Cómo hacer costillas de cerdo guisadas, una receta tradicional que te lleva a las comidas de la infancia

Hay sabores que nos transportan a momentos concretos. Las recetas se transmiten de padres a hijos y, por ello, un sólo mordisco nos puede llevar a comidas y reuniones que marcaron nuestra infancia. Las costillas guisadas son un ejemplo de este tipo de platos.

Esta elaboración es un verdadero clásico en muchos hogares. Su preparación lenta y cuidadosa permite que la carne se impregne de los sabores de las especias y vegetales, resultando en un manjar tierno y jugoso que se deshace en la boca. En España, es común encontrar este plato en regiones como Andalucía y Extremadura. A continuación se explicará como elaborar esta receta en seis sencillos pasos.

Raciones: 4 unidades

Tiempo de elaboración: 2 horas y 30 minutos

Ingredientes:

• 1,5 kilogramos de costillas de cerdo, cortadas en porciones.
• 1 cebolla grande, picada finamente.
• 3 dientes de ajo, picados.
• 1 pimiento rojo, cortado en tiras.
• 1 pimiento verde, cortado en tiras.
• 2 tomates maduros, pelados y picados.
• 200 mililitros de vino tinto.
• 500 mililitros de caldo de carne.
• 2 hojas de laurel.
• 1 ramita de tomillo.
• 1 cucharadita de pimentón dulce (opcional).
• Aceite de oliva virgen extra.
• Sal
• Pimienta

Elaboración:

Para preparar las costillas de cerdo guisadas es necesario seguir los siguientes pasos:

1. En primer lugar, para empezar a preparar las costillas, lo primero es calentar en una cazuela un chorrito de aceite de oliva a fuego medio-alto. Cuando esté listo, se añaden las costillas de cerdo y se doran por todas partes hasta que estén bien selladas. Después se retiran del fuego y se reservan para más tarde.
2. Más adelante, en la misma cazuela, se pone el fuego a temperatura media y se añade la cebolla, el ajo y los pimientos. Habrá que sofreírlos durante un tiempo aproximado de diez minutos. Deben quedar tiernos.
3. Después, se añaden los tomates picados al sofrito y se cocinan durante unos minutos más, hasta que se deshagan y formen una salsa.
4. En este punto, llega el momento de volver a incorporar las costillas a la cazuela, mezclándolas bien con el sofrito.
5. Ahora es el momento de verter el vino tinto en la cazuela y dejar que se evapore el alcohol. Esto llevará unos 5 minutos. Cuando pase este tiempo, se añade el caldo de carne, el laurel, el tomillo y el pimentón Después se remueve y se ajusta la sal y la pimienta.
6. Con la elaboración ya terminada, solo queda tapar la cazuela y cocinar a fuego lento durante un tiempo aproximado de dos horas, removiendo de vez en cuando, hasta que las costillas estén tiernas y la salsa haya espesado. Si la salsa está muy líquida, habrá que destapar la cazuela en los últimos 20 minutos para que la salsa se reduzca.

Por último, aunque esta receta sea suficientemente consistente, se recomienda completarla con una guarnición adecuada. Se puede optar por patatas al horno o por una ensalada fresca. Si no se consumen todas las costillas el mismo día, las que sobren se podrán guardar en la nevera durante un tiempo aproximado de tres días.