Las manzanas son unas frutas destacadas por los beneficios que aportan para la salud. De ahí el famoso dicho “una manzana al día alarga la vida”. Sin embargo, ciertos grupos de personas deberían evitar su consumo debido a posibles efectos adversos.
Alergias a las manzanas
Las alergias a las manzanas son una de las principales razones por las cuales algunas personas deben evitar su consumo. La alergia a las manzanas está relacionada con el síndrome de alergia oral, que ocurre cuando las proteínas de las manzanas se asemejan a las proteínas de ciertos pólenes. Un artículo publicado en la Journal of Allergy and Clinical Immunology indica que las personas alérgicas al polen de abedul, por ejemplo, pueden experimentar reacciones alérgicas al consumir manzanas, como picazón en la boca y garganta, hinchazón de labios y lengua, y en casos graves, anafilaxia.
Intolerancia a la fructosa
Las personas con intolerancia a la fructosa, un tipo de azúcar que se encuentra naturalmente en las frutas, también deben evitar las manzanas. Según un estudio publicado en Gastroenterology, la mala absorción de fructosa puede provocar síntomas gastrointestinales como hinchazón, diarrea y dolor abdominal. Las manzanas son particularmente ricas en fructosa y sorbitol, lo que puede exacerbar estos síntomas en individuos sensibles.
Síndrome del intestino irritable (SII)
El síndrome del intestino irritable (SII) es una condición común que afecta el sistema digestivo, causando dolor abdominal, hinchazón, diarrea y estreñimiento. Las manzanas contienen fructanos y polialcoholes (sorbitol), que son tipos de FODMAPs (fermentables, oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles). Según una revisión sistemática de la Journal of Gastroenterology and Hepatology, los FODMAPs pueden desencadenar síntomas en personas con SII.
Problemas dentales
El alto contenido de azúcar y ácido de las manzanas puede ser perjudicial para la salud dental. Un estudio de la Journal of Dentistry descubrió que las manzanas pueden contribuir a la erosión del esmalte dental debido a su acidez, por lo que las personas con problemas dentales preexistentes, como caries o sensibilidad dental, deberían limitar su consumo de manzanas para prevenir un mayor deterioro del esmalte.
Trastornos del metabolismo de los carbohidratos
Las personas con ciertos trastornos del metabolismo de los carbohidratos, como la galactosemia o la intolerancia hereditaria a la fructosa, deben evitar las manzanas. La galactosemia es una condición genética en la que el cuerpo no puede metabolizar la galactosa, un componente del azúcar presente en varias frutas, incluidas las manzanas. La intolerancia hereditaria a la fructosa es otro trastorno genético que impide la correcta metabolización de la fructosa. Un estudio de la revista Molecular Genetics and Metabolism resalta la necesidad de evitar frutas ricas en fructosa en pacientes con estas condiciones.
Medicamentos y manzanas
Ciertos fármacos pueden interactuar con el consumo de manzanas, pues contienen compuestos que pueden interferir con la absorción de fármacos. De hecho, un artículo publicado en la revista Clinical Pharmacokinetics menciona que el zumo de manzana puede reducir la absorción de fexofenadina, un antihistamínico, disminuyendo su efectividad. Las personas que toman medicamentos regularmente deben consultar a su médico sobre posibles interacciones.