro de los alimentos a evitar en esta etapa, debido a la posible presencia de la bacteria del botulismo, que el sistema digestivo inmaduro del bebé podría no ser capaz de combatir. Las algas, por su alto contenido en yodo, y las carnes de caza, por la presencia de plomo, también se encuentran entre los alimentos desaconsejados.
Asimismo, la experta recomienda no dar tortitas, bebidas o harinas de arroz, ni leche de vaca, ya que el exceso de proteína en esta última puede irritar el estómago del bebé. De igual forma, se deben evitar carnes, huevos o pescados crudos o poco cocinados, para prevenir infecciones como la salmonelosis o anisakis.
También aconseja evitar los alimentos ultraprocesados, debido a su alto contenido en grasas trans, y las infusiones, ya que los bebés aún no son capaces de metabolizar adecuadamente las propiedades de las plantas. Por último, recomienda no ofrecer zumos, debido al exceso de azúcar, ni utilizar alcohol en la cocina para preparar alimentos destinados a los más pequeños.