Han pasado 125 años desde que la familia Rivero comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo del vino. Pero en 2024 el panorama es muy distinto al de 1899. Tras décadas de aprendizaje, hoy el grupo Marqués de Atrio puede presumir de ser uno de los mejores del mundo.
“Cada generación ha ido pasando una etapa”, explica Jorge Rivero, miembro de la familia. Así, la cuarta y quinta generación, que son las que hoy lideran el negocio, presumen de haber sabido combinar tradición y modernidad técnica sin haber perdido de vista el principal objetivo: la calidad del producto. “La atención está puesta sobre la materia prima. El proyecto está focalizado en la calidad y en el valor de los vinos”, aseguran.
La bodega Faustino Rivero Ulecia
La bodega Faustino Rivero Ulecia, situada en la ciudad riojana de Arnedo, se presenta como uno de los estandartes del grupo Marqués de Atrio. Este sello, que debe su nombre al tío abuelo de la actual dirección del grupo, concentra más del 50% de la facturación global de la compañía.
A finales de la década de 1960, esta marca fue una de las primeras que la familia comenzó a embotellar y comercializar. A día de hoy, parte de los vinos bajo este sello se producen cerca de la que fue la bodega original del grupo. Con ello, la empresa no solo pretende mantener calidad que caracteriza a su producto, sino también reivindicar el valor de la materia prima de su región. “Nosotros recogemos la responsabilidad de reivindicar el Valle de los Cidacos”, sostienen.
Con el fin de seguir creciendo, los productores continúan implementando cambios en la imagen de su producto. “La bodega sufre lavados de cara con el objetivo de seleccionar más y mejor y de defender los vinos de La Rioja Oriental”, explican. De esta forma, y con motivo del 125 aniversario del grupo, la familia bodeguera ha decidido renovar la marca Faustino Rivero Ulecia. Con el objetivo de atraer a un público más joven, la compañía ha apostado por una identidad visual más limpia, colorida y fácilmente reconocible, sin dejar de lado la historia que define a la marca.
La nueva imagen de Faustino Rivero Ulecia Rioja busca mantener los elementos tradicionales de la empresa, con un toque de frescura y modernidad. Entre los aspectos más representativos que se conservan está la firma manuscrita, un símbolo que refuerza la conexión de la marca con la calidad, la cercanía y la tradición.
Una apuesta por el enoturismo
Más allá del producto, desde el grupo Marqués de Atrio quieren fomentar la cultura del vino. Para ello, la bodega Faustino Rivero Ulecia ha apostado por uno de los planes que más en auge están en los últimos tiempos: el enoturismo. “Difundimos la cultura del vino, el amor por nuestras raíces riojanas y la tradición vitivinícola con eventos y experiencias”, cuentan en su página web.
De esta forma, desde la bodega ofrecen la posibilidad de realizar una visita guiada con cata, así como de disfrutar de otras actividades, como la música en directo.