Si hay algo que la vida adulta y las responsabilidades nos quitan son las horas de sueño. Conforme nos vamos haciendo mayores menos tiempo le dedicamos al descanso, cuando es una función vital y necesaria para gozar de buena salud. Dormir bien es crucial para regular la frecuencia respiratoria y el funcionamiento cardiovascular, cognitivo y cerebrovascular de las personas.
La Sociedad de Investigación del Sueño (SRS) y la Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM) coinciden en que un adulto promedio debería dormir entre 7 y 8 horas por la noche para gozar de buena salud. No obstante, esto resulta utópico para muchas personas que vuelven de sus respectivos trabajos, llegan a sus casas y tienen que ponerse a limpiar, hacer la cena o ir a la compra (ni hablar si tienen hijos o quieren disfrutar de un poco de vida social). Entonces, ¿qué ocurre si nos acostamos tarde?
Aumento del riesgo de estrés, ansiedad o síntomas depresivos
La revista Psychiatry Research ha publicado un estudio que demuestra que acostarse tarde puede aumentar el riesgo de estrés, ansiedad y síntomas depresivos. Para llegar a esta conclusión, los investigadores han analizado los hábitos de sueño de 73.888 británicos divididos en tres grupos: lo que se acuestan temprano (9.605), los que se duermen tarde (6.844) y los que están a medio camino.
Los resultados han revelado que aquellas personas que se van a la cama tarde tienen entre un 20% y un 40% más de posibilidades de desarrollar trastornos mentales. El cuerpo necesita señales claras, como la luz del día, para regular sus ritmos biológicos, la falta de estas insignias puede alterar el cerebro y provocar problemas de comportamiento, impulsividad e inhibición.
Por ello, los expertos recomiendan acostarse antes de la una de la madrugada para proteger la salud mental, haciendo hincapié en que los comportamientos nocivos suelen darse por la noche, como el consumo de alcohol y drogas o los pensamientos suicidas. Según el estudio, los cambios neurológicos y fisiológicos que se producen a altas horas de la noche favorecen la impulsividad, el estado de ánimo negativo y deterioro del juicio.
Aislamiento asociado con el comportamiento nocturno: un factor clave
El coautor del estudio, Jamie Zeitzer, profesor del departamento de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Universidad de Stanford, en declaraciones para Fox News mostró su incredulidad ante los resultados de la investigación: “No era en absoluto lo que esperábamos. Pasamos más de un año tratando de refutar nuestros hallazgos, pero no pudimos encontrar una explicación alternativa”. Asimismo, añadía que el aislamiento asociado con el comportamiento nocturno podría ser un factor clave. Por ello, recomienda a las personas noctámbulas a ajustar sus horarios de sueño y acostarse más temprano para mitigar ese riesgo.
Cuál es la hora ideal para irse a dormir
La calidad del sueño también influye directamente en la salud cardiovascular, tal y como asegura la Sociedad Europea de Cardiología. Algunos de sus estudios sugieren que caer en los brazos de Morfeo entre las 22:00 y las 23:00 reduce la probabilidad de desarrollar enfermedades cardíacas. Este riesgo aumenta en un 12% si te vas a dormir entre las 23:00 y las 00:00 y en un 25% si acaricias las sábanas más allá de la medianoche.