Alerta alimentaria: detectan la presencia de leche no etiquetada en un salchichón

Las personas con intolerancia o alergia a la leche deben evitar consumir el producto, que no supone ningún riesgo para el resto de la población

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Una tabla con salchichón (Shutterstock España)
Una tabla con salchichón (Shutterstock España)

El Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ha alertado de la presencia de leche que no estaba incluida en el etiquetado de un salchichón. Concretamente, el Salchichón bellota SELEQTIA EROSKI, comercializado en dicha cadena de supermercados y presentado en varios formatos, desde sobres y tablas preparadas.

Ha sido la propia empresa la que ha comunicado “la incidencia a las autoridades competentes, en cumplimiento de la legislación y a fin de no poner a disposición de la población alimentos no seguros”, según recoge un comunicado de la AESAN. Los productos ya han sido distribuidos por todo el territorio nacional, por lo que las personas con intolerancia o alergia a los componentes de la leche deben tener precaución y evitar consumir dicho alimento.

Desde EROSKI, también hacen hincapié en que los compradores del producto con esta condición médica no consuman en ningún caso el salchichón. Es más, ofrecen la posibilidad de que los entreguen en las tiendas para que se les devuelve el dinero. Para el resto de la población, el salchichón no supone ningún peligro.

Esta información ha sido trasladada a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), quienes habían sido alertados previamente por las autoridades sanitarias del País Vasco, “con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización”.

Salchichón SELEQTIA EROSKI con leche no etiquetada (AESAN)
Salchichón SELEQTIA EROSKI con leche no etiquetada (AESAN)

Diferencias entre la intolerancia y la alergia a la leche

La intolerancia y la alergia a la leche son dos condiciones distintas que afectan la capacidad del cuerpo para procesar o tolerar los componentes de la leche de vaca, uno de los alimentos más comunes en nuestra dieta. Por ello, es crucial entender sus diferencias y cómo afectan a quienes las padecen.

La intolerancia a la leche, técnicamente conocida como intolerancia a la lactosa, ocurre cuando el intestino delgado no produce suficiente lactasa, la enzima necesaria para descomponer la lactosa, el azúcar natural presente en la leche y productos lácteos. Esto lleva a síntomas digestivos como dolor abdominal, gases, hinchazón y diarrea poco después de consumir productos lácteos.

Romina Pereiro explica qué es la intolerancia a la lactosa y cómo evitar los síntomas molestos que provoca.

Las personas con intolerancia a la lactosa a menudo pueden controlar sus síntomas evitando o limitando la ingesta de productos lácteos que contengan lactosa. De hecho, existen alternativas en el mercado, como la leche sin lactosa o suplementos de lactasa, que pueden ayudar a reducir los síntomas en aquellos que desean disfrutar de productos lácteos.

Por su parte, la alergia a la leche es una reacción adversa del sistema inmunológico a las proteínas de la leche, como la caseína y la proteína del suero. Afecta principalmente a los niños y a menudo se manifiesta poco después de haber consumido leche o productos lácteos. Los síntomas pueden variar desde leves, como urticaria y picazón, hasta potencialmente mortales, como dificultad para respirar y anafilaxia.

Las alergias alimentarias, incluida la alergia a la leche, son más comunes en la infancia y tienden a disminuir con la edad. A pesar de esto, algunas personas pueden continuar siendo alérgicas a la leche durante toda la vida. Es crucial para quienes tienen alergia a la leche leer cuidadosamente las etiquetas de los alimentos y evitar cualquier producto que contenga leche o sus derivados.

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