Cómo saber si un alimento es cancerígeno: las cinco comidas que deberías limitar en tu dieta

Cada año se producen cerca de 10 millones de fallecimientos en el mundo a causa del cáncer

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Una ensalada de frutas junto a un donuts (Imagen Ilustrativa Infobae)
Una ensalada de frutas junto a un donuts (Imagen Ilustrativa Infobae)

El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año se producen cerca de 10 millones de fallecimientos en el mundo a causa de esta enfermedad. Así, y aunque son muchos los factores los que provocan su desarrollo, existen determinados hábitos que incrementan el riesgo de sufrir algún tipo de cáncer.

El tabaquismo, el consumo del alcohol, la falta de sueño, la excesiva exposición a la luz solar o el sedentarismo, son algunos ejemplos de ello. Del mismo modo, llevar una dieta poco saludable también aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer en un futuro. Así, y aunque hay que ser consciente de que un consumo puntual no dice nada sobre el tipo de alimentación que lleva una persona, sí conviene limitar el consumo de ciertos alimentos para evitar problemas en el futuro.

Una persona sosteniendo dos opciones e alimentación (Imagen Ilustrativa Infobae)
Una persona sosteniendo dos opciones e alimentación (Imagen Ilustrativa Infobae)

Qué alimentos aumentan el riesgo de sufrir cáncer

La Organización Mundial de la Salud ha advertido que el consumo excesivo de carnes rojas y conservadas podría estar asociado a un mayor riesgo de cáncer colorrectal. Además, el abuso de este tipo de alimentos también está relacionado con el desarrollo de otras patologías como la hipertensión, el colesterol alto y diversas enfermedades cardiovasculares. Se recomienda optar por carnes magras, como pollo o pavo, o buscar proteínas de origen vegetal, como la soja. La carne roja ha sido clasificada por la OMS en el Grupo 2A, es decir, “probablemente cancerígena” para los seres humanos. Ahora bien, la evidencia científica disponible en la actualidad aún es insuficiente.

Por su parte, las carnes procesadas incluyen productos que han sido transformados mediante salazón, curado, fermentación, ahumado u otros procedimientos que mejoran su sabor o conservación. Alimentos como salchichas, conservas, embutidos y carne en lata están incluidos en este grupo alimentario. La mayoría de estas carnes contienen cerdo o res, aunque también pueden incluir aves, menudencias o subproductos como la sangre. Estos productos suelen contener edulcorantes, conservantes y colorantes artificiales que han sido vinculados a un mayor riesgo de cáncer colorrectal, de estómago y de hígado.

De igual forma, el consumo habitual de alimentos fritos también es motivo de preocupación, ya que las altas temperaturas utilizadas en su cocción generan acrilamida, una sustancia considerada cancerígena. Ante esto, se recomienda optar por métodos de cocción más saludables, como cocinar al vapor, hervir o asar, y priorizar alimentos frescos y de origen vegetal, preferentemente de proximidad y temporada.

De igual forma, el consumo de azúcares refinados se ha asociado al crecimiento de células tumorales, ya que el azúcar es una fuente de energía para el cáncer. Además, estos azúcares carecen de valor nutricional y su ingesta está vinculada a problemas como la depresión, infartos, diabetes y enfermedades cardíacas. Por último, los alimentos carbonizados, como aquellos cocinados a la parrilla o en barbacoa que se queman, generan moléculas que pueden estimular el crecimiento de células cancerígenas. La asparagina, un aminoácido presente en muchas proteínas, se transforma en acrilamida cuando se somete a altas temperaturas en presencia de ciertos azúcares y carbohidratos.

Cuál es el alimento que ayuda a reducir el colesterol, adelgazar y rejuvenecer.
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